CUENCA.- Ya era el candidato de forma oficiosa a falta únicamente de que aceptara de manera oficial el encargo, algo que ha hecho este viernes, a 93 días de la cita con las urnas del próximo 28 de mayo. De este modo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, acepta la candidatura a la reelección y se convierte oficialmente en el candidato del PSOE.
Una confirmación oficial que ha hecho durante un acto celebrado en la localidad conquense de Cañete, "en el corazón de España", como ha destacado, incidiendo así en el "simbolismo" de realizar este anuncio durante la inauguración de una de las residencias que se pararon "en los momentos duros de los recortes", bajo el gobierno de María Dolores de Cospedal.
Recortes que fueron muchos y de los que "todavía tengo que recuperar muchas de las cosas que se quedaron paradas y en el cajón hace unos años", ha señalado, antes de precisar que fueron en total 616 obras las que quedaron paralizadas durante la legislatura de gobierno del PP: "Todos los hospitales, todos los centros de salud, todas las residencias, todos los institutos, la mayoría de los colegios y, por supuesto, las carreteras". Cuestiones que ha costado muchos años "recuperar y volver a poner en marcha", siendo precisamente esta residencia de mayores de Cañete una de ellas.
Y es que según ha explicado durante su intervención, no habría sido hasta esta misma mañana cuando ha firmado el documento por el que acepta ser de nuevo el candidato del PSOE para repetir gobierno en Castilla-La Mancha.
Un paso que asegura da por dos razones, por una parte porque "mi partido me permite, acepta, asume, que para mí esté muy por delante del propio partido y de todos los partidos juntos Castilla-La Mancha y España". "Si no lo aceptaran yo nunca sería candidato, porque no podría quedar bien con las dos cosas que me importan en la vida: mis ideas y mi país", ha apostillado.
Por otra parte, porque "todavía hay mucho que recuperar" y son muchas las empresas que tienen importantes proyectos para Castilla-La Mancha que "buscan estabilidad". Algo que hasta ahora la región ha ofrecido y por ello su intención en que esto siga siendo así.
García-Page realiza este anuncio meses después de que, sobre el papel, fuera designado oficialmente como candidato de su partido, después de que se agotaran los plazos de primarias y él no hubiera tampoco manifestado su intención de no repetir.
Sin embargo el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha querido marcar sus tiempos para confirmar que aceptaba la candidatura, centrándose en la gestión de la Junta de Comunidades hasta el último momento.
Así, a 93 días para la cita con las urnas, García-Page ha dado finalmente el paso y anunciado públicamente que optará a la reelección, tras ocho años al frente de la comunidad autónoma.
Una confirmación a la que ha querido dar un simbolismo especial, eligiendo para hacerla pública una residencia de mayores cuyas obras fueron paralizadas por el Ejecutivo de Cospedal, a la que se impuso en las urnas en el año 2015, con su primera candidatura autonómica tras ocho años gobernando el Ayuntamiento de Toledo.
Una legislatura en la que fue preciso pactar primero y buscar socios de gobierno después para sacar adelante las cuentas regionales, a la que sin embargo seguiría una contundente victoria en la siguiente cita electoral de 2019. Comicios en los que el PSOE de Emiliano García-Page obtenía mayoría absoluta, 19 escaños que han dado estabilidad al Ejecutivo y sus decisiones a lo largo de esta compleja legislatura.
De este modo, Emiliano García-Page optará a un tercer mandato, algo que no hubiera sido posible si en julio de 2019, con los votos a favor de PSOE y PP, las Cortes regionales no hubieran aprobado la supresión de la limitación de ocho años en la Presidencia de la Junta.
