El uso de mascarilla será obligatorio en Castilla-La Mancha desde la próxima semana

  • El Consejo de Gobierno aprobará la medida en su reunión del martes, siguiendo la línea emprendida por otras comunidades autónomas y después de haber intentado sin éxito que desde el Ejecutivo central se regulara al respecto para todo el país.
  • García-Page asegura que antes de que finalice el mes de julio más del 20 por ciento de la población castellanomanchega se habrá sometido a pruebas diagnósticas de la COVID.

ALBACETE.- Castilla-La Mancha se sumará la próxima semana al uso obligatorio de mascarilla. Una utilización de forma permanente que ya está implantada numerosas comunidades autónomas y que en unos días será también de obligado cumplimiento en territorio castellanomanchego.

Así lo ha anunciado este viernes el jefe del Ejecutivo autonómico, Emiliano García-Page, durante su visita a las nuevas instalaciones del aeródromo de Carcelén (Albacete), donde ha explicado que el Consejo de Gobierno dará luz verde a esta medida en su reunión del próximo martes.

De este modo se regulará sobre el uso permanente de mascarilla, salvo en las salvedades ya contempladas hasta el momento. 

El Gobierno regional ha llegado a la conclusión de que se hace precisa esa obligatoriedad, pero después de haber estado intentando "hasta ayer mismo" que la decisión fuese adoptada por el Ejecutivo central para el conjunto del país, y a la vista de las medidas que han ido tomando algunas comunidades, finalmente se ha optado por dar el paso.

Una medida que pretende ser también un homenaje a todos los profesionales "que se están dejando la piel, a la gente que se está esforzando", así como a los fallecidos por COVID-19 y a sus familiares.

Asimismo también como homenaje de "respeto elemental", de haber tomado conciencia de lo que ha pasado y de que "hemos aprendido la lección".

Pero además, y a pesar del "buen comportamiento" que está manteniendo la mayor parte de la población en Castilla-La Mancha, puesto que según García-Page "el 98 por ciento de la gente está cumpliendo correctamente con la norma", se pretende que "ese pequeño margen que no se comporta como se debe" termine haciendo "estériles" las medidas de prevención del resto.

En este sentido, ha considerado que "afortunadamente" desde el Gobierno regional se ha tenido la cautela de repartirlas, "diez millones, ni más ni menos" -ha precisado-, al tiempo que avanzaba que "es probable" que se planteen nuevos repartos " a la vuelta del verano".

Cabe recordar así que desde el Ejecutivo castellanomanchego ya se ha anunciado que de cara al inicio de curso se distribuirá entre todo el alumnado, personal docente y no docente de los centros educativos de la región, así como de las dos universidades, un kit de dos mascarillas reutilizables, con el objetivo de facilitar una vuelta a las aulas "segura".

CIFRAS RÉCORD EN PRUEBAS DIAGNÓSTICAS

Junto a estas medidas, el presidente regional ha querido subrayar también otras actuaciones que se están llevando a cabo en materia de prevención del contagio del coronavirus, como ha sido la contratación de más de 420 rastreadores, cuya labor está siendo fundamental en el seguimiento de contactos y detección de casos asintomáticos en su mayoría, o la realización de pruebas diagnósticas.

En este sentido García-Page ha avanzado que antes de que finalice el mes de julio en Castilla-La Mancha se habrá llegado "al récord" en la realización de pruebas de la COVID, ya que una de cada cinco personas, más del 20 por ciento de la población de la región, se habrá practicado alguna.

Asimismo ha asegurado que a lo largo del verano a nivel autonómico se van a plantear "más estudios epidemiológicos", puesto que el mes de agosto "no va a existir a los efectos de trabajo de prevención para el sistema sanitario", ha aseverado.

LIBRES DE CONFINAMIENTO

Por último, y también en relación con la pandemia de coronavirus, García-Page ha detallado que este viernes han comenzado ya a liberarse las medidas del confinamiento adoptadas en los dos brotes registrados en la provincia de Albacete, el detectado en un edificio de la calle Baños de la capital y otro en Tarazona de la Mancha.

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