Castilla-La Mancha recuerda a las víctimas y homenajea a quienes han demostrado qué es ser ”comunidad”

  • El presidente regional, Emiliano García-Page, anuncia que a partir del próximo año quienes han destacado en la lucha contra el virus tendrán un reconocimiento cada 31 de mayo.
  • Una treintena de personas han participado en el sencillo y austero acto institucional celebrado en el Palacio de Fuensalida.

TOLEDO.- Castilla-La Mancha celebra su Día de la Región recordando a las víctimas de la COVID, cerca de 3.000 en la comunidad autónoma, y homenajeando los profesionales que han luchado y siguen luchando contra la pandemia.

Gratitud, coraje, unidad y futuro han sido las claves del mensaje que en este 31 de mayo el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha querido trasladar a los ciudadanos de esta región, que ante al dificultad han demostrado durante este tiempo lo que significa ser ”comunidad”.

Mensaje que ha trasladado durante el sencillo y emotivo acto institucional que ha tenido como escenario el patio del Palacio de Fuensalida, en Toledo.

Alrededor de una treintena de personas han asistido a este acto de homenaje a todos los profesionales que trabajan en la lucha contra la pandemia y en memoria de las víctimas de COVID, en un día de luto.

Un día en el que si bien se han suspendido todos los actos festivos, no se puede dejar de celebrar el día de la Comunidad Autónoma. Un día ”para compartir sentimientos, para compartir valores, para compartir raíces”, ha subrayado García-Page.

Y es que, en su opinión, ”esta experiencia que aún estamos viviendo”, deja muy claro que ”hay momentos en los que todos somos uno”, y que dentro del drama que supone esta pandemia, también se ha visto cómo ”todo el mundo se siente en comunidad”.

En este sentido ha subrayado que la experiencia del virus ”nos ha hecho tener más sensación de pueblo”.

Por ello en este Día de la Región no hay que dejar de celebrar ”lo que somos” y ”exhibir nuestro orgullo” del trabajo colectivo que se está desarrollando y con el que, en buena medida, ”ya se ha ganado en estas semanas a la pandemia”.

Junto a ello también expresar ”el dolor por todos los fallecidos y sus familias, por toda la gente que se nos ha ido” y además, ha incidido, ”de una manera extraordinariamente imprevista, realmente deshumanizada en muchos casos por la soledad”.

De este modo desde el Gobierno regional se ha adquirido el compromiso de que a partir del próximo año, entre los reconocimientos del Día de Castilla-La Mancha se encuentre una categoría especial para aquellas personas, entidades, instituciones y acciones en concreto que hayan destacado en la lucha contra el virus.

Así lo ha señalado en un acto que daba comienzo con el izado de las banderas de Castilla-La Mancha, España y la Unión Europea, que han sido portadas por una doctora del Hospital Virgen de la Salud de Toledo, un técnico de Geacam en Guadalajara y un enfermero del Hospital Universitario de Albacete, e izadas por representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas.

Banderas que minutos después, tras sonar el himno nacional y la lectura del decreto por el que se declaraba el 31 de mayo de 2020 día de duelo por las víctimas de la COVID en Castilla-La Mancha y de homenaje a los profesionales que trabajan en la lucha contra la pandemia, han sido arriadas a media asta por otros tres representantes de servicios esenciales, un representante de la Agrupación de Protección Civil de Talavera de la Reina, un celador del Hospital Universitario de Ciudad Real y una técnico de transporte sanitario de Cuenca.

Tras ello se procedía a la ofrenda floral, que ha abierto el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, depositando a los pies de las banderas un ramo de flores con los colores de la enseña nacional, y al que han seguido el presidente de las Cortes, Pablo Bellido; el vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, y el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz.

A todos ellos han seguido los asistentes al acto en representación de la sociedad castellanomanchega. Representantes de los profesionales sanitarios, bomberos, policías, voluntarios, agentes medioambientales, docentes, trabajadores de residencias de mayores, transportistas, empleados de supermercados y agricultores, a través de cuya experiencia se ha querido ejemplificar lo que ha sido y está siendo la lucha contra esta pandemia.

Entre ellos también se encontraban varias personas que han superado la enfermedad, destacando una toledana de 86 años, Justina Sánchez representante de la generación ”que nos ha llevado a estar en el mejor momento de la historia de nuestro país”, ha subrayado García-Page, la cual ”no se imaginaba que iban a ser víctimas preferentes” de este ”virus asesino”.

LA GRATITUD DE TODA UNA REGIÓN

Representantes de la lucha contra la pandemia a los que García-Page ha manifestado la gratitud de toda la región por su vocación de servicio público, y a su vez, la de todos ellos hacia la ciudadanía de Castilla-La Mancha.

A través de la experiencia de cada uno de los representantes de los distintos colectivos que han participado en el acto, el presidente regional ha ido esbozando una imagen de lo que ha supuesto esta pandemia para Castilla-La Mancha.

Un virus ante el que, como el resto del mundo, la región se presentaba a ciegas, ”metiéndonos en la boca del lobo” y cuyo panorama no resultaba ”nada tranquilizador” en las primeras semanas, ha recordado García-Page, dirigiéndose al enfermero Virgilio Cencerrado.

