El Gobierno regional quiere retomar la reforma del Estatuto y el PP dice que "no es el momento" 

El Ejecutivo de García-Page no descarta un cambio en la ley electoral que amplíe el número de parlamentarios regionales de 33 a 35, y subraya la necesidad de que Ciudadanos participe en el debate. Los populares critican el "guiño" de Page a la formación naranja y creen que no es momento de reformar el Estatuto. 

TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha retomará en enero las negociaciones con los partidos para acometer la reforma del Estatuto de Autonomía. Unas conversaciones que quedaron paralizadas el pasado mes de abril, después de que Podemos diera la sorpresa y votara en contra de los presupuestos pactados previamente con el Ejecutivo de García-Page. 

Será una vez pasadas las fiestas, con la aprobación de las cuentas para 2018 aún reciente y en buena sintonía con sus ahora socios de Gobierno, cuando el Gobierno autonómico retome las conversaciones iniciadas hace meses. Así lo adelantaba este jueves el jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, en el trascurso de un desayuno informativo con medios de comunicación castellano-manchegos. 

Conversaciones en las que también estará presente Ciudadanos, ya que esta formación debe estar "implicada" en el debate. Lo aseguraba así García-Page, para quien resulta "muy raro" que, aun habiendo obtenido 90.000 votos en los últimos comicios autonómicos, la formación naranja quedara sin representación en el Parlamento castellano-manchego. 

Se pretende así que, durante el primer trimestre del año, se pueda llegar a una conclusión sobre "si cabe o no" la reforma del Estatuto, así como sobre la posibilidad de plantear un "cambio mínimo" de la ley electoral para aumentar de 33 a 35 el número de diputados en las Cortes regionales. 

Una ampliación que de forma "evidente" beneficiará a Podemos y a Ciudadanos, según apuntaba el propio García-Page, quien sin embargo aseguraba llegar a estas nuevas conversaciones con "mentalidad abierta". 

Doble propósito para el nuevo año sobre el que se pronunciaban este viernes tanto el PSOE como el Partido Popular, aunque defendiendo posiciones completamente opuestas. 

Así, mientras que el diputado socialista Miguel González subrayaba la intención de llevar a cabo tanto la reforma del Estatuto de Autonomía como de la ley electoral castellano-manchega con el mayor consenso posible, para lo cual defendía la necesidad de hablar "con todas las fuerzas políticas", desde el Grupo Parlamentario Popular Carolina Agudo aseguraba que para su partido en estos momentos hay otras prioridades. 

Los socialistas consideran que "sería bueno" que en este diálogo que desde el Ejecutivo regional se va a retomar en enero, también participase el Partido Popular, aunque si se atiende a las manifestaciones de su diputada regional, no parece que estén por la labor.  

Respecto a la reforma del Estatuto, el parlamentario socialista recordaba que lo que se pretende con ella es "blindar" los derechos sociales de los ciudadanos, de modo que "no vuelva a ocurrir" lo sucedido en la anterior legislatura, en la que "estos derechos fueron brutalmente recortados por Cospedal". 

Mientras que, en cuanto a la reforma de la ley electoral, explicaba que el objetivo es "acabar con los pucherazos y las leyes a medida de Cospedal", tratando de profundizar en que haya "mayor democracia", así como una "mayor representatividad" en el Parlamento autonómico. 

Sin embargo, para el Partido Popular "no es el momento de hablar de reformas", puesto que consideran que hay otros "muchos problemas" en la región, sobre los cuales "ni el presidente ni Podemos están pensando en solucionarlos". 

Así lo señalaba la diputada regional Carolina Agudo, para quien reformar la ley electoral, pasando de 33 a 35 el número de parlamentarios en las Cortes, únicamente muestra que lo único que interesa a García-Page es aumentar el número, lo que significa que "no le importa la región" y que, por tanto –en su opinión- "no se merece ser presidente". 

Y es que, desde el Grupo Parlamentario Popular aseguran que mientras que ellos quieren "más profesores, médicos y enfermeros", lo que quiere Page son "más sillones, más asesores y más diputados" y eso, apostillaba, no soluciona los problemas de la región. 

Para González, sin embargo, estos argumentos empleados por el PP, no son coherentes con lo que hicieron durante la legislatura pasada, puesto que entonces "además de recortar en democracia, reduciendo el número de parlamentarios, también despidieron a miles de profesionales educativos y sanitarios". 

Pero la diputada popular iba aún más allá, y respecto a las manifestaciones de García-Page señalando que en la próxima legislatura habrá un cuarto partido con representación en las Cortes –Ciudadanos-, insinuando según Agudo que votar a la formación naranja en Castilla-La Mancha es votar al PSOE, se preguntaba si no habrá comprado a C's para un futuro gobierno en la región. 

Criticaba así los "guiños" de Page a Ciudadanos, "demostrando que no tiene principios, ni palabra ni moral", ya que -según Agudo- ahora se acerca a la formación de Rivera y "desprecia a Podemos", el partido con el que gobierna. 

Dicho esto, acusaba también al presidente del Ejecutivo regional de "mentir" cuando habla de encuestas y señala que el PSOE las está liderando, puesto que, según ella, el PP ganará las próximas elecciones autonómicas porque así lo reflejan las encuestas que manejan los populares. 

Del mismo modo se mostraba convencida de que García-Page está "obsesionado" con la presidenta del Partido Popular en la región, María Dolores de Cospedal, y "acomplejado" frente a su figura. 

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