Cospedal desvió financiación del nuevo Hospital de Toledo para pagar facturas de publicidad

Los más de cien millones de euros concedidos a través de un préstamo para construir el Hospital de Toledo fueron destinados finalmente a pagos ordinarios cuando solo faltaba un mes para las elecciones que terminaron sacando al PP del Gobierno de Castilla-La Mancha.

Destapada una nueva polémica sobre la gestión de María Dolores de Cospedal. Concretamente, fuentes del actual Ejecutivo de Castilla-La Mancha han sacado a la luz que el anterior Gobierno del Partido Popular destinó un total de 115 millones de euros de un préstamo concedido por BBVA para la construcción del nuevo Hospital de Toledo a pagos ordinarios de la administración como facturas de publicidad institucional o subvenciones.

En este sentido, los mismos confidentes han informado de que, además, la desvinculación de este préstamo con la financiación del centro hospitalario se produjo el pasado 15 de abril de 2015, es decir, un mes y medio antes de la celebración de las elecciones autonómicas que terminaron sacando al PP del Gobierno de Castilla-La Mancha.

El recorrido del dinero hasta que el Partido Popular lo utilizó para pagar facturas

Según recuerda el Ejecutivo castellano-manchego con diferentes datos aportados, el 30 de marzo de 2007, la empresa Servicio Hospitalarios Generales, encargada entonces de la construcción del Hospital de Toledo, formalizó para la ejecución de dicha obra un préstamo con el Banco Europeo de Inversiones dispuesto en dos tramos de 25 millones de euros.

Posteriormente, con fecha 6 de mayo de 2010, la empresa anteriormente mencionada suscribió con el BBVA dos contratos de préstamo por importe total de 150 millones de euros. El primero por importe de 50 millones de euros fue dispuesto en su totalidad el 6 de mayo de 2010. El segundo, por importe de 100 millones de euros, fijaba 2 desembolsos en tramos de 50 millones de euros cada uno. El primer tramo se desembolsó el 6 de mayo de 2011 y el segundo tramo en fecha 6 de mayo de 2012.

Además, el 8 de septiembre de 2011 se produjo la fusión por absorción de Servicios Hospitalarios Generales SL con la empresa pública GICAMAN, por lo que ésta entidad se hizo responsable de los derechos y obligaciones derivados de los préstamos para la construcción del hospital de Toledo.

De este modo, según las fuentes del Gobierno de García-Page, GICAMAN dispuso de todos los créditos programados, situándose con un excedente financiero que "iba muy por delante" del programa de ejecución de obras. Asimismo, han señalado que la paralización del proyecto por parte del Gobierno de Cospedal situó a esta sociedad con unos fondos utilizados del préstamo del BBVA de 35 millones de euros y, por tanto, con un excedente de 115 millones para pagar unas certificaciones de obra que nunca se llegaron materializar, un dinero que como hemos explicado, finalmente fue utilizado por el Partido Popular para pagar facturas ordinarias justo antes de las elecciones.

Cospedal lo reconoce

Por su parte, la expresidenta de Castilla-La Mancha y actual presidenta de los conservadores en la región, María Dolores de Cospedal, ha reconocido que el Gobierno que lideraba utilizó ese dinero para otros fines.

Además, la ‘popular’ ha calificado de “leoninas" las condiciones de este préstamo que fue negociado por el Ejecutivo socialista de José María Barreda, puesto que "costaba a los castellano-manchegos la friolera de 5 millones de intereses al año y que para cancelarlo se cobraba a la Junta una comisión de 15 millones".

¿Por qué no hizo Cospedal el hospital si había dinero?

Esta es la pregunta que se hace el actual Ejecutivo de Castilla-La Mancha. Sobre este asunto, el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alonso Ruiz Molina, ha destacado que Gobierno de García-Page se enfrenta a dos problemas, pues por un lado la financiación de esta construcción, que, "aunque no va a haber problemas", se tendrá que "detraer de otras partidas"; y, por otro, el pago de "los intereses y las amortizaciones de un préstamo que en su día debía haberse destinado a la financiación de esta infraestructura sanitaria".

Para Ruiz Molina, ha quedado demostrado que "el objetivo de Cospedal" era "la privatización de la sanidad pública", para lo cual dejó "en un cajón la financiación que estaba destinada a la construcción del hospital de Toledo, porque su principal objetivo era cambiar el modelo sanitario".

Como ejemplo, el consejero ha finalizado diciendo que si ese dinero no se destinaba a la construcción del hospital de Toledo, dado que era un dinero destinado a infraestructuras sanitarias, se podría haber utilizado para "otra inversión de carácter sanitario", como en centros de salud, en lugar de "a pagar facturas".

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