TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, está convencido de que el "mejor talante" del Gobierno de Pedro Sánchez le "legitima", incluso "con mayor fortaleza", a la hora de responder al independentismo y, en caso de ser necesaria una nueva aplicación del artículo 155 de la Constitución, hacerlo con más dureza y duración.
Así lo ha manifestado este miércoles en Toledo, durante un desayuno informativo organizado por el diario La Tribuna y Banco Sabadell, en el que García-Page ha considerado que son precisamente esas "buenas formas" que muchos rechazan las que precisamente daría legitimidad al actual Ejecutivo central a dar una respuesta más contundente al independentismo catalán.
"Ojalá y que no sea necesario un nuevo 155", ha señalado, pero "si fuera necesario aplicarlo, sería más duro y más largo", subraya el jefe del Ejecutivo castellano-manchego, convencido que de aplicarse se haría "con consenso general", desde esa "seguridad" que dan los argumentos "de la inmensa mayoría del pueblo español y del catalán".
En este sentido, Page ha instado a diferenciar "lo accesorio de lo trascendente", aunque tiene claro que no será posible "ningún tipo de solución con el independentismo catalán, sin que antes acepten el método constitucional".
No se trata de que "les guste", ha apuntado, "sino de que el presidente Quim Torra, que lo es por la Constitución, la acepte como camino".
Y es que, asegura García-Page, ningún estado que se precie puede aceptar como condición "un chantaje o ultimátum".
Aunque reconoce que en la etapa democrática "cada gobierno que no ha tenido mayoría se ha apoyado en el factor territorial", ya sea en los nacionalistas vascos, ya sea en los nacionalistas catalanes, "ahora independentistas", ante el grave problema que actualmente se plantea tiene claro que "no puede formar parte de la solución el problema en sí mismo".
De ahí la necesidad de no ceder ante presiones y hacer que la política de los próximos años "no pase por el bloqueo del independentismo", lo cual debe empezar por dar "viabilidad" a los Presupuestos Generales.
Respecto a las distintas propuestas surgidas al respecto, y en concreto la planteada por el propio Pedro Sánchez sobre el autogobierno catalán, el presidente de Castilla-La Mancha y secretario regional del PSOE considera que "España no está en condiciones de plantear ningún tipo de referéndum", ya que considera que cualquier llamada a este tipo de consulta sería utilizada "para pervertirla y convertirla en otra cosa". De ahí que el factor "prudencia" deba ser manejado entre todos.
Y es que "no hay fórmula mágica" para solucionar esta situación, y solo la habrá "si se plantea una gran mayoría nacional en España".
Así, García-Page aboga por el diálogo y el respeto institucional, pero sin confundir la cordialidad y la normalidad constitucional "con un aval para poder volver por sus fueros"; así como por alcanzar un gran acuerdo, "que no tiene por qué ser explícito" -precisaba-, "entre los partidos nacionales para que los territoriales no bloqueen el Estado". Por ello no está a favor de "forzar el modelo" ni de "improvisar decisiones" hasta que se cuente con una mayoría "razonablemente sólida", pero defiende que el elemento catalán "tiene que tener un límite como arma arrojadiza de unos partidos a otros".
El presidente castellano-manchego concluía su intervención subrayando el papel que deben tener las comunidades autónomas, que deben "formar parte de la solución", puesto que "somos afectados".
