TOLEDO.- Castilla-La Mancha vuelve a batir récords turísticos y especialmente en materia de turismo rural, alcanzando los 263.538 viajeros alojados y más de 602.000 pernoctaciones durante el pasado año.
Datos que desde el Gobierno regional se analizaban en la reunión celebrada ayer en Mota del Cuervo, y que han sido valorados hoy por el portavoz del Ejecutivo, Nacho Hernando, como "muy positivos".
Resultados que confirman que "hablar bien o hablar mal de Castilla-La Mancha es cuestión de voluntad política", al demostrarse que "cuando se ha hablado mal nos ha salido muy caro, y cuando se está hablando bien, nos está saliendo muy rentable".
Así lo aseguraba durante la rueda de prensa ofrecida en Toledo para informar sobre los acuerdos del Consejo de Gobierno, y en la que subrayaba también cómo los viajeros alojados en la región han incrementado un 22%, doblando así la tasa de crecimiento nacional.
Unos resultados conseguidos, insistía Hernando, en el segundo año de ejecución del Plan Estratégico de Turismo, y entre los que se encuentra asimismo la creación de más de 2.000 puestos de trabajo directo, tanto en alojamientos como en restauración o agencias de viajes, precisaba, a lo que se suman otros muchos indirectos. Un crecimiento "sostenido en el tiempo", recalcaba el portavoz regional, y que no se ha limitado a la coyuntura de los periodos vacacionales.
Por otra parte, de entre los datos del Instituto Nacional de Estadistica, Hernando también destacaba el aumento del número de extranjeros que han tenido como principal destino de su viaje Castilla-La Mancha, un 5,7% más que en 2015.
Datos que reflejan que 2016 ha sido para Castilla-la Mancha "un año importante", con la conmemoración del IV Centenario de la muerte de Cervantes, pero también retomando la estrategia, "macerando turismo, cultura y patrimonio".
