El alcalde de Talavera firma la autorización para recuperar los restos de Enrique Horcajuelo 

La familia de Enrique Horcajuelo, fusilado en octubre de 1942, ha conseguido la autorización para realizar una cata en el lugar en que se cree está enterrado. Tras años de lucha y negativas municipales, la presencia de su hija Enriqueta en el pleno del pasado 30 de noviembre, fue clave para hacer cambiar de opinión a Ramos. 

TOLEDO.- La familia de Enrique Horcajuelo Ramos, fusilado tras la Guerra Civil, podrá finalmente exhumar sus restos que se encuentran enterrados en una fosa común del cementerio de Talavera de la Reina. El alcalde, Jaime Ramos, ha firmado el decreto que autoriza, finalmente, los trabajos para la recuperación de los restos mortales de esta víctima del franquismo, tal y como viene reclamando desde hace años su hija, Enriqueta. 

Tras varios intentos por parte de la familia, con otras tantas negativas por parte del Ayuntamiento talaverano, la presencia de Enriqueta Horcajuelo en el pleno municipal del pasado 30 de noviembre propiciaba un cambio de rumbo en la línea mantenida hasta entonces por el alcalde, cediendo así a la presión. 

Así, durante un receso de la sesión plenaria, el alcalde se acercaba a hablar con Enriqueta para confirmarle que tendría autorización municipal para buscar los restos de su padre. Asimismo le presentaba al edil responsable del cementerio municipal, Antonio Álvarez, quien fue el encargado de iniciar el procedimiento administrativo para que la ejecución de la cata en la fosa común pueda llevarse a cabo. 

Ahora, cumpliendo con la palabra dada hace mes y medio a la hija del represaliado, el alcalde de Talavera ha firmado el decreto que autoriza las catas para proceder a la exhumación de los restos de la fosa común. 

Desde la familia Horcajuelo han agradecido que se pueda hacer realidad la petición de la hija del fusilado. Se encuentran "esperanzados" con que esta autorización marque "un hito", de modo que se permitan nuevas exhumaciones en la fosa común del camposanto talaverano.  

En este sentido, el portavoz de la familia, Miguel Mateo, espera que la de su abuelo sea "la primera exhumación de muchas, para poder cerrar así muchas heridas". Enriqueta, ha explicado, se encuentra "muy contenta" aunque para lograrlo haya tenido que pelear durante muchos años. 

Enriqueta Horcajuelo, que tiene 79 años, ya declaró en su día que no estaba dispuesta a tirar la toalla y que mientras viviera seguiría reclamando la búsqueda de los restos de su padre. Enrique Horcajuelo, natural de la localidad toledana de San Bartolomé de las Abiertas, fue fusilado cuando tenía 28 años, el 17 de octubre de 1942, después de pasar varios años recluido en la cárcel de la Seda. 

La familia confía en la posibilidad de encontrar los restos de Enrique al disponer de testimonios orales creíbles que permiten conocer el emplazamiento de los mismos. En concreto, los familiares de Horcajuelo cuentan con el testimonio de una vecina que fue testigo directo del fusilamiento, lo que junto con el informe técnico avalado por el forense Vicente Polo verifican el lugar exacto en el que se encontrarían los restos. 

EN PRIMAVERA 

Los trabajos para recuperar los restos de Horcajuelo podrían comenzar la próxima primavera, aunque todo dependerá del equipo forense que se haga cargo de los mismos. La familia espera poder encontrar los restos y darlos una sepultura "digna" en el cementerio valenciano de Burjassot, donde se encuentra enterrada su mujer y localidad en la que reside Enriqueta. 

Desde el Ayuntamiento de Talavera también se han marcado unas pautas de cara a los trabajos, puesto que el decreto firmado ahora por Ramos establece que la excavación deberá realizarse en el lugar referenciado por la familia, y que deberá llevarse a cabo por personal especializado y de forma manual. 

Respecto a los plazos, el decreto señala que se la exhumación se llevará a cabo el día y la hora que señale la familia. Fecha que deberá ser comunicada al Consistorio al menos diez días hábiles antes a su realización. A la misma podrán asistir, además de la familia, el personal especializado que realice las tareas de exhumación, dos representantes acreditados de la familia, el encargado del cementerio y el funcionario jefe del negociado, que levantará acta de la actuación. 

No obstante, el decreto de autorización establece como condición que, si en el transcurso de la excavación surgiesen restos de más de una persona, cesarán con carácter automático sus efectos, procediéndose así a la suspensión de los actos de ejecución. 

DOS AÑOS ESPERANDO LA RESPUESTA AFIRMATIVA DEL ALCALDE 

El caso de Enriqueta fue llevado de nuevo al pleno de noviembre en el turno de ruegos y preguntas, por parte de la concejal no adscrita Carmen Aceituno, así como los grupos municipales de PSOE y Ganemos. Sin embargo, todo el proceso para llegar hasta la firma del decreto que autoriza la exhumación comenzaba hace ya dos años, la búsqueda de los restos de Enrique Horcajuelo, mucho antes. 

Más de seis años han pasado desde que se dieron los primeros pasos para tratar de localizar los restos de Enrique. El testimonio de una persona que asistió al fusilamiento ha sido siempre su principal baza, la cual pusieron en manos de la asociación memorialista La Gavilla Verde en octubre de 2015. 

Se iniciaban así los trámites burocráticos, con la presentación de la primera solicitud de exhumación en enero de 2016. El colectivo La Gavilla Verde había recabado testimonios del fusilamiento y del enterramiento de Enrique, que se encontraría al lado de la fosa común, pero apartado del resto. Sin embargo, la respuesta del Gobierno municipal del PP fue negativa. 

Una decisión ante la que la asociación memorialista interpuso un recurso de reposición, rebatiendo la argumentación municipal de que no había información sobre Enrique, aportando detalles concretos sobre la localización exacta del cuerpo en una pequeña fosa, separada de otra de mayor tamaño en la que fueron inhumados el resto de fusilados. 

Información adicional que no fue suficiente tampoco para el equipo de gobierno de Ramos, que volvió a denegar la autorización. 

Entre los argumentos esgrimidos entonces por los populares, la necesidad de contar con el consentimiento del resto de familias de los fusilados enterrados en la fosa o que la misma se encontraba vallada siendo imposible su acceso a ella. 

Hasta en dos ocasiones la autorización le fue negada por el Ayuntamiento de Talavera a la familia Horcajuelo, que decidió llevar su caso hasta el Defensor del Pueblo. 

Sin embargo no fue hasta que Ramos se encontró cara a cara con la hija de Enrique Horcajuelo cuando el regidor talaverano daba su brazo a torcer y se comprometía a autorizar los trabajos necesarios para la recuperación de los restos. Una demanda con la que, como han insistido desde la familia, no se pretenden reabrir heridas, sino hacer "justicia" y dar digna sepultura a su padre y abuelo.