Situación que llevaba a la primera línea sanitaria a ”un estrés extraordinario”. Así lo ha recordado a través de la experiencia de María José Sánchez Carretero, médica de la UCI del Hospital de Toledo, para quien lo más duro de llevar en aquellos momentos fue ”que un día era igual que el otro”.

Algo a lo que se sobreponía el carácter ”vocacional” de estos profesionales, como ha destacado a través de la experiencia de Natividad Gil, técnica de cuidados auxiliares de enfermería, y que el presidente regional ha hecho extensible a la labor que se realiza durante todo el año.

Ejemplo de vocación también la del celador ciudadrealeño Felipe Barba, a quien ha agradecido especialmente su presencia tras haber sido ayer mismo abuelo por primera vez, y a quien ha insistido en que no solo tener el primer nieto ”es una maravilla”, sino que ”es un síntoma de lo que nos espera, la vida”.

Reconocimiento y complicidad que también ha trasladado al colectivo de profesionales del transporte sanitario, representados por María Elena Martínez, quien subrayaba en su experiencia la importancia de ”proteger la sanidad pública”, puesto que ”con eso no se juega”.

Por su parte especialmente emotivo ha sido el pasaje que García-Page ha realizado a través de las vivencias trasladas por Jimena Úbeda, auxiliar en una residencia de mayores. Y es que, según ha relatado, ”muchos abuelos lloraban porque pensaban que sus hijos les habían abandonado”, sin saber que no podían entrar a las residencias.

Una situación ante la que esta auxiliar ”no se permitió dejar a ninguna de las personas mayores morir en soledad” y aun a riesgo de contagio, darles la mano ”hasta el último momento”.

Para García-Page algo que muestra no solo una ”profunda grandeza” como personas, sino ”como sociedad, como pueblo”.

Extensible también a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, representados en este acto por la teniente de la Guardia Civil Mercedes Fuentes; el inspector de Policía Nacional Óscar Sánchez-Portal; el jefe de la Policía Local de Toledo, José Luis Martín Mora; el bombero Miguel Estévez, y el capitán del Ejército de la Unidad de Intervención, Marcos Cruz.

Como también a quienes desde distintos ámbitos han garantizado los suministros. En representación de estos colectivos participaban en el acto Luz Divina Campos, cajera en una gran superficie comercial, quien ha destacado el ”orgullo” que ha supuesto poder trabajar ”por los que no han podido hacerlo”; y el transportista Juan Francisco González, a quien García-Page ha recordado ”lo difícil” que era los primeros días ir con el camión ”sin tener dónde parar ni a repostar ni a tomar un café”, algo que después se solucionó a través de acuerdos con los empresarios.

Pero también a agricultores, ganaderos y sector agroalimentario, representados por Alejandro García Gasco, artífices de la ”enorme despensa” que es Castilla-La Mancha.

Gratitud que también ha trasladado el presidente regional a otro de los colectivos que han vivido una experiencia ”inaudita”, los docentes, representados por Emérita Domínguez. A ellos ha reconocido el ”estresante” trabajo desarrollado ”con silencio y discreción”.

Como también lo ha hecho con los trabajadores de la empresa Geacam, representados por Jorge Zapatero. Un colectivo que ”ha dado el 'do' de pecho”, prestándose ”a todo”, desde llevar medicinas y material hasta el traslado de enfermos, y que también al entrar en alguna residencia se han encontrado con mayores que habían fallecido.

Del mismo modo ha destacado la labor de los agentes medioambientales, representados por Antonio Sánchez, quien de su experiencia ha destacado el ”cariño” recibido por parte de la gente.

Por su parte también subrayado el papel de los voluntarios, como los de Protección Civil, representados por Mariano Perea, y de Cruz Roja, representados por Emilia Francisca Ramírez; así como la labor del 1-1-2, representado en el acto por Vanesa Calleja.

Un agradecimiento que el presidente regional ha extendido a otros muchos colectivos que han sido también destacados en la lucha contra la pandemia, como los farmacéuticos, de los que ha destacado la ”tranquilidad” que han dado a la ciudadanía; las funerarias, a las que ha reconocido las situaciones de riesgo vividas al inicio; a los conductores oficiales; a las empresas que han donado ”casi de todo”; a los medios de comunicación; a la Iglesia, ”que siempre ha estado al otro lado del teléfono, sin necesidad de presumir, y soportando no poder celebrar culto público”; así como las diputaciones y ayuntamientos.

Capítulo de agradecimientos que García-Page ha cerrado subrayando que ”una nación es un sentimiento profundo para compartir la vida, el miedo y el éxito”.

Para ello es necesario el ”coraje” que ha demostrado una tierra como Castilla-La Mancha, también quedándose en casa.

LLAMADA A LA PRUDENCIA

En este sentido, el presidente regional ha querido recordar que ”subir cuestas es muy duro”, pero que normalmente, ”lo más peligroso es bajarlas”.

Por ello ha pedido acompasar ese coraje con la prudencia, haciendo un llamamiento a ”respetarnos todos, empezando por nosotros mismos”.

Ha incidido así en que ”no hay que bajar la guardia”, mantener las distancias y extremar las medidas de higiene.

Por último ha concluido su intervención mostrándose convencido de que ”no solo vamos a superar esta crisis, sino que vamos a crecer, porque creemos más en nosotros mismos”, y deseando a Castilla-La Mancha, que además de ser ”la mejor región”, sea también ”la que mejor salud tenga”.

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