La Universidad de Castilla-La Mancha decide primar las tesis dirigidas por mujeres y se arma el revuelo

La institución académica pretende potenciar el papel de la mujer en el ámbito investigador otorgándoles un punto extra cuando soliciten contratos predoctorales, aunque hay quienes califican la medida como "discriminatoria" al no atender a los criterios de meritocracia que deberían prevalecer en la convocatoria.

TOLEDO.- Las tesis doctorales dirigidas por mujeres tendrán un punto más en la convocatoria de contratos predoctorales para la formación de personal investigador de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Una medida recogida en las bases publicadas el pasado 19 de junio en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM).

Un intento de discriminación positiva que, sin embargo, ha llevado a la Universidad regional a verse inmersa en una nueva polémica en materia de igualdad, al ser considerado este punto extra como una "distorsión" en un procedimiento en el que debería quedar al margen toda cuestión de género.

Punto contemplado en una resolución en la que se recuerda que tal y como recoge la ley 14/2011, de 1 de junio, de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación, la Universidad "debe formar doctores y debe hacer el esfuerzo de adecuar esa formación a una sociedad que avanza en el conocimiento y la innovación, integrando en ella el saber de mujeres y hombres y la igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades de unas y otros".

Se trata de una novedad respecto a las anteriores convocatorias de contratos predoctorales enmarcados en el Plan Propio de Investigación de la UCLM 2014-2020, que queda incluida en uno de los criterios relevantes para valorar las solicitudes, concretamente en el denominado "currículum vitae del director de la tesis valorándose su actividad investigadora y su capacidad formativa de doctores en los últimos cinco años (2014-2018)".

Apartado en el que los solicitantes podrán obtener un máximo de 19 puntos sobre el total de 100, de los cuales 13 corresponden a la experiencia investigadora del director de la tesis y hasta otros 5 en función de la capacidad de formación doctoral del director de tesis -atendiendo al número de tesis dirigidas y defendidas, así como al número de doctorandos que ha tenido el director con contrato predoctoral obtenido en concurrencia competitiva-. A ello se sumaría ese 'bonus' de un punto, si la dirección de la tesis corre a cargo de una mujer.

Puntuación a la que se suma la que los solicitantes podrán obtener en función de su formación académica -hasta 65 puntos- al valorarse la nota media del expediente académico del grado, licenciatura, diplomatura, ingeniería o arquitectura con la que accedan a esta convocatoria; así como hasta 15 puntos en función de otros méritos como puedan ser premios por expediente académico, haber sido becario de colaboración del Ministerio de Educación o becario de movilidad; la experiencia investigadora desde el año en que finalizara el grado; el conocimiento de idiomas; haber dispuesto de un contrato con cargo a proyecto/contrato de investigación o haber realizado prácticas extracurriculares en empresas o centros de I+D a partir del último curso de grado.

Criterios recogidos en las bases reguladoras de esta convocatoria, "en régimen de concurrencia competitiva", para la selección de un máximo de 33 beneficiarios de contratos predoctorales para personal investigador en formación, cofinanciada por el Fondo Social Europeo, y para la que se contempla una cuantía total de 3,28 millones de euros hasta el año 2023.

Contratos que, según recoge la convocatoria, estarán dotados durante los tres primeros años con una cuantía de 24.265,23 euros anuales, distribuidos en 14 mensualidades. Cantidad destinada a financiar el salario y la cuota empresarial de la Seguridad Social de los investigadores contratados, entre los que habrán tenido una pequeña ventaja para acceder quienes tengan como director de su tesis a una mujer.

DISCRIMINACIÓN Y DISTORSIÓN

Una medida que desde la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) se ha tachado de "discriminatoria" en materia de igualdad entre hombres y mujeres, al considerar que "la investigación no debe estar sujeta en ningún momento a cuestiones de género".

En un comunicado, el sindicato considera que con esta medida, en lugar de aumentar la participación de mujeres en las direcciones de tesis, se provoca el efecto contrario, estableciendo una diferenciación de sexos cuando "la actividad investigadora debe estar basada en la meritocracia".

De este modo, "lejos de revertir el sesgo" que pretende combatir la UCLM a favor del papel de la mujer, "se genera una distorsión que además puede incidir en la elección de la dirección de tesis por parte del alumno".

LA UNIVERSIDAD SE DEFIENDE

Ante la polémica suscitada, desde la Universidad de Castilla-La Mancha señalaban a la Cadena COPE, que se trata de una medida que trata de incentivar el número de tesis dirigidas por mujeres.

En este sentido, explicaban que "el problema está en que en el ámbito de la investigación hay menos presencia de mujeres", a pesar del impulso que se está dando. Por ello consideran "necesario" que, "en una situación de igualdad de condiciones, se tomen medidas como ésta, para que en casos de empate se pueda potenciar el papel de la mujer dentro de la universidad".

Por su parte, desde la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) precisaban en declaraciones a ese mismo medio que en la UCLM se ha detectado que "existe sesgo de género en relación al porcentaje de mujeres que son directoras de tesis en sus convocatorias", habiendo optado por esta medida para corregirlo, tratando así de incentivar la dirección de tesis por parte de mujeres. "Para que tenga efecto el punto otorgado a este parámetro sobre un total de 100, tanto el candidato como su directora deben ser excelentes", apostillan.

Asimismo de esta organización recuerdan cómo una medida similar fue la puesta en marcha por el Gobierno regional en la convocatoria de proyectos regionales de investigación en 2018, en la cual se daba hasta 3 puntos de un total de 100, "en función de si la investigadora solicitante era mujer y también en función del porcentaje de mujeres en el equipo de investigación solicitante".

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