Tras el fracaso de la investidura de Pedro Sánchez y la creciente tensión entre el Partido Socialista y Podemos, el presidente de Castilla-La Mancha se ha ofrecido voluntario para reunir a Sánchez y Pablo Iglesias y “ver si se ponen de acuerdo”, y si no lo hacen, al menos para que se puedan “hablar a la cara”, algo que ha declarado que “siempre es útil”.
El presidente estaría dispuesto a dialogar con ambos para conseguir un pacto de gobierno similar al de Castilla-la Mancha, donde los socialistas gobiernan en solitario gracias a un acuerdo con Podemos y “están desarrollando muchas políticas” conjuntamente, como ha declarado durante una visita al municipio de Santa Cruz de Mudela.
En este sentido, García-Page ha recordado que algunos medios de comunicación le acusaron “de haber cenado” con Pablo Iglesias y José Bono en enero de 2015, una cena que el propio ex ministro de defensa reconoció haber realizado. Page ha declarado que “no tendría ningún problema en repetir una cena así” para ver si el PSOE y Podemos se ponen de acuerdo a nivel nacional.
El líder de los socialistas en Castilla-La Mancha reconoció que “le gustaría que valiese para España el acuerdo que hemos sido capaces de hacer aquí entre PSOE y Podemos, que es casi un poco complicado de explicar a mucha gente, pero es un acuerdo sensato". El presidente ha reconocido incluso que ha sido “casi más difícil” que saliera el acuerdo en Castilla-La Mancha que en otro sitio. Aun así, el presidente ha querido “ponerlo como ejemplo”.
“Coplas manchegas” para calmar a Pablo Iglesias
Ya en un tono menos serio, Page ha expresado que utilizará cualquier medio para ser “un intermediario eficaz”. Frente a la tensión entre el líder de Ferraz y el del partido de los círculos, ha dicho que responderá “echando simpatía, incluso coplas manchegas”, una tradición que cree que ayudaría “a que la gente se relaje y pueda llegar a un entendimiento”.
Un acuerdo prácticamente imposible a estas alturas
Eso sí, el presidente lo tendrá muy difícil para que los dos lleguen a un acuerdo. Después de que el PSOE haya acordado asistir a todas las rondas de negociaciones con Ciudadanos y haya abierto la puerta a dialogar con el PP, la formación morada se ha mostrado más distante a apoyar un Gobierno encabezado por los socialdemócratas.
Y es que, el hecho de que el PSOE haya querido continuar con la fórmula utilizada durante el pacto de investidura, ha llegado a afectar incluso a la gobernabilidad de Castilla-La Mancha. El líder de Podemos en la región, José García Molina, llegó a declarar que un Gobierno entre PSOE y C’s sería incompatible con las políticas sociales, e incluso llegó a amenazar a Page con tumbar los presupuestos de la región si no se pronunciaba en contra de un acuerdo con los de Albert Rivera.
