TOLEDO.- La capital castellanomanchega va a adherirse a la Red Libre de Trata pese a Vox, después de que este jueves el Pleno municipal haya apoyado de forma mayoritaria ‑con la única excepción de la edil de la formación de ultraderecha‑ la incorporación a ella tal y como se había solicitado desde el Consejo Local de la Mujer.
Una iniciativa que llegaba al Pleno en forma de moción conjunta por parte de los grupos municipales de PSOE, Ciudadanos, Izquierda Unida‑Podemos, Partido Popular y el concejal no adscrito Luis Miguel Núñez ‑electo por Vox y miembro de dicha organización hasta el pasado mes de septiembre, llegando incluso a ser presidente provincial del partido‑, quedando únicamente al margen la actualmente única edil de Vox en el Consistorio toledano, María de los Ángeles Ramos.
Así, con veinticuatro votos a favor y uno en contra salía adelante esta propuesta, cuyo objetivo principal es evitar la explotación sexual, a través de acciones de prevención y erradicación de la misma desde las competencias de la administración local.
Para ello se contemplan medidas como reforzar los mecanismos que impidan la explotación de personas mediante la prostitución en espacios públicos de la ciudad, entendiendo así que además de difundir una imagen de las mujeres como meros objetos sexuales, perturba la convivencia ciudadana.
Durante el pleno, en representación del Consejo Local de la Mujer, tomaba la palabra María José Hernández, quien daba lectura a la propuesta que, además de la actuación en los espacios públicos, recoge también una iniciativa para que se refuercen los controles en los locales en los que se puedan producir situaciones de explotación, así como el desarrollo de medidas para evitar la publicidad sexista relativa a la explotación sexual y la prostitución.
RECONOCIMIENTO Y SANCIONES
Por otra parte, desde el Consejo Local de la Mujer, en el contexto de las obligaciones establecidas por el ordenamiento jurídico nacional y regional, así como de los compromisos internacionales asumidos por el Estado en diferentes marcos y estamentos, se instaba al Ayuntamiento de Toledo a reconocer a las mujeres en situación de prostitución como víctimas, al ser "una forma extrema de violencia contra las mujeres".
Y es que, tal y como defendían en su iniciativa, es en este contexto en el que hay que considerar como beneficiario de la explotación sexual tanto al proxeneta como al 'cliente', el prostituidor. "No puede ni debe darse un mismo tratamiento a la víctima y al explotador", apostillaban.
De este modo, y amparado en la protección del uso adecuado de la vía pública, se abre la puerta al establecimiento de sanciones hacia el 'cliente' o prostituidor, "elemento necesario para la existencia de la prostitución" y que hasta ahora aparecía como elemento sin responsabilidad.
AYUDAR A SALIR DE LAS REDES
Pero esta no era la única moción sobre explotación sexual y el tráfico de mujeres y niñas a la que votaba en contra durante el Pleno municipal la edil de Vox. En esta ocasión también se sumaba a rechazarla el Partido Popular, a la iniciativa elevada al pleno por el grupo de IU‑Podemos, a petición de la Plataforma 8M.
Una moción en la que se iba un paso más allá y se planteaba, entre otras cosas, la creación de una partida presupuestaria para "sacar a mujeres, niñas y niños" de las redes de trata, pudiendo así ofrecerles una forma de vida alternativa respaldada por atención psicológica.
Iniciativa que también era aprobada por el pleno, con los votos a favor de la propia coalición de izquierdas, del Partido Socialista y el concejal no adscrito, mientras que desde Ciudadanos se abstenían.
