Las Tablas de Daimiel se secan: pierden más de 800 hectáreas inundadas en cuatro meses

La situación extrema pone en peligro este espacio protegido, que desde mediados de julio dejó de recibir agua a través del río Guadiana. La Junta pide un decreto de sequía y los ecologistas que se controlen las extracciones de agua, así como las políticas agrarias. 

CIUDAD REAL.- La ausencia de lluvias y la pérdida de agua por evaporación ha provocado en los últimos meses un importante descenso del número de hectáreas inundadas en el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel (Ciudad Real), que a día de hoy solo mantiene encharcadas 528 hectáreas

Así se ha puesto de manifiesto durante la última reunión mantenida por el Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel en el municipio de Villarrubia de los Ojos y en la que han participado representantes de todos los sectores sociales. Una reunión en la que el director del humedal, Carlos Ruiz, y el presidente del Patronato, Sebastián García, han presentado el informe sobre el estado actual del parque. 

Un documento que refleja que la escasez de lluvias, con apenas 317,6 litros por metro cuadrado recogidos en la estación meteorológica de Daimiel, en el cuarto año seco registrado en la provincia de Ciudad Real, ha reducido los aportes de agua al parque nacional, que a mediados del mes de julio ya dejó de recibir agua a través del río Guadiana

Esto ha llevado a que de las 1.343 hectáreas que se mantenían inundadas en Las Tablas en junio de este año, se haya pasado a las 528 actuales. En total se ha reducido la superficie encharcada en 815 hectáreas en tan solo cuatro meses. 

Una preocupante situación que ha llevado al Gobierno de Castilla-La Mancha a pedir en reiteradas ocasiones que la cuenca del Guadiana se incluya en un decreto de sequía teniendo en cuenta la "problemática extrema" que tiene su parte alta, en particular las lagunas de Ruidera y Las Tablas de Daimiel. 

En una rueda de prensa para dar a conocer asuntos aprobados por el Consejo de Gobierno relacionados con su departamento, el consejero de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, señalaba que la cuenca alta del río está al 18 por ciento de su capacidad total, lo que no puede compararse con el 70 por ciento que tiene la cuenca baja, en Huelva. 

"Las lagunas están en la parte más alta de la cuenca y en este momento tienen muchas dificultades. Hay lagunas que están secas, una situación que se produce periódicamente y que conocen los habitantes y los visitantes del Parque, pero que pone de manifiesto la problemática extrema que tenemos en este momento con la sequía", reflexionaba. 

Aunque la respuesta del Ministerio es que se contabiliza toda la cuenca a la hora de fijar el criterio de decreto de sequía, el consejero ha señalado que "evidentemente" nada tiene que ver la situación de la cuenca alta del Guadiana con su cuenca baja. 

En este sentido, Martínez Arroyo tendía la mano al Ministerio para que cuente con Castilla-La Mancha en la toma de decisiones que tienen que ver con el agua que discurre por esta comunidad, máxime cuando la previsión es de "dificultad", en cuanto a la sequía, el próximo año.  

MÁS CONTROL EN EXTRACCIÓN DE AGUA 

Por su parte desde Ecologistas en Acción han pedido un mayor control de las extracciones de agua que se producen en toda la zona de influencia del Acuífero 23, cuyos aportes abastecen de agua a Las Tablas de Daimiel, con el fin de que mejore el estado hídrico de este espacio protegido.

Esta ha sido una de las peticiones trasladadas durante la reunión del Patronato del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, en la que se daba a conocer la situación del parque. Así lo explicaba el portavoz de las organizaciones conservacionistas en el Patronato, Rafael Gosálvez, para quien la situación del acuífero y del parque nacional obliga a la administración hídrica y a la administración agraria a tomar medidas para controlar las extracciones de agua. 

Y es que, aunque la situación de sequía del parque responde a un período seco propio del clima mediterráneo, también es necesario tomar medidas para evitar que se puedan reproducir los incendios de turba registrados en 2009. Para ello consideran fundamental regular la política agraria.

Por su parte desde la dirección del parque, tienen previsto pedir un trasvase de agua desde el acueducto Tajo-Segura para impedir que Las Tablas vuelvan a arder, así como utilizar la batería de pozos diseñada para realizar aportes a determinadas zonas del parque con agua proveniente del propio acuífero.

EN PELIGRO EL ECOSISTEMA

Gosálvez ha señalado que los ecologistas están alarmados por la falta de patos buceadores que registra el parque, que es un síntoma de la poca disponibilidad de alimentos que tienen estas aves, y también ha manifestado su inquietud por la carencia de otras especies como el grupo de vertebrados, cuya presencia es muy escasa.

Por otro lado, han mostrado preocupación por el proceso de colmatación, como consecuencia de la descomposición de los restos vegetales, que junto a la decantación de los sólidos en suspensión, se están produciendo en el vaso lagunar del parque y disminuyen su capacidad de almacenar agua.

Asimismo, la directora adjunta de Parques Nacionales, Montserrat Fernández, hacía referencia a la "sequía tan extrema" que afecta a Las Tablas de Daimiel, lo cual influye en la calidad del agua de este espacio protegido. Es por ello que un comité científico está estudiando alternativas para mejorar la turbidez del agua más allá de la pesca de las carpas cuyos "elevadísimos costes", unos 150.000 euros, consiguen retirar "solo un 10 por ciento de la población" de esta especie invasora. 

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