TOLEDO.- La decisión del Ministerio vuelve a frenar las derivaciones 'de oficio' hacia el Levante, y a pesar de que la propuesta de la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura contemplaba un trasvase de 20 hectómetros cúbicos para este mes de julio, finalmente serán 13 los que se envíen desde la cabecera del Tajo.
Un sistema que se mantiene en situación hidrológica excepcional (nivel 3), por lo que corresponde a la titular del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, determinar -de manera motivada- el volumen de agua a trasvasar para el regadío, al tener el abastecimiento garantizada su dotación.
Así, considerando las reservas de volúmenes de agua trasvasada disponibles en la cuenca del Segura y los ya autorizados aún pendientes de trasvasar a fecha 1 de julio, se mantienen los 7,5 hectómetros cúbicos destinados a abastecimientos urbanos, mientras que el volumen para regadíos se reduce hasta los 5,5 hm3.
Una circunstancia que ya se produjo en el mes de junio, cuando desde la Comisión de Explotación se proponía el volumen máximo trasvasable para esta situación, y sin embargo la ministra recortó al autorizar la derivación de 16 hectómetros cúbicos, de los cuales más de la mitad (8,5 hm3) eran para regadío.
De este modo ven continuidad las esperanzas que despertaba hace tan solo unos días el último revés judicial a los intereses trasvasistas, después de que la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional rechazase el recurso interpuesto por el Gobierno de Murcia a la decisión de reducir el trasvase para regadío tomada por el Ministerio en febrero de 2020, entre otras cuestiones por la contaminación por nitratos del Mar Menor.
Una sentencia que llevaba a la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía a considerar que el fin de la burbuja del regadío se encuentra más cerca, al tiempo que mostraban su confianza en que desde el Ministerio se tuviera en consideración esta decisión judicial y en los próximos meses se mantenga "la buena línea en la reducción de los envíos de agua".
En la decisión adoptada en esta ocasión, se han tenido en cuenta los datos del sistema a fecha 1 de julio, cuando las existencias del volumen de agua trasvasada en la cuenca del Segura para abastecimientos y regadíos era de 24,48 hectómetros cúbicos, quedando aún pendiente de derivar para esos mismos usos otros 86,3 hectómetros cúbicos ya autorizados.
Por su parte en los embalses de cabecera el agua embalsada era a comienzos de julio de 593,6 hectómetros cúbicos, tal y como se recoge en el informe de situación analizado por la Comisión de Explotación.
Un documento en el que también se refleja la previsión de que el sistema se mantenga en situación hidrológica excepcional el próximo semestre completo. Un periodo para el que se ha aplicado la regla semestral con el propósito de disponer de una ventana de pronóstico algo mayor, que permita anticipar la posible tendencia en su evolución y "tener algo más de perspectiva".
Y es que según los datos obtenidos, si se confirmaran las aportaciones de cálculo supuestas - 23 hm3 en julio; 21,9 hm3 en agosto; 21,1 en septiembre, y entre 25 y 38 hm3 al mes de octubre y diciembre- se mantendría el nivel de situación hidrológica excepcional hasta final de año, de modo que hasta el mes de octubre sí se podría trasvasar el volumen máximo de 20 hectómetros cúbicos, pero ya en noviembre únicamente habría disponibles 8,2 hm3 y en diciembre serían 9 hm3. Volúmenes, cabe subrayar, que dejarían reducidas al mínimo las aportaciones para los regadíos levantinos, al estar garantizados los 7,5 hm3 necesarios para abastecimientos urbanos. De este modo, recoge el informe, se contempla que el volumen máximo trasvasable en el semestre podría ser, por tanto, de 97,2 hm3.
TODAVÍA INSUFICIENTE
Los ribereños que agradecen el nuevo recorte en el envío de agua, pero recuerdan que a final del año hidrológico se podría llegar rondando los 400 hectómetros cúbicos, y por tanto pasar a nivel 4.
Desde la asociación consideran que esta nueva disminución sigue siendo "insuficiente", ya que la situación de los embalses, y especialmente la de Entrepeñas, es "trágica", ya que la isla se ha vuelto a convertir en península tras el descenso del nivel del agua aproximadamente dos metros.
Y sin embargo, los envíos a la cuenca del Segura continúan, sin tener en cuenta las más de 18.000 balsas de riego existentes y reconocidas por la Asamblea murciana.
Desde la asociación vuelven a insistir y piden que se tenga en cuenta la situación de los municipios ribereños y las necesidades de la cuenca cedente, de modo que cesen los envíos, "por lo menos hasta después del verano", señala su presidenta Mª de los Ángeles Sierra.
Por su parte el vicepresidente, Borja Castro, destaca los "esfuerzos" del Ministerio y confía en que siga la línea descendente en los envíos, "poco a poco", de modo que se vaya "acostumbrando al nuevo contexto a quienes esperan que todo siga igual al otro lado de la tubería".
