CIUDAD REAL.- La reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha deberá esperar a la próxima legislatura al no darse "clima político favorable" para abordarla ya en esta y descartar el plantearla de manera unilateral como se hizo bajo el gobierno del Partido Popular en la región.
Así lo ha señalado el vicepresidente del Ejecutivo autonómico, José Luis Martínez Guijarro, durante la rueda de prensa que ha ofrecido en Ballesteros de Calatrava (Ciudad Real), donde durante dos días se ha reunido el Gobierno regional para abordar, entre otras cuestiones, la planificación de la gestión de los cerca de 900 actuaciones en marcha financiadas principalmente con los fondos de recuperación europeos, de modo que "lleguen a buen puerto", pese a las "turbulencias" del momento actual, así como del tramo final de la legislatura.
Martínez Guijarro ha señalado que pese a los intentos que se han realizado para abordar la reforma del Estatuto desde el principio de la legislatura, el clima político -tanto a nivel de Castilla-La Mancha como nacional- no lo ha permitido.
"Lo hemos intentado", ha asegurado el vicepresidente regional, desde el convencimiento de que la comunidad autónoma necesita de un estatuto "de segunda generación", con "herramientas e instrumentos" que el actual no contempla, como por ejemplo la figura del decreto ley.
En este sentido, Martínez Guijarro ha llamado la atención sobre el hecho de que en las Cortes de Castilla-La Mancha en estos momentos haya "muchas proposiciones de ley se están tramitando por lectura única", lo cual, de existir esa figura del decreto-ley en el Estatuto que sí contemplan los de segunda generación, estos serían aprobados por el Gobierno y ratificados por las Cortes.
Pero además, ha recordado, desde el Gobierno de Emiliano García-Page también se viene abogando por una reforma del Estatuto de Autonomía que sirva para blindar el acceso de los ciudadanos a los servicios públicos, entre otras cuestiones.
Sin embargo, considera Martínez Guijarro que "ni en Castilla-La Mancha ni en España" se ha da en estos momentos un clima "proclive a los acuerdos" que requiere la aprobación de una reforma estatutaria. "No nos planteamos hacerlo como hizo Cospedal, de manera unilateral", ha subrayado el vicepresidente, al considerar que debe ser fruto de consensos.
"La siguiente legislatura, veremos si podemos hacerlo", ha apostillado, confiando en que "después de las elecciones se tranquilice el clima político en Castilla-La Mancha y a nivel nacional" y que esto permita "dotarnos de un nuevo Estatuto".
