TOLEDO.- El Gobierno de Castilla-La Mancha y los productores de plantas aromáticas de la región colaborarán en materia de investigación e innovación para dotarse de una argumentación "científica y rigurosa" que permita defender con solvencia los aceites esenciales en Europa de cara al procedimiento promovido por la Comisión Europea sobre posibles caracterizaciones futuras de estos productos procedentes de la lavanda y el lavandín.
Así lo ha señalado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, tras la reunión que ha mantenido en Toledo con la Asociación Interprofesional de Plantas Aromáticas y Medicinales (Anipam), con cuyo presidente, Abelardo Carrillo, ha firmado un protocolo de colaboración en su calidad de presidente del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF).
Un encuentro en el que se ha puesto de manifiesto el compromiso de la asociación y el apoyo de la Administración regional a este cultivo, que contribuye a la biodiversidad y ayuda a luchar contra la erosión del suelo. Valores a los que se une el componente paisajístico, el turismo y la gastronomía vinculados al producto, contribuyendo así al impulso del desarrollo rural, generando empleo en los pueblos con las destilerías donde se transforma, reteniendo así en Castilla-La Mancha todo el valor añadido.
Con la firma de este protocolo de colaboración, se persigue intensificar la actividad de cooperación con el sector de las plantas aromáticas y medicinales en términos de investigación e innovación, pero también de acceso a fuentes de financiación, experimentación, formación y uso conjunto de recursos propios.
Se trata, tal y como han señalado desde el Gobierno regional en nota de prensa, de dotar al sector de mayor capacidad de desarrollo en el conocimiento técnico y comercial de los productos y de las prácticas relacionadas con las aromáticas.
Asimismo han recordado que el Reglamento REACH (registro, evaluación, autorización y restricción de las sustancias y preparados químicos), en el que se propone incluir los aceites esenciales de lavanda y lavandín, se encuentra en periodo de consulta pública hasta el próximo 15 de abril. Plazo en el que se argumentarán y defenderán los intereses de los agricultores de la región, planteando una conclusión técnico-científica al respecto.
Por otra parte, el consejero ha detallado que para la próxima semana están previstas diversas reuniones de carácter técnico con impacto político, con los ministerios para la Transición Ecología y Sanidad. Igualmente se pretende ir de la mano con los grupos del Parlamento Europeo para trasladar el sentir del sector de las plantas aromáticas, y ha avanzado que s trabajará con países como Francia, donde el sector tiene un gran peso económico, para ello.
Los representantes de la asociación ha agradecido el "apoyo decidido" de la Consejería y del Gobierno de Castilla-La Mancha al sector, así como la interlocución abierta con las organizaciones centrales y europeas para "dejar clara nuestra posición".
En este sentido, Martínez Arroyo ha subrayado que Castilla-La Mancha se posicionará junto al sector en todo este proceso, puesto que "estamos vendiendo naturaleza y salud", al tiempo que se beneficia a mucha gente de los pueblos, lo cual permite afrontar bien el reto demográfico.
NUEVA CONVOCATORIA DE AYUDAS
Por otra parte, el consejero de Agricultura ha avanzado que antes de que finalice el mes de marzo estará en marcha una nueva convocatoria de ayudas agroambientales para el cultivo de aromáticas en la región para los años 2022, 2023 y 2024. Una convocatoria que estará dotada con medio millón de euros y la posibilidad de ampliar el presupuesto, en función del número de peticiones.
Ayudas de las que se estima se podrán beneficiar alrededor de 1.000 hectáreas de este cultivo, del que Castilla-La Mancha es líder en producción, con casi el 60 por ciento del total a nivel nacional.
Un cultivo que tanto Anipam como el Gobierno regional confían en que siga aumentando en los próximos años, tal y como ha venido haciendo. Y es que, mientras que en el año 2017 había 1.850 hectáreas cultivadas en la comunidad autónoma, hoy se superan las 4.000 hectáreas. Por su parte se ha pasado a más del doble de agricultores, de los 112 que había hace cinco años a los 267 que hay actualmente.
