Galardón a las casas de acogida por "ofrecer una salida cuando no hay otra salida"

  • En los últimos 18 años han atendido a 7.000 mujeres y 8.000 niños y niñas que han tenido así la oportunidad de "recuperar" sus vidas, arrebatadas por la violencia de género.
  • La consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, reivindica que la ley estatal se adapte e incorpore el convenio de Estambul de modo que permita luchar con herramientas más eficaces contra esta lacra.

TOLEDO.- Una labor intensa, silenciosa, paciente e incluso oculta, que sin embargo ofrece una segunda oportunidad de vida a cientos de mujeres y a sus hijos e hijas cada año, es la de los recursos de acogida. Quince en toda Castilla-La Mancha, atendidos por 125 profesionales a las que este miércoles el Gobierno regional ha querido reconocer su dedicación y entrega durante el acto institucional que con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres se ha celebrado en el Palacio de Fuensalida de Toledo.

Acto que ha estado presidido por el jefe del Ejecutivo regional, Emiliano García-Page, y en el que la consejera de Igualdad y portavoz del Gobierno, Blanca Fernández, ha destacado la labor desarrollada por las profesionales que atienden los recursos de acogida, ayudando a las víctimas de la violencia de género a "afrontar el resto de su vida".

Una labor "de siempre", pero que ha sido "especialmente dura" durante el confinamiento, un periodo en el que se produjo un aumento de la violencia machista.

La consejera de Igualdad ha destacado cómo el apoyo que ofrece a las mujeres y a sus hijos es "especialmente intenso al principio", siendo después conscientes de que "poco a poco" se deber ir retirando, "adaptándolo al ritmo de cada mujer, para que pueda conseguir su autonomía y recuperar una vida que nunca le debieron arrebatar". Seguimiento que continúa hasta un año después de la salida de las casas de acogida.

Una red de recursos junto a la que desde el Gobierno regional se han ido poniendo en marcha otras medidas de apoyo, como las ayudas a la autonomía o al alquiler. 

Asimismo ha recordado cómo Castilla-La Mancha fue "pionera" en 2001 con la puesta en marcha de la ley de Prevención de Malos Tratos y Protección a las Mujeres Maltratadas, iniciando un camino "seguido por otras comunidades autónomas", en el que se vivía un nuevo hito hace dos años, con la aprobación de la nueva ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género, en la que se incorporaba el convenio de Estambul.

En este sentido, la consejera de Igualdad ha vuelto a instar al Gobierno central la adaptación de la ley estatal a este convenio, de modo que permita dotarse de "herramientas eficaces" para luchar contra la violencia de género. Y es que, aunque en Castilla-La Mancha se está haciendo "con nuestras fuerzas", considera que el Pacto de Estado contra la violencia de género "se debe convertir en ley e institucionalizar".

DE VÍCTIMA A SUPERVIVIENTE

Por otra parte, Blanca Fernández ha recordado que "no es fácil dejar de ser una víctima de violencia para convertirse en una superviviente". Algo a lo que vienen contribuyendo con su labor las profesionales de las casas de acogida desde hace casi 20 años en la región, un trabajo "fundamental" que ha permitido "devolver la esperanza a las más de 7.000 mujeres y 8.000 niños y niñas que han pasado por los recursos de acogida en los últimos 18 años.

Ha criticado aquí a quienes califican de "chiringuitos" estos centros, puesto que suponen "segundas oportunidades" en la vida para las víctimas, la mayoría de las cuales consigue así "salir del círculo de la violencia".

Por eso, esta mañana, el Ejecutivo autonómico ha reconocido el trabajo de las 125 profesionales de los 15 recursos de acogida, que han estado representadas por Rosa María Alguacil Hungría (Albacete), Ángeles Núñez Ramírez (Ciudad Real), Consuelo Navarro Fernández (Cuenca), M. Cruz García García-Cid (Guadalajara) y Joaquina Vega Rodríguez (Toledo).

Ellas, en representación de todo el colectivo, han agradecido este reconocimiento que ayuda a "dar visibilidad" a su labor, la de "ofrecer una salida cuando no hay otra salida".

Asimismo han expresado su preocupación por el hecho de que se esté cuestionando "algo que parecía ya superado, la violencia de género" y la aparición de un "discurso neomachista que pone en duda el relato de las víctimas", afectado así "a la salida de la violencia de las mujeres y la erradicación de esta lacra".

También han pedido a los responsables del Gobierno regional que sigan apoyando esta labor, puesto que aunque se han conseguido "muchísimos avances", sigue siendo necesario.

Por su parte el presidente regional, Emiliano García-Page, ha querido destacar el trabajo "discreto, sereno y opaco en muchas ocasiones" que se realiza en los centros de acogida.

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