El presidente castellanomanchego insta al Ejecutivo a "arreglar" el problema creado con esta ley. - JCCM

TOLEDO.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, considera que la colocación de pulseras de control telemático para maltratadores, una de las medidas planteadas por el Ministerio del Interior para mejorar la lucha contra los asesinatos machistas, "está bien, pero no pueden con el amor propio ni con la soberbia"

Así se ha pronunciado, en alusión a las reticencias a modificar la polémica ley del 'solo sí es sí', a preguntas de los periodistas en Madrid, donde ha asistido a la inauguración del estand de Castilla-La Mancha en la Feria Internacional de Turismo (FITUR).

Y es que para el jefe del Ejecutivo castellanomanchego "sería bueno ahorrarse las pulseras", ya que "se está excarcelando a gente "como producto de un error elemental" en esta ley, por lo que considera que habría que "cambiarla, simplemente". Algo que, considera, la gente vería "con normalidad", puesto que "si se mete la pata, se arregla".

En este sentido ha insistido en que "la soberbia es muy mala consejera", y por ello cree que "hay que arreglar los problemas", puesto que "ver a un violador salir a la calle antes de tiempo, que se rebajan las penas, o incluso que algunos piensen que al ser menor la pena les va a costar menos delinquir", no es lo que se perseguía.

Y aunque no tiene duda alguna de que la intención del Ministerio de Igualdad, del Gobierno de España, sea perseguir a todo tipo de agresor sexual, "por un problema de formas, casi de prurito, de amor propio, no se cambia".

UNA SOLA VOZ EN CASTILLA Y LEÓN

Por otra parte, y preguntado sobre las medidas antiabortistas anunciadas en Castilla y León, García-Page ve a su homólogo castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, "incómodo", tanto por las declaraciones como por la actitud de Vox, y considera importante que Castilla y León "solo tenga una voz", la de su presidente, "que para eso lo han votado".

Así ha señalado que conociendo "bien" a Mañueco como le conoce, cree que "no finge" y debe pensar que el vicepresidente de Vox "se ha extralimitado".

Al respecto también se ha pronunciado la consejera de Igualdad y portavoz del Ejecutivo regional, Blanca Fernández, quien considera que lo que está ocurriendo en Castilla y León "entra en la estrategia de la ultraderecha de intentar limitar los derechos de las mujeres", entrando en las instituciones y tomando decisiones "absurdas" como las anunciadas.

Considera Fernández que no se puede consentir que la ultraderecha "condicione las políticas que nos han dado derechos y libertades a las mujeres de este país", ni en Castilla y León ni ninguna otra comunidad autónoma, ha precisado.

Por ello considera toda esta situación "un escándalo, una barbaridad y una polémica artificial por parte de Vox", la cual está debilitando al Partido Popular, cuya "tibieza" en la defensa de los derechos de las mujeres ha resaltado.

En este sentido, la consejera de Igualdad ha alertado sobre el temor de fondo que existe en el movimiento feminista y entre quienes tienen "un mínimo de compromiso con la igualdad" en relación a la entrada de Vox en las instituciones "para condicionar en las políticas de igualdad y en otras muchas cosas al PP". "Un Partido Popular que en estos momentos es rehén de Vox en Castilla y León", ha sentenciado.

Por otra parte, y en relación a la polémica sobre el aborto se pronunciaba también García-Page, quien considera preocupante que "un sector de la política en España, en pleno siglo XXI, tenga un concepto tan bajo de la mujer".

Una tendencia a considerar a la mujer, de manera directa o indirecta, "secundaria" le parece "lamentable", puesto que "no se explica todo lo que ha conseguido España si no es con la incorporación de la mujer plenamente a la vida activa, cultural", ha precisado.

Para García-Page quienes piensan así "van en contra del sentido de la historia" y por ello pide a los españoles que "intenten huir del talibanismo político del tipo que sea", que en este caso es "hacer ruido" y con ello "distraer la atención de lo que es importante".

Por su parte a quienes están en contra de la ley del aborto, algo que es "respetable" como el resto de opiniones, ha dicho que "lo que tienen que hacer es proponer una ley distinta". Y es que, ha recordado, "hay leyes que se han recurrido ante el Tribunal Constitucional, pero que cuando han tenido ocasión y mayoría para cambiarlas en el Gobierno, han pasado de largo y no lo han hecho".

Considera así que lo que hay que preguntarse es "por qué tarda tanto en verse una ley cuando ya ha habido un gobierno que podía haberla cambiado si no estaba de acuerdo con ella".