García-Page advierte al PP que “para insultar no hay que ser muy listos”

Ante la Cámara regional, también se ha comprometido a que su Gobierno tenga una actitud de "cercanía y humildad", pues ha defendido que en la renovación política que reclama la ciudadanía no cabe la soberbia.

El candidato socialista a presidir la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha comprometido a ser un presidente para "todos", a tener con una actitud política transparente en "a y no en b", a no tener "listas negras visibles ni invisibles" y a tener el teléfono "abierto" por si los trabajadores públicos quieren denunciar el modo de actuar de algún integrante del Gobierno regional.

Así lo ha avanzado el candidato del PSOE a presidir el Ejecutivo de la región durante la primera sesión del Debate de Investidura, en la que ha desgranado ante la Cámara regional las medidas que llevará a cabo su Gobierno, en caso de contar con la confianza de la mayoría del Parlamento regional.

El aspirante socialista ha articulado esa declaración de intenciones en 10 puntos, que ha arrancado comprometiéndose a ser, tanto él como los integrantes de su Gobierno, moderados, a apartar "cualquier gramo de sectarismo partidario que genera odio social y divide a la sociedad" y, sobre todo, a no permitir el insulto.

"Para insultar no hay que ser muy listo, hay mucha gente que sólo sabe hacer eso -ha dicho en alusión a la oposición del PP- y por eso seré radical en la moderación y en exigírselo a cargos públicos y a los partidos", ha señalado García-Page, que ha defendido que gobernará para todos los ayuntamientos de la región, ya sean del PP o de otros partidos, y para las diputaciones y organizaciones que integran la región.

Ante la Cámara regional, también se ha comprometido a que su Gobierno tenga una actitud de "cercanía y humildad", pues ha defendido que en la renovación política que reclama la ciudadanía no cabe la soberbia.

En este punto ha mandado un mensaje a trabajadores públicos, que "han sufrido los males de la crisis y la actitud de los políticos en algunos casos de forma muy evidente" y ha avanzado que tendrá el teléfono abierto por si "quieren criticar o denunciar el proceder de algún consejero, director general o delegado que le ha maltratado".

"En la administración se tiene que empezar a enseñar a tratar a la gente como se merece", ha concluido.

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