Durante el Pleno del jueves en las Cortes de Castilla-La Mancha, en el que se debatía la enmienda a la totalidad de los presupuestos presentada por el Partido Popular, volvió a hacer su aparición un tema ya demasiado candente en el mapa de la política española: Venezuela.
Las referencias al país caribeño surgieron después de que el portavoz del PP, Francisco Cañizares, cargara duramente contra los presupuestos que se estaban tramitando. El popular declaró que los presupuestos estaban sirviendo para que las empresas “se fueran de Castilla-La Mancha”, además de estar destinados “a llegar a impagos”.
Igualmente, Cañizares aseguró que estos “eran un engaño”, pues no cumplían con el Rescate Ciudadano acordado entre el PSOE y Podemos, porque “reducen el dinero destinado a las personas con dependencia y aumentan las derivaciones a las clínicas privadas”.
Fue entonces cuando el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, en su turno de réplica, acusó al Partido Popular de “haberse estudiado más los presupuestos de Grecia y Venezuela que los de Castilla-la Mancha”, ya que las críticas que habían argumentado a los populares “no se correspondían con la realidad”.
El consejero hizo referencia así a unas palabras que pronunció la portavoz del PP, Carmen Riolobos, hace unas semanas. La popular arremetió contra los presupuestos del “bipartito” PSOE-Podemos espetando que causarían “el empobrecimiento paulatino de la región” al querer convertir el modelo económico de Castilla-La Mancha “en una copia del de Venezuela y Grecia”.
Por otra parte, el consejero explicó que el Gobierno regional intentará “reparar la sangría y el dolor causado por el PP a la ciudadanía en general y a los empleados públicos en particular” y pidió a los populares que colaboraran con ellos para sacar adelante a la región. “Después del daño que han generado destrozando todo lo relacionado con lo público, están obligados a hacerlo”, declaró Ruiz Molina.
