GUADALAJARA.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha felicitado a su nuevo homólogo en la Generalitat, Pere Aragonès, de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), una vez que ha concluido de forma exitosa la sesión de investidura en el parlamento autonómico catalán con los votos favorables de las formaciones independentistas.
El líder socialista regional ha aprovechado su intervención en el I Foro de Telecomunicaciones de Castilla-La Mancha, celebrado en la localidad guadalajareña de Marchamalo, para aplaudir la formación de un nuevo Gobierno en Cataluña, región que ha definido como "la parte más avanzada y vanguardista que ha tenido siempre este país".
"Me gustaría felicitar al que será presidente de la Generalitat", ha declarado García-Page, aconsejando a Aragonés que "el futuro está en conectarse, no en desconectarse", en clara alusión al lema 'Conéctate' del foro que ha inaugurado este viernes.
El presidente de la Junta de Comunidades ha asegurado que le gustaría que "Cataluña entre en una nueva normalidad". Una normalidad amparada en el "sentido común, cuanto más común mejor sentido" y en el cumplimiento de las normas establecidas.
Todo ello lo ha hecho después de realizar una defensa apasionada del sistema autonómico frente al modelo centralista, comentando que "está bien que haya 17 autonomías que compitan entre ellas para ver quién lo hace mejor". También ha considerado positivo "que tengamos muchos culpables en que las cosas vayan bien o mal".
En ese sentido, Page ha comparado la Constitución española con la fibra óptica, afirmando que la "no hay mejor tecnología" que la Carta Magna "para resolver los problemas de convivencia" del país. Un instrumento legal que "ha resistido todo tipo de envites" desde su aprobación en 1978, como el terrorismo u otras amenazas de distinto signo, ha asegurado.
El líder del Gobierno regional ha insistido en que "el futuro está en conectarse" y se ha prestado a participar en un dialogo "que vaya en la dirección de la normalidad".
Opina que es necesario "intentar hablar entre todos para arreglar el futuro y ponernos de acuerdo, pero dentro de la Constitución Española", porque, por el contrario "el resto haremos valer nuestros derechos".
En cualquier caso, ha defendido que esa decisión no compete a un gobierno, "ni aunque tuviera mayoría absoluta", sino que es "cosa de todos los españoles y todas las españolas".
