El PP de Castilla-La Mancha pierde más de un tercio de sus escaños, pero recuerda que Casado lo hizo peor

La formación que lidera Francisco Núñez sufre un descalabro histórico y obtiene seis diputados menos que en los comicios regionales de 2015, aunque alega que son mejores datos que los cosechados por su jefe nacional en las generales del 28 de abril.

TOLEDO.- El Partido Popular se hunde en Castilla La Mancha al conseguir solo diez escaños en el Parlamento regional, seis menos que en las pasadas elecciones ‑que equivale a la pérdida de más de un tercio de sus diputados‑, y bajar su porcentaje de votos de casi el 40 por ciento en 2015 hasta el 28 por ciento este 26 de mayo. La comunidad se tiñe así de rojo en todas sus provincias, una situación que va a permitir gobernar con mayoría absoluta al PSOE de Emiliano García-Page, de modo que los ‘populares’ volverán a repetir en la oposición en la comunidad, junto a un Ciudadanos electoralmente muy crecido.

Con este panorama, el candidato del PP a la Presidencia de la Junta y sucesor de María Dolores de Cospedal al frente de la formación a nivel regional, Francisco Núñez, acudía a su comparecencia ante los periodistas arropado por su equipo de campaña. Era la una y veinte de la madrugada del "superdomingo" electoral y el rostro de Núñez, a pesar del descalabro histórico del partido, parecía optimista, quizá a sabiendas de que tanto las encuestas del CIS, como el lento desarrollo del escrutinio en la comunidad vaticinaban la caída abrupta del partido en los comicios autonómicos. 

Ya con los datos en la mano y con un retraso de horario muy importante, daba comienzo  la comparecencia de Núñez en el Cigarral El Bosque, cuartel general elegido por el PP para el seguimiento de la noche electoral.

Una intervención que comenzaba felicitando al vencedor de la noche, el socialista Emiliano García-Page, y asumiendo su derrota, aunque con innumerables matices, llegando incluso a forzar hasta la exageración un tono esperanzador en su discurso, sobre todo teniendo en cuenta la catástrofe electoral que a esa hora estaba viviendo su formación. "Page es el claro vencedor de estas elecciones", sentenciaba inmediatamente el conservador, quien aseguraba haber intentado contactar por teléfono con el dirigente socialista para felicitarlo, aunque sin éxito.

Bajo la atenta mirada de las cámaras y los periodistas, e incluso rumoreándose la posibilidad de su dimisión, el aspirante ‘popular’ daba la cara solamente para reconocer lo que ya era una evidencia, que el resultado obtenido "no era bueno" y que habían perdido las elecciones por "mucha diferencia". 

Un notorio varapalo electoral ante el que Francisco Núñez, repitiendo el razonamiento que había hecho horas antes ‑también en el cigarral‑ la candidata del PP a la Alcadía de Toledo, Claudia Alonso, intentaba justificar en su "corta trayectoria" como presidente regional del partido, aunque instantes después no dudaba en contradecirse al asegurar que "no hay excusas" para el pésimo resultado.

Justo después, atacando indirectamente al líder nacional de su partido, Pablo Casado, el candidato conservador intentó dar un giro discursivo a su descalabro a través de comparar los datos de estas elecciones autonómicas con los de las generales del  pasado 28 de abril, en las que el PP perdió más de la mitad de los escaños y obtuvo el peor resultado de su historia.

Basándose en cifras como el aumento de 6 puntos y alrededor de treinta mil votos más, Francisco Núñez pretendía dejar algo objetivamente positivo en su comparecencia.

Mientras que a unos metros el PSOE esperaba a Page para celebrar el triunfo electoral, en la sede del PP se comenzaba a hablar de alternativas: "Más compromiso y más ilusión" decía Núñez, refiriéndose a cómo iba a enfocar la oposición al Partido Socialista. 

Cerraba así la puerta a una posible dimisión, argumentando que debe asumir lo que los castellano-manchegos han querido reflejar con su voto. De este modo aseguraba que liderará la oposición de forma "leal" y "con más fuerza que nunca".

Núñez finalizaba su discurso sin entrar en valoraciones, a la espera de una reunión con el Comité Ejecutivo Nacional,  no sin antes atribuir a la "ola nacional" para explicar el voto masivo al PSOE y la pérdida de votos de Unidas Podemos.

Destacaba, con cierto alivio, cómo Vox, al igual que Unidas Podemos, no conseguían escaños, aunque Ciudadanos lograba cuatro. A pesar de ello, incidía Núñez, no se había "sorpasso" al PP.

Una noche difícil en la sede del PP de Castilla La Mancha, y principalmente en la vida política de Paco Núñez, que acababa su discurso pasada la una y media de la madrugada en medio de un sonoro aplauso de sus seguidores y miembros de su partido. Una despedida acompañada de caras largas, que dejan el liderazgo del dirigente conservador irremediablemente tocado.

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