Podemos deja sin órganos de dirección a todos los municipios de Castilla‑La Mancha

Castilla-La Mancha es una de las cinco comunidades autónomas que no abrirá sus urnas en el proceso de renovación de asambleas municipales convocado por la formación morada a nivel estatal. Desaparecen de su estructura los consejos ciudadanos municipales y ninguna localidad elegirá tampoco secretarios generales. 

TOLEDO.- Podemos se queda en Castilla-La Mancha sin órganos internos de carácter local, al quedar excluida esta comunidad del proceso de renovación de asambleas ciudadanas emprendido por la formación morada a nivel estatal. 

De este modo,  ningún municipio castellano-manchego tendrá órganos de dirección local de la formación morada. Tras quedar disueltos el pasado mes de enero los órganos municipales elegidos en 2015, se ha optado por no volver a convocar procesos electorales para renovarlos.

Una medida derivada de la aplicación del reglamento elaborado por la Secretaría de Organización de Pablo Echenique aprobado el pasado mes de diciembre, a través del cual los requisitos para renovar estos órganos se endurecían, llevando al desmantelamiento del 70 por ciento de la organización a nivel local. 

Al igual que en Castilla-La Mancha, tampoco están llamados a este proceso de asambleas municipales los militantes de Podemos de Cantabria, Aragón, Galicia y La Rioja. En el resto del territorio sí se contemplan procesos de primarias, aunque en un número mucho menor que hace tres años. 

Si en 2015 fueron 770 los municipios en los que se celebraron procesos de primarias, tres años después la cifra se reduce drásticamente, siendo únicamente 227 localidades las que elegirán a sus representantes locales. Sin embargo, entre estos municipios, serán tan solo 24 ‑frente a los 331 que lo hicieron hace tres años‑ los que además del secretario general municipal también se elegirá consejo ciudadano municipal. Cuatro de ellos en Andalucía, dos en Asturias, uno en Castilla y León, tres en la Comunidad de Madrid, cuatro en Cataluña y otros cuatro en la Comunidad Valenciana, uno habrá en el País Vasco, dos en Murcia y otro más en Extremadura. 

Un desmantelamiento de las direcciones locales que se adelanta a los comicios municipales y autonómicos del próximo año, escudándose en "la primacía de la participación sobre la representación", a través de la que fomentar "la implicación y reforzar la militancia". Premisas recogidas en el reglamento para los procesos internos municipales aprobado el pasado mes de diciembre por la Secretaría de Organización, a través del cual el partido endurecía los criterios para poder renovar los órganos surgidos de los procesos asamblearios de 2015. 

Requisitos que parece no haber cumplido ninguna ciudad castellano-manchego en las que Podemos contaba con representación a nivel local, puesto que la comunidad autónoma no ha entrado en esta primera tanda de renovación de asambleas municipales. Un proceso que se extenderá hasta el 21 de junio, cuando se proclamarán los resultados de las votaciones a realizar entre el 11 y 18 de junio. 

En su conjunto habrán sido dos meses lo que se haya extendido el proceso, desde su inicio en abril con el cierre del censo de militantes ampliado y de los círculos, hasta finales de junio con las votaciones y proclamación de resultados. 

Tras ello, con el verano por medio, es poco probable que se abra una nueva tanda de asambleas ciudadanas municipales, por lo que de convocarse quedaría para el otoño, con los procesos para elección de candidatos en ciernes y calentando motores para la precampaña. 

No obstante, el reglamento de procesos internos municipales sí contempla la posibilidad de que se celebre otra tanda de asambleas, aunque debería ser fijada por el Consejo de Coordinación Estatal a propuesta de la Secretaría de Organización, y nunca más de tres al año. 

Una aplicación estricta del reglamento, en el que también se contemplan excepciones que desde Podemos Castilla-La Mancha parece que no se ha optado por tener en cuenta. Y es que, aunque el reglamento señala entre los requisitos para abrir las urnas que al menos 45 días antes de las votaciones exista al menos un círculo activo en el municipio y que el censo de militantes ampliado suponga al menos el 0,075 por ciento  del total de habitantes del municipio -para los municipios de 50 militantes o menos- o 250 personas -para los de más de 50 militantes-, también se prevén situaciones excepcionales para los municipios en los que Podemos "haya obtenido menos del 10 por ciento de los votos" en las últimas dos elecciones, ya sea en solitario o formando parte de una confluencia; y cuando el municipio esté situado en una zona de alto nivel de despoblación.

No obstante, en Castilla-La Mancha parece no 'cuadrar' ninguno de estos supuestos, y se opta, al menos por ahora, por dejar sin órganos de dirección local a los municipios de la región.

Algo que pone de manifiesto la situación de la formación morada en numerosos municipios de Castilla-La Mancha, donde no solo no ha conseguido asentarse en estos años, sino que en algunos se encuentra abocada a la desaparición. 

En este sentido, cabe destacar que según el reglamento de procesos internos, el censo de militantes utilizado para determinar "el tipo y el tamaño de los órganos internos municipales" es el no nominal, que refleja únicamente la cantidad de asistentes de cada círculo. Una cifra calculada "computando el promedio de la asistencia al círculo o coordinadora según conste en las tres últimas actas". Por su parte, el censo nominal, aquel en el que no se requiere la presencialidad en las reuniones, únicamente se puede utilizar "en segunda instancia y bajo circunstancias excepcionales", algo que debería pedir el Consejo Ciudadano Autonómico. 

Para poder llevar a cabo la elección de consejos ciudadanos municipales se exige, según el reglamento, tener más de 50 militantes de círculos, requisito que parecen no cumplir ninguna de las localidades castellano-manchegas. 

Otra de las críticas que se hace a esta exclusión del proceso de renovación de asambleas municipales de Castilla-La Mancha, es el hecho de que en pleno proceso de confluencias de cara a las elecciones municipales y autonómicas de 2019, deja a cientos de ciudades sin interlocutores válidos para afrontar esas negociaciones, dejando todo en manos de la dirección autonómica. 

Y es que, aunque el reglamento apunta que "ni la existencia de órganos internos es garantía" de que la formación se presente en un municipio, "ni es condición para ello" de cara a las elecciones, el no poder tomar decisiones en el ámbito local siembra de dudas a muchos militantes del partido morado, y así lo están manifestando en redes sociales como Télegram, Twitter y Facebook. 

Más aún en una comunidad autónoma como Castilla-La Mancha donde existe una guerra abierta entre las distintas corrientes existentes en Podemos, que ha está viviendo su último capítulo ‑por ahora‑ con las acusaciones de trato machista contra uno de sus miembros más visibles, el portavoz del grupo parlamentario en las Cortes, David Llorente; y las manifestaciones del secretario regional, José García Molina, ofreciéndose al PSOE si le necesita de nuevo para gobernar tras los comicios del próximo año. Todo ello a tan solo unas semanas de que se restituyera en su cargo como consejero al portavoz de la corriente crítica Imagina Podemos, Fernando Barredo, al que se mantuvo apartado durante ocho meses tras las informaciones publicadas en un diario nacional.

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