Prismáticos en mano para observar aves en el paraíso ornitológico de Castilla-La Mancha

La región posee una extensa avifauna local y espacios naturales que le dan cobijo, entre los que destacan sus dos parques nacionales.
Castilla-La Mancha cuenta con múltiples lugares en los que disfrutar de la observación de aves. | TURISMO CLM
photo_camera Castilla-La Mancha cuenta con múltiples lugares en los que disfrutar de la observación de aves. | TURISMO CLM

TOLEDO.- El disfrute de la naturaleza tiene múltiples vertientes y una de ellas es el turismo ornitológico, también llamado orniturismo, turismo de observación de aves o aviturismo, para el que Castilla-La Mancha posee espacios de una gran riqueza que la hacen ser un paraíso para la ornitología.

No solo es un turismo enfocado para los amantes de la ornitología sino una actividad para quienes buscan una alternativa turística que implica desplazarse a destinos específicos para conocer la avifauna local de cada entorno natural.

Se trata de un turismo apto para todos los públicos, al aire libre, barato, centrado en la riqueza natural y preparado para quienes visitan estos entornos, ya que muchos espacios cuentan con observatorios e itinerarios para hacer recorridos guiados por expertos en cada zona.

Los prismáticos son, sin duda, la herramienta indispensable para esta práctica y las serranías, roquedos, riberas y humedales de Castilla-La Mancha, un valioso refugio para contemplar el hábitat y el vuelo de las aves.

La región es, además, corredor de rutas migratorias y esto la convierte en una potencia ornitológica a nivel mundial, en la que numerosas especies encuentran cobijo y descanso, si bien hay dos centenares de especies propias de estas tierras y 38 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA) que alberga avifauna única amenazada con su extinción.

En los diferentes lugares que ofrece Castilla-La Mancha para la observación de aves se pueden ver desde jilgueros, gorriones o golondrinas en parques y jardines de municipios y ciudades, hasta grandes rapaces y avifauna acuática.

Uno de los espacios más destacados para esta práctica es el Parque Nacional de Cabañeros, que abarca las provincias de Ciudad Real y Toledo y donde habitan la cigüeña negra, el águila real, el buitre negro el elanio azul; así como en los Montes de Toledo y el Parque Natural del Valle de Alcudia y Sierra Madrona, en la provincia ciudadrealeña, lugares también ideales para la contemplación de estas aves.

Para ver pinzones, gavilanes, verderones o herrerillos el turismo u ornitológico ha de desplazarse a los bosques del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara y su Hayedo de la Tejera Negra, o a las sierras de Alcaraz y Segura, en la provincia de Albacete.

Pero Castilla-La Mancha tiene hasta 36 espacios naturales en los que poder observar aves (dos parques nacionales, cinco parques naturales, 29 lagunas, barrancos y sierras), entre los que están también los parques naturales del Alto Tajo en Guadalajara, la Serranía de Cuenca o el Barranco del río Dulce también la provincia guadalajareña.

Destacan, de igual modo, por su avifauna acuática el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel y el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, donde la lista de aves es casi infinita, con especies como el somormujo lavanco, el pato colorado, el ánade azulón, la garza imperial, el zampullín cuellinegro, el silbón europeo, los cormoranes, los flamencos o las garcillas.

Se suman a estos espacios de la Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda, numerosas lagunas ubicadas en Alcázar de San Juan, Villacañas, Lillo, Villafranca de los Cabañeros o Pedro Muñoz.

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