TOLEDO.- Las direcciones de Podemos e Izquierda Unida en Castilla-La Mancha han confirmado hoy su propuesta para ir juntos a las próximas elecciones autonómicas y municipales de mayo de 2019, con el objetivo de "crecer" y "gobernar" en la región.
Aunque todavía es pronto para poner nombre a quién liderará su candidatura a la Junta castellano-manchega, está claro que por ambas partes se jugarán sus respectivas bazas, unos desde la experiencia 'de gobierno' adquirida en la segunda parte de esta legislatura y otros desde la que les confiere su trayectoria en el panorama político regional.
Aseguran no haber decidido aún cómo se configurarán las candidaturas, puesto que primero deben concluir los procesos de primarias en los que ambas formaciones se encuentran inmersas. El resultado de las del partido morado se conocerá a finales de noviembre, aunque para conocer el de IU habrá que esperar hasta el 22 de diciembre.
Así lo han desvelado este jueves el vicepresidente segundo de la Junta y secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina, y el coordinador regional de Izquierda Unida, Juan Ramón Crespo, quienes han participado en un encuentro con periodistas para hablar sobre su confluencia electoral, cita en la que también han participado la secretaria de Organización de la formación morada, María Díaz, y la responsable autonómica del área de Mujer de IU, Isabel Álvarez.
Candidatura para la que aún tampoco está definido el nombre con el que se presentará a los comicios, ni si se sumarán a ella otros partidos, como Equo y el Partido Castellano, y otras entidades sociales.
Será después de que finalicen los procesos internos cuando se negocie "cómo lo ordenamos, qué nombres ponemos y qué caras y puestos", ha destacado Díaz.
Por su parte Crespo considera que "lo importante" es el programa, y que después vendrán las personas; mientras que García Molina ha apuntado que la gente no entendería disputas por los puestos, al tiempo que se ha mostrado convencido de que "no será un problema", puesto que se hará "desde la generosidad".
Para el líder autonómico de Podemos, ambas formaciones han dado "un paso decidido" para construir una alternativa política en la región. No obstante, a pesar de insistir en la relevancia del programa las dos partes dejan claro que cada partido mantendrá "su independencia y autonomía", presentándose cada uno con un programa electoral.
Así, desde la confluencia en las personas pero con programas diferenciados -aunque lógicamente con puntos en común-, Molina asegura que pretenden convertirse en una "verdadera esperanza de cambio", distanciándose de los partidos que hasta ahora han gobernado en la región y que, consideran, "no se han comprometido con un verdadero cambio con esta tierra". Una región que "tiene muchas potencialidades que aún no se han desarrollado", ha dicho.
DARDO DE MOLINA A PAGE
De este modo, y lanzando un duro ataque a su jefe en el Ejecutivo regional, el socialista Emiliano García-Page, el vicepresidente segundo de la Junta ha subrayado que quiere llegar al Palacio de Fuensalida "para tener un gobierno honrado y trabajador", pero también para que los ciudadanos "sean los verdaderos protagonistas" y se establezca con ellos "un nuevo compromiso".
Advierte García Molina de que sus adversarios -entre los que se sitúan también sus actuales socios en el Gobierno autonómico- se sienten "especialmente cómodos" cuando ven a los partidos "de progreso" estar "enredados" en cuestiones internas.
Es por ello que considera este momento como "clave" porque que las "fuerzas políticas reaccionarias" se están fragmentando y ante ello "las fuerzas que nos consideramos de progreso" deben unirse.
En este sentido, el coordinador regional de IU ha detallado que la alternativa no pasa por plantear políticas que pretendan aparentar ser nuevas, pero que en realidad sean las mismas de siempre.
PRÉSTAMO DE DIPUTADOS
Pero el secretario regional de Podemos ha ido un paso más allá y, preguntado sobre la posibilidad de llegar -de nuevo- a acuerdos con el Partido Socialista, ha señalado que se presentan para ganar, pero que en caso de no conseguir la mayoría absoluta en las Cortes, le "encantaría" que el PSOE les prestara diputados para gobernar.
Respecto a la posible entrada de Ciudadanos en el Parlamento autonómico, Juan Ramón Crespo considera que no es algo que les deba preocupar a ellos, sino "a otros partidos".
Lo que tiene claro García Molina es que "el tiempo de las mayorías absolutas ha terminado", y se abre "la etapa de las políticas de acuerdos y confluencias", algo que considera "especialmente sano para la democracia".
En lo que respecta a las elecciones municipales, desde la formación morada aseguran que se contará con personas que sean "referente" en la sociedad civil, mientras que Crespo ha apuntado que la coalición aspira a presentarse en las más de 900 localidades de Castilla-La Mancha.
