Cuarenta mujeres liberadas en una operación internacional contra la explotación sexual que deja un detenido en Albacete

La organización captaba a las víctimas en Paraguay y eran trasladadas a Francia para ejercer la prostitución. La rama española del clan se encargaba de gestionar los contactos, al estilo de un call-center.

ALBACETE.- El Cuerpo Nacional de Policía, en una operación conjunta realizada con la Policía francesa, ha desarticulado una organización criminal que se dedicaba a la explotación sexual de mujeres de origen paraguayo.

El entramado criminal utilizaba pisos de citas ubicados en territorio galo donde sus víctimas eran explotadas sexualmente. Se han detenido a unas 19 personas, una de ellas en Albacete.

En el marco de la Operación Taranis, los agentes han realizado 10 registros en domicilios, dos de ellos ubicados en Murcia, uno en Madrid y el resto en siete localidades francesas.

Además, se han intervenido más de 30.000 euros en efectivo, varias armas -incluyendo una pistola detonadora-, sustancias estupefacientes, material informático, más de treinta teléfonos móviles, joyas, un reloj de lujo y diversa documentación relacionada con la investigación.

La Oficina Central de Represión de la Trata de Seres Humanos (OCRTEH) de la Policía francesa ha liberado a unas cuarenta víctimas de la red criminal, todas ellas mujeres con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años.

La organización estaba compuesta por un clan familiar que residía en los tres países, aunque también recibía la colaboración de terceros. Se dedicada a la captación de mujeres en su lugar de origen, la mayoría procedentes de Paraguay.

Desde nuestro país se gestionaban, bien a través de internet o de llamadas telefónicas, las solicitudes acerca de los servicios sexuales relativos a la prostitución que se anunciaban en Francia, como si se tratara de un call-center.

La rama criminal asentada en España también se encargaba de realizar los envíos de dinero procedentes de la explotación a Paraguay. Gracias al trabajo policial, se ha podido conocer que la organización llegó a enviar a la nación sudamericana más de 200.000 euros entre los años 2016 y 2020.

Además, realizaban los trámites administrativos necesarios para obtener los documentos de identidad de las víctimas, con el objetivo de prolongar su estancia en Francia para el ejercicio de la prostitución.

Se encargaban de trasladar a las víctimas desde España hasta las ciudades francesas donde ejercían la prostitución, alquilando también los pisos donde tenían lugar los encuentros sexuales.

Cuatro de los diecinueve detenidos residían en España. Dos de ellos estaban asentados en la Región de Murcia, otro en la Comunidad de Madrid y un tercero en Castilla-La Mancha, concretamente en la provincia de Albacete.

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