Page pide al Gobierno revisar libros de texto para que los independentistas no "manipulen" la historia de España

  • El presidente de Castilla-La Mancha propone garantizar que en todo el país sea uniforme la enseñanza de Historia de España, con el fin de que "ningún independentista se la invente".
  • Rechaza por completo la propuesta del líder nacional del PP relativa a la devolución de competencias educativas al Estado y defiende que desde las autonomías se gestiona "mucho mejor".

TOLEDO.- Garantizar que la enseñanza de la Historia de España sea igual en todo el territorio nacional para que ningún independentista pueda inventarse la historia de este país, es la propuesta que ha planteado el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, al Gobierno central.

Así lo ha apuntado durante su intervención en la primera jornada del Debate sobre el Estado de la Región que se celebra desde este martes en el Parlamento autonómico, en la que se ha centrado fundamentalmente en subrayar las diferencias entre lo que encontró a su llegada al Gobierno regional en 2015 y cómo se ha recuperado Castilla-La Mancha a lo largo de tres años y medio, pero sin olvidar los anuncios sobre medidas a adoptar de cara a la próxima legislatura, ni tampoco dejar a un lado cuestiones relativas a la actualidad a nivel nacional.

Cuestiones como la propuesta realizada por el líder del PP nacional, Pablo Casado, relativa a recuperar para el Estado las competencias en materia de Educación. Una posición a la que García-Page ha manifestado su "absoluta oposición" puesto que supondría "una distorsión enorme".

Y es que considera probado que desde las transferencias se gestiona "mucho mejor" la Educación en el ámbito autonómico.

Asimismo, considera que sería muy grave lanzar el mensaje de que "por algunos independentistas" que "manipulen los libros de texto", el resto de comunidades autónomas tengan que pagarlo.

Es por ello que el jefe del Ejecutivo regional ha planteado la importancia de ponerse de acuerdo en una iniciativa de alcance nacional, a aprobar en Castilla-La Mancha para que se discuta en España, consistente en encargar al Consejo Escolar estatal, en el Marco del pacto educativo a negociar, "un proceso de revisión y armonización de los libros de texto en toda España", para que "ningún independentista se invente la historia de España".

Una iniciativa en la que Castilla-La Mancha está dispuesta a "ir por delante", dada la "responsabilidad" que tiene como "tierra de Cervantes" y "centro de un idioma como es el español".

Propuesta que se pone sobre la mesa en un año en el que se conmemora el 40 aniversario de la Carta Magna, que ha permitido la época de mayor progreso de la historia de España, según el presidente castellano-manchego. Cuarenta años en los que España ha pasado a ser "un país avanzado y moderno en el ámbito europeo, en el que la ciudadanía vive en libertad y democracia".

Constitución española sobre la que García-Page ha querido transmitir a la ciudadanía su "absoluta determinación" y la de su Gobierno.

Y es que, ha subrayado, "nunca nos ha ido mejor a los ciudadanos de esta tierra que con la Constitución española y con el Estatuto de Autonomía".

En relación al desafío independentista, García-Page asegura entender que pueda haber partidos independentistas "que defiendan el egoísmo", algo que desde su Gobierno regional asegura combatir, pero "no que sean las propias instituciones democráticas y constitucionales las que socaven la forma de convivencia que nos dimos entre todos los españoles".

Algo ante lo que asegura no estar dispuesto a permanecer de brazos cruzados, ni ante el independentismo ni mucho menos ante "el egoísmo que se esconde detrás del independentismo en Cataluña".

En este sentido ha subrayado el carácter de motor económico que tiene Cataluña para España, "de la que forma parte", y el valor "determinante" que ha tenido su pueblo en la historia del país. De ahí que si a Cataluña le va bien, "será mejor para todo el país".

Así ha rechazado la política de bloques, defendiendo que una de las señas de identidad de su Gobierno está siendo la "centralidad" y la "moderación", para trabajar por lo que "nos une y no por lo que nos separa", evitando la dinámica de este país de dividirse en bloques. 

Por ello defiende "responder desde el Estado de Derecho con mucha serenidad a esa estrategia que significa la política de bloques".

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