Tres de cada diez castellanomanchegos se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social

  • La novena edición del informe sobre 'El Estado de la Pobreza' realizado por EAPN-España señala que más de 678.000 personas residentes en la región se encuentran en esta situación, el 0,4 por ciento menos que en 2017.
  • Castilla-La Mancha se sitúa como la cuarta comunidad autónoma con una tasa más elevada y en 2018 contaba con 90.000 personas más en riesgo de pobreza y/o exclusión social que en 2008.

TOLEDO.- Tres de cada diez residentes en Castilla-La Mancha se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión social, lo que supone en términos absolutos más de 678.000 personas, 12.000 menos que el año anterior.

Así se desprende del 9º Informe 'El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de pobreza y exclusión social en España 2008-2018', realizado por la Red de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN-España), que este jueves ha sido presentado en las Cortes de Castilla-La Mancha en el marco de la conmemoración del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza.

Un informe relativo a 2018 en el que a pesar de la disminución de 0,4 puntos en el indicador europeo AROPE (glas en inglés de At Risk of Poverty and/or Exclusion) respecto al año anterior, se constata una desaceleración en la reducción de la misma, dando como resultado que el 33,5 por ciento de las personas residentes en la región se encuentra en riesgo de pobreza y/o exclusión social.

Una tímida mejora con la que se mantiene la tendencia iniciada en 2017, pero que sin embargo sigue manteniendo la tasa en unos valores "extraordinariamente elevados" -subraya el informe-, tanto en lo que respecta a su distancia a la media nacional, situada en el 26,1 por ciento, como a su valor en el último periodo anterior a la crisis.

De este modo la tasa AROPE es en Castilla-La Mancha 7,4 puntos porcentuales superior a la media del conjunto nacional, es decir, un 28,3 por ciento superior, situándose así como la cuarta región con una tasa más elevada, únicamente por debajo de Extremadura, Canarias y Andalucía.

Una tasa que sin embargo se mantiene 4,7 puntos porcentuales por encima de la registraba en el año 2008, lo que en términos absolutos representa que 90.000 personas más que entonces se encuentran en riesgo de pobreza y/o exclusión en la región.

La ligera reducción que ha experimentado la tasa en el último año ha sido exclusivamente masculina -un 1,3 por ciento menos que en 2017-, mientras que entre las mujeres se ha registrado un incremento del 0,6 por ciento, creciendo hasta el 34,7 por ciento (351.397 mujeres se encuentran en situación de riesgo de pobreza y/o exclusión social en la región), con lo cual queda 2,5 puntos porcentuales por encima de la masculina. Una tasa AROPE femenina en Castilla-La Mancha que supera en más de 7 puntos porcentuales la media del conjunto nacional.

Según detalla el informe, en el año 2018 la tasa de riesgo de pobreza se situó en Castilla-La Mancha en el 29,9 por ciento, la cuarta más elevada de todas las comunidades autónomas, y 8,4 puntos porcentuales más elevada que la media nacional.

Una tasa que en el último año se ha incrementado un 1,8 por ciento, situándose 3,5 puntos porcentuales por encima de la registrada en 2008. Un incremento que, según el informe de la EAPN, se debe al empeoramiento de la situación de los hombres, cuya tasa específica de pobreza ha subido dos puntos, mientras que entre las mujeres el aumento ha sido ligeramente menor (1,4 puntos), sin servir ello para la equiparación de tasas.

En situación de riesgo de pobreza se encuentran así en Castilla-La Mancha unas 605.000 personas, 35.000 más que en 2017, de las cuales 311.000 son mujeres.

Por otra parte, y respecto a la tasa de pobreza severa, medida con un umbral del 30 por ciento de la mediana, del informe se desprende que en Castilla-La Mancha es del 7,1 por ciento, lo que representa 1,4 puntos más que la media. Esto se traduce en que unas 143.000 personas en la región -12.000 menos que el año anterior- ingresan en sus hogares menos de 370 euros al mes por unidad de consumo.

PRIVACIÓN MATERIAL SEVERA

Otra de las situaciones analizadas en este informe es la Privación Material Severa, un índice que entre la población de Castilla-La Mancha se sitúa en el 7,2 por ciento.

Así, siete de cada cien residentes en la región no puede hacer frente al menos a cuatro de los nuevo ítems de consumo básico definidos a nivel europeo, como por ejemplo mantener su vivienda a una temperatura adecuada; no poder permitirse una semana de vacaciones al año, tener un automóvil o un ordenador personal; haberse retrasado en el pago de los gastos de la vivienda en los últimos doce meses o no poder permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días.

En términos absolutos, unas 146.000 personas -56.000 más que el año pasado- viven en condiciones de Privación Material Severa en la región. Destacan como valores especialmente negativos el grupo de aquellos que no pueden mantener su vivienda a una temperatura adecuada, que ha crecido 3,2 puntos este año y es un 61 por ciento más elevado que el dato para el conjunto nacional (14,7 por ciento frente a 9,1 por ciento); y el de quienes no pueden permitirse comer carne, pollo o pescado cada dos días, que supone el 5 por ciento de la población regional.

Frente a estos datos, el informe recoge cómo por tercer año consecutivo, ha disminuido la población que tiene dificultades para llegar a fin de mes, tanto en lo que se refiere al total de personas que experimentan dificultades -que ha pasado desde el 55,9 por ciento al 50,9 por ciento, como en lo relativo al grupo que lo hace con dificultad intermedia, que ha bajado 5,5 puntos.

Durante la presentación del 9º Informe, el presidente de EAPN-CLM, Braulio Carlés  ha subrayado que "vivimos en una sociedad polarizada, donde el que tiene más va a tener más, y el que tiene menos, va a tener menos".

Por ello consideran "necesario" que las administraciones, grupos políticos y entidades sociales "pongamos todo en nuestro alcance para mejorar esta situación".

En sus conclusiones el autor del informe, Juan Carlos Llano, destaca que el 14 por ciento de las personas que trabajan en España "son pobres". Ello se debe al crecimiento experimentado por el trabajo parcial, "pero no el trabajo en condiciones", por lo que se ha reducido el valor de trabajo.

De este modo, apunta cómo el perfil de pobreza actual corresponde con personas españolas (80,5 por ciento), con un nivel educativo medio alto (el 23 por ciento ha cursado Bachiller y el 13,4 por ciento tiene educación superior), y  el 32,6 por ciento tiene trabajo.

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