TOLEDO.- La publicación de nuevas grabaciones en las que se recoge una conversación entre el comisario José Manuel Villarejo y la entonces ministra de Defensa y secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, vuelven a poner a la que era también presidenta del PP de Castilla-La Mancha en el centro de la polémica. Esta vez, el audio, publicado por el diario El País este jueves, recoge una reunión celebrada entre ambos en mayo de 2017, en la que Villarejo le ofrece un informe sobre supuestas reuniones de Podemos con los servicios secretos cubanos y ETA en Venezuela, haciendo referencia a otros informes falsos creados, ex profeso para dañar a su entonces secretario general, Pablo Iglesias, y a la propia formación morada.
Un material de audio que fue incautado durante le registro a una de las propiedades de Villarejo, pero que aún no ha sido incorporado a ninguna de las cerca de treinta piezas separadas del caso 'Tándem'.
Según detalla El País, el 24 de junio de 2017 el comisario Villarejo escribía en su agenda: "La posverdad -la mentira-, algo que no ha ocurrido, pero que se presenta como cierto para dañar a otro", solo un mes y medio después de hablar con Cospedal de lo que se había denominado 'informe PISA' (Pablo Iglesias S.A.), fabricado en 2016 por la policía patriótica y filtrado a la prensa para difundir la idea de que el dirigente de la formación morada había recibido dinero ilegal procedente de la dictadura iraní.
En esta grabación que ahora ve la luz, hablando sobre Pablo Iglesias, al que ambos se refieren como "un hijo de puta", Villarejo comenta a Cospedal que en 2014 tenía "un tema de la hostia", sobre un coronel del servicio secreto venezolano que le iba a dar "unas actas donde había reuniones de ETA con el servicio secreto cubano y con los de Podemos", en Venezuela.
Un material que para la también expresidenta de Castilla-La Mancha es "una bomba" y asegura querer, tras comentar el comisario que cuando se lo ofreció al entonces número 2 del Ministerio del Interior, Francisco Martínez, "se cagó".
Durante la conversación, José Manuel Villarejo explica a Cospedal que la operación para acusar a Iglesias de haber cobrado dinero del régimen venezolano a través de las Islas Granadinas, resultó un fiasco.
Entre las primeras reacciones a este nuevo episodio de las cloacas del Estado, la del propio Pablo Iglesias, quien a través de las redes sociales ha ironizado señalando que "España es una democracia plena. No existen las cloacas del Estado. No hay cloacas mediáticas. El PP no es un partido de delincuentes. Podemos es ETA... y Venezuela y Cuba", ha escrito en Twitter.
Pero las reacciones también han llegado desde Castilla-La Mancha, donde por aquel entonces Cospedal seguía al frente del Partido Popular, y a cuyos actuales dirigentes los socialistas piden que se pronuncien al respecto. Así lo ha señalado desde Mota del Cuervo (Cuenca) la portavoz del grupo parlamentario en las Cortes, Ana Isabel Abengózar, para quien sería lo "digno" que deberían hacer los populares, tras conocerse este "nuevo capítulo de esas supuestas cloacas del Estado", en el que "Cospedal está detrás, supuestamente manejándolas".
Considera que "estaría bien que el PP, en un ejercicio de responsabilidad, quisiera desmarcarse de eso", y que lo hiciera, precisamente, "quien propuso a Cospedal como presidenta de honor de su partido".
Sin embargo, la socialista tiene claro también que el presidente de los populares en la región, Paco Núñez, no lo hará, "porque es su mayor aplaudidor en todo momento".
Para Abengózar resulta "lamentable" ver "ese abandono de la responsabilidad en el que vive el Partido Popular de Castilla-La Mancha" y que solamente se les conozca "por los bulos". Algo en lo que Núñez "es buen discípulo de Cospedal", despés de que se haya conocido que esta, siendo ministra de Defensa, pretendiera "generar bulos en torno a un partido político".
