El texto aprobado concreta el caudal ecológico para el Tajo a su paso por Aranjuez, no así para Toledo y Talavera.

TOLEDO.- Presiones, modificaciones de última hora e intentos de cambiar lo acordado hace meses han impedido que este martes el Consejo Nacional del Agua haya aprobado el Plan Hidrológico del Tajo para el período 2022-2027 con el respaldo de Castilla-La Mancha, que finalmente ha dicho sí al borrador planteado por el Ministerio al haberse respetado los términos acordados respecto a los caudales ecológicos del río y sus reservas en la cabecera.

No obstante, el Ejecutivo castellanomanchego ha emitido un voto particular, que no condiciona el voto favorable en su conjunto, al concretarse el caudal ecológico del Tajo a su paso por Aranjuez, pero no así en las ciudades de Toledo y Talavera de la Reina. Y es que según lo acordado inicialmente, los caudales deberían llegar a los 8,65 metros cúbicos por segundo a su paso por la localidad madrileña en 5 años, mientras que para el paso por la capital castellanomanchega y la Ciudad de la Cerámica se planteaban 17,25 y 18 metros cúbicos por segundo, respectivamente.

Un voto favorable por parte de Castilla-La Mancha al que también ha contribuido la retirada, por parte del Ministerio para la Transición Ecológica, del documento denominado 'Programa Especial de Vigilancia y Control del acueducto Tajo-Segura', con el que el Ejecutivo regional había sido particularmente crítico, puesto que no garantizaba alcanzar en 2027 los caudales ecológicos recogidos en la redacción inicial del plan del Tajo.

Salvado este escollo, para Castilla-La Mancha la decisión tomada hoy es "histórica", puesto que se empieza "a salvar el Tajo de verdad". Así lo ha señalado el presidente regional, Emiliano García-Page, quien desde Crawley (Reino Unido), donde ha visitado una empresa de alta tecnología para el tratamiento del cáncer que se instalará en la capital castellanomanchego, ha recalcado que así se comienza a "ser coherentes con nuestro propio discurso y a cumplir las sentencias conseguidas en los tribunales, ni más ni menos que en el Supremo", ha apostillado.

Así, tras las "intensas", y a la postre "muy útiles", conversaciones mantenidas este lunes "para sortear los últimos intentos de zancadillas al sentido común", este martes se ha convertido en "un día histórico para Castilla-La Mancha". Un día en el que se empieza a "reequilibrar la balanza del Tajo y el trasvase".

Por ello, García-Page ha querido agradecer la labor de "muchísima gente" que ha trabajado en la dirección de "ir sustituyendo el trasvase por el cauce natural del río" en términos de "calidad y cantidad".

Y aunque han sido numerosas las maniobras necesarias para "apalancar el trasvase" hasta el último momento, este planteamiento no responde más que al "inmovilismo", al "negacionismo" y a "la comodidad de dejar las cosas como están".

Del mismo modo, y a pesar de las advertencias que desde el Ejecutivo regional se habían lanzado en los últimos días en previsión de que el Ministerio no respetara lo acordado hace meses, García-Page ha valorado hoy la "coherencia" y "firmeza" del Gobierno de España, y especialmente de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, en medio de "innumerables tensiones y negociaciones" en torno a esta materia.

Pero al tiempo que ha mostrado su satisfacción por el resultado logrado en esta reunión del Consejo Nacional del Agua, García-Page ha tendido la mano "al conjunto de las autonomías y del Levante" para entre todos fraguar "un pacto auténtico" que "nos dé sostenibilidad en la gestión del agua para todos".

El jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha celebrado asimismo la "garantía" de caudales que va a llevar el Tajo, lo cual afecta de manera notable a las ciudades de Toledo y Talavera, gracias a este acuerdo histórico que debe servir para que las próximas generaciones "empiecen a olvidar la tortura" a la que ha sido sometida durante décadas el río.

Para García-Page finalmente se ha terminado imponiendo "un concepto de sostenibilidad" en consonancia con lo que el Gobierno de España "predica para otros cambios y transiciones ecológicas".

En su opinión, "vamos en el camino correcto", el que ya se consiguió que avalara la Unión Europea, así como la histórica sentencia del Tribunal Supremo. Un esfuerzo importante que "ha merecido muchísimo la pena", ha apostillado.

EL RECHAZO MURCIANO

Y frente a la satisfacción castellanomanchega, el rechazo absoluto manifestado desde la Región de Murcia, cuyo consejero de Medio Ambiente, Antonio Luengo, se oponía durante la reunión al informe del Plan Hidrológico del Tajo al considerarlo "injustificado y arbitrario", al tiempo que generador de un grave daño económico y social para el Levante español.

En este sentido, Luengo planteaba que reducir como mínimo 31,5 hectómetros cúbicos cada año de los envíos a través del acueducto Tajo-Segura como consecuencia de elevar los caudales ecológicos -primero de 6 a 7 hectómetros cúbicos por segundo, para pasar después hasta 8,65 a partir de 2026- supone un importante daño para la cuenca receptora.

Rechazo que no ha impedido que salga adelante el Plan Hidrológico del Tajo, texto que una vez aprobado por el Consejo Nacional del Agua, deberá ir al Consejo de Estado y finalmente pasar por el Consejo de Ministros que lo convertirá en decreto.

PIDIENDO 'RÍOS VIVOS'

Y mientras tanto que en el interior del Ministerio para la Transición Ecológica se desarrollaba la reunión del Consejo Nacional del Agua, a sus puertas, representantes de la Red del Tajo, así como diversas organizaciones defensoras de los caudales ecológicos en esta cuenca, se concentraban para reclamar "ríos vivos, con agua para la vida".

Mostraban así su disconformidad con este plan, que permite que a partir de 2025 el control de las masas de agua tanto en el Tajo como en el Segura se ciña al estado de las mismas.

En este sentido, alertaban de que en caso de mejorar el estado de las aguas tanto del río como del Mar Menor, pudieran reservarse el derecho de esas dotaciones de agua, lo cual podría acabar aminorando el caudal debido a los trasvases.

Asimismo, las organizaciones que integran esta Red del Tajo rechazan los objetivos medioambientales que se pretenden alcanzar antes de 2027 acorde a este plan, puesto que incumplen las sentencias previas del Tribunal Supremo, que abogan por el establecimiento de caudales ecológicos en todos sus componentes.

Y es que, recordaba en representación de estos colectivos Alejandro Cano, "el caudal ecológico no es algo tan simple como abrir un grifo", puesto que son los caudales bien cuidados los que convierten los torrentes en ríos sanos capaces de proteger toda la biodiversidad que les circunda.