TOLEDO.- El municipio toledano de Talavera de la Reina vuelve a ser víctima del vandalismo. En esta ocasión, el incivismo ha quedado patente en las consecuencias de los actos de algunas personas que practican el botellón en las calles y, más en concreto, junto al río Tajo.
Las instalaciones de la Escuela de Piragüismo Talavera-Talak han sido el objetivo de los actos vandálicos que durante el fin de semana han dejado una imagen lamentable con pintadas, destrozos y suciedad.
Lo estaban temiendo y sus miedos se han materializado. El club de piragüismo de la localidad toledana, en el que entrenan laureados palistas, ha denunciado en sus redes sociales que, tras la vuelta a la normalidad, "algunos individuos poco cívicos" siguen teniendo "fijación" por esta escuela y "el vandalismo no para".
Pese a que el Ayuntamiento ordenó la instalación de un pequeño vallado para cerrar el acceso total a una parte del embarcadero, con la finalidad de paliar la aparición de cristales y suciedad derivada del botellón y para evitar caídas por bañistas -aún estando prohibido el baño, lo han vuelto a hacer.
Y no solo hay cristales en la zona y restos de bebidas del botellón, sino que desde el club de piragüismo denuncian que no se limitan a ello sino también a "consumir estupefacientes, defecar, orinar y ensuciar".
Por todo ello, Talavera Talak ha pedido a los jóvenes que acuden a dicha zona a hacer botellón que, al menos, no destrocen y respeten las instalaciones. Ya es suficiente, dicen, con tener un río "sin agua, lleno de algas y con una calidad muy mejorable", en el que poder seguir entrenando y haciendo actividades para representar a la ciudad.
Pero este episodio de vandalismo en Talavera no es ni mucho menos aislado. Hace poco más de un mes, el colectivo LGTBI tuvo que lamentar los destrozos que habían sufrido una serie de carteles colocados por la ciudad en el marco de una campaña contra la LGTBIFobia. También en el mes de mayo, un mural cerámico dedicado a la fiesta de Las Mondas fue la diana elegida por vándalos que pintaron sobre él mensajes antitaurinos.
Una escalada de actos vandálicos que los propios vecinos piden que cese, así como también comerciantes y trabajadores que quieren de Talavera sea una ciudad segura para quienes residen y en ella y para quienes la visitan por diferentes motivos.
