Page critica el "mercadeo" con la política migratoria en Cataluña y su entrega a "supremacistas" que buscan "lo mismo" que Vox

El presidente castellanomanchego considera que "no merece la pena" tener una situación política de "infarto tras infarto" y espera que el Gobierno aproveche su reunión en Quintos de Mora para "pensar" dónde conduce esta situación.
"Con España no se juega" ha escrito Page en una pizarra digital del colegio que ha visitado en Marchamalo. - P. LÓPEZ | JCCM
photo_camera "Con España no se juega" ha escrito Page en una pizarra digital del colegio que ha visitado en Marchamalo. - P. LÓPEZ | JCCM

GUADALAJARA.- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, espera que el Gobierno de España aproveche su reunión de este fin de semana en la finca toledana Quintos de Mora para "pensar" a dónde conduce la relación que se ha establecido con los independentistas catalanes, que pretenden que el Ejecutivo gobierne "con una camisa de fuerza", algo que este país "no se merece bajo ningún concepto".

Así lo ha señalado Page en Marchamalo (Guadalajara), a preguntas de los medios de comunicación sobre el acuerdo entre el Gobierno central y Junts para que la Generalitat reciba las competencias en política migratoria, tras inaugurar las obras de modernización y mejora del CEIP Cristo de la Esperanza, donde ha pedido al gobierno de Sánchez que "piensen muy en serio", puesto que "con las cosas de comer no se puede mercadear".

En este sentido, García-Page ha insistido en que "ningún estado puede renunciar, bajo ningún concepto, a la competencia en fronteras", al ser esta "la expresión más elemental de soberanía", al tiempo que ha mostrado su descontento por el hecho de que se esté "improvisando permanentemente" la política.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha lamentado la "desoladora" sensación que produce este traspaso de competencias, por lo que confía en que esta reunión en la finca toledana sirva al Gobierno para "pensar a dónde conduce este laberinto, si hay o no salida, y si es o no admisible que los independentistas catalanes, que por lo demás son supremacistas cuando no xenófobos", plantean un gobierno con "camisa de fuerza". "¿Hasta cuándo y para qué?", se ha preguntado el presidente castellanomanchego, quien tiene claro que si estas competencias las pidiera a Vox, "todo el mundo se rasgaría las vestiduras". Junts "las pide para lo mismo", ha afirmado, algo que "no tiene nada de progresista", sino que es "reaccionario".

Por otra parte, preguntado sobre si lo que sugiere es la celebración de elecciones generales, Page ha señalado que él apuesta por "pensar en España Más que en el Boletín Oficial del Estado". Para Page "no merece la pena" tener una situación política de "infarto tras infarto".

Así, ha recordado que el acuerdo alcanzado con Junts se ha producido porque el Gobierno ha querido sacar adelante unos decretos que son "bienintencionados, positivos", puesto que "en teoría ninguno era negativo", por lo que no ve "tolerable" que para su aprobación se haya tenido que mercadear "hasta con la soberanía nacional".

En este sentido, García-Page ha expresado sus dudas sobre la constitucionalidad del traspaso de competencias en migración, por lo que ha advertido del riesgo de que el Ejecutivo "acumule compromisos" con la intención de que "no vayan a ningún sitio o terminen siendo un cajón inmenso de frustración", que deriven en que llegue el día en que al expresident de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, "se le pase por la cabeza decir que está harto, que nadie cumple" porque se están ofreciendo "compromisos imposibles".

Y es que, según Page, "estamos hablando de darle a una persona y a un partido supremacista competencias que no están pensadas ni para otras razas ni para otros continentes, que las quieren plantear frente a los propios españoles". "Si es que si por Puigdemont fuera, yo sería un extranjero", ha sentenciado el jefe del Ejecutivo castellanomanchego.

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