Valerio, una incondicional de Sánchez y experta en Seguridad Social ante el reto de las pensiones

La nueva ministra de Trabajo hereda de Fátima Báñez una polémica gestión laboral con muchos frentes abiertos. Valerio fue de los pocos apoyos que recibió desde Castilla‑La Mancha el ahora presidente del Gobierno durante las primarias del PSOE.

GUADALAJARA.- Magdalena Valerio Cordero, nueva ministra de Trabajo del Gobierno encabezado por Pedro Sánchez, llega al Ejecutivo central con un perfil de experta en Seguridad Social para hacer frente al reto de solucionar la situación de las pensiones. Área donde cuenta con una dilatada experiencia, puesto que gran parte de su vida laboral la ha ejercido en este campo, ya que es funcionaria del Cuerpo de Gestión de la Seguridad Social y de la Escala de Gestión de Empleo del Instituto Nacional de Empleo (INEM).

Además, desde septiembre de 2005 fue consejera de Trabajo y Empleo de Castilla‑La Mancha y a partir de 2007 consejera de Turismo y Artesanía, para asumir en septiembre de 2008 la Consejería de Administraciones Públicas y Justicia, cargo que ocupó hasta 2010.

Junto a la reforma de las pensiones, la reordenación del sistema de prestaciones por desempleo es otro de los principales retos que deberá afrontar Valerio, que recoge su cartera ministerial con un mercado laboral que está muy lejos de recuperar los niveles previos a la crisis.

Concretamente, con dos años de legislatura por delante, la nueva ministra se encuentra con un mercado laboral con 18,87 millones de empleados, casi dos millones menos que en 2007, caracterizado por una elevada temporalidad que alcanza el 26% y con una tasa de paro del 16,7%, la segunda más elevada de la Unión Europea.

España tiene casi 3,8 millones de desempleados ‑la mitad de larga duración y sólo 1,82 millones de ellos perciben una prestación por desempleo, situando la tasa de cobertura del sistema de protección en el 59,5%.

Valerio, 'sanchista' reconocida y una de las personas que han formado parte del "gobierno del cambio" que compuso Pedro Sánchez de cara a las elecciones generales de junio de 2016, es la encargada del Pacto de Toledo dentro de la Ejecutiva del PSOE.

Ahora, la nueva titular de Trabajo deberá retomar las negociaciones con los agentes sociales y las comunidades autónomas para reformar el sistema de protección por desempleo, después de que dos de los programas, que afectaban a desempleados de larga duración, dejaran de estar en vigor desde el pasado 1 de mayo.

El plan Prepara y el Programa de Activación por el Empleo dejaron de funcionar hace más de un mes cuando decayó la prórroga que se dieron Gobierno y autonomías para acatar sendas sentencias del Tribunal Constitucional que señalaban que la gestión de estas ayudas era competencia autonómica y no estatal.

Para sustituirlas, el anterior Ejecutivo del Partido Popular trabajaba en una Renta Complementaria de Desempleo, que no pudo sacar adelante al no contar con el apoyo de los sindicatos ‑que consideraban que recortaba la protección actual‑ ni de algunas comunidades autónomas.

No obstante, sí se introdujo mediante una enmienda en los Presupuestos para este año la creación de un subsidio extraordinario por desempleo "con carácter temporal" para que no queden desprotegidos los posibles beneficiarios de este tipo de ayudas económicas.

La elevada temporalidad del empleo y, en concreto, los contratos de muy corta duración ‑de menos de una semana que representan más de 1 de cada 4 que se firman cada mes, es uno de los principales problemas del mercado laboral que hereda Valerio de su antecesora, la 'popular' Fátima Báñez.

Además, se espera que la nueva ministra legisle para reducir la brecha salarial de género ‑algo a lo que se negó el PP‑ o para introducir mejoras en el ámbito de la formación.

En general, el nuevo Ministerio de Trabajo se enfrenta al reto de dinamizar las mesas que comparte con patronal y sindicatos, que llevan varios años sin dar apenas frutos, y de potenciar el papel de los interlocutores sociales haciéndoles partícipes de las grandes reformas.

Y, entre éstas, destaca la del sistema de pensiones que deberá ser abordada por el Ejecutivo entrante una vez la comisión parlamentaria del Pacto de Toledo emita sus recomendaciones, revisando los gastos e ingresos de la Seguridad Social para que en el futuro sea solvente y asegure el cobro de la pensión.

Con un déficit de 16.800 millones de euros en 2017 y un fondo de reserva de tan sólo 8.000 millones de euros, la Seguridad Social recibirá este año un préstamo de 15.164 millones de euros del Estado para el pago puntual de las pensiones.

El nuevo Gobierno deberá afrontar también una creciente movilización social, con unos sindicatos que llaman a manifestarse en reclamo de un pacto salarial que permita recuperar el poder adquisitivo, en defensa del sistema de pensiones y por la igualdad.

INCONDICIONAL A SÁNCHEZ

Guadalajareña de adopción, la nueva ministra de Trabajo siempre ha mostrado su apoyo a Pedro Sánchez y el día en que prosperó la moción de censura contra Mariano Rajoy, manifestó su felicidad y dijo que si en algo podía ser útil, podía contar con ella. 

Un ofrecimiento que ha recogido Sánchez, al que conoció cuando ambos coincidieron como diputados en el Congreso en 2011 y que, según dijo la propia Valerio hace unos días, reúne los requisitos para "ser un magnífico presidente" porque es una persona "comprometida y preparada".

Valerio siempre ha sido una persona leal a Sánchez y fue uno de los pocos apoyos que recibió desde Castilla-La Mancha el ahora presidente del Gobierno durante las primarias en las que se disputó el liderazgo del PSOE, sobre todo después de que Emiliano García-Page se posicionara con la andaluza Susana Díaz.

Fue diputada nacional en su última etapa en la política activa, pues en 2014 un cáncer de mama le obligó a dejar su escaño en el Congreso y, desde entonces, no ha tenido cargo electo, aunque sí con responsabilidades dentro del partido.

Si bien, en octubre de 2016, unos días después de la marcha de Pedro Sánchez de la Secretaría General del PSOE, Valerio renunció a la Secretaría General del PSOE Local de Guadalajara, un cargo que había ocupado desde 2008.

Aunque en ese momento alegó que dejaba la primera línea política para centrarse en su recuperación, lo cierto es que se relacionó con la marcha de Sánchez, ya que la propia Valerio había manifestado su preocupación por la situación del PSOE, que no quiso valorar para no entrar en "el espectáculo" que, a su parecer, estaba dando su partido esos días.

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