El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, y casi todo su Gobierno se felicitan por la aprobación del presupuesto para 2022. — C. TOLDOS

TOLEDO.- Castilla-La Mancha ya tiene aprobados sus presupuestos para 2022, aunque esta vez con los votos en contra de la oposición al completo, como ya sucediera hace dos años.

Unas cuentas que entrarán en vigor el próximo 1 de enero, cuyo montante total asciende a 12.273 millones de euros, lo que supone 171 millones más que en el anterior presupuesto, y en las que no se ha incluido ninguna de las 811 enmiendas de PP y Ciudadanos que llegaban vivas al pleno, siendo rechazados también los votos particulares mantenidos por la oposición a las enmiendas socialistas que sí fueron incorporadas al dictamen en la Comisión de Economía y Presupuestos.

En esta ocasión no ha habido lugar ni disposición para la búsqueda de consensos con Ciudadanos, formación desde la que hace un año sí se consideró oportuno "un gesto" hacia los castellanomanchegos en un momento complicado de la pandemia, respaldando unas cuentas que, ya advertía, no serían un cheque en blanco.

Doce meses después, los cuatro diputados de la formación naranja han preferido marcar distancias con el Ejecutivo de García-Page y votar en contra de los presupuestos presentados.

Y así de claro lo dejaba durante su última intervención la portavoz de Ciudadanos en las Cortes, Carmen Picazo, quien ha dicho al Gobierno autonómico y al PSOE que "hasta aquí hemos llegado".

La líder de la formación naranja ha defendido que los acuerdos alcanzados en los últimos meses fueron posibles porque era "lo correcto", pero ahora "basta" con un Gobierno que ha calificado de "régimen" y que considera "no tiene ningún beneficio para la región", al tiempo que lo ve "incompatible" con el modelo liberal defendido desde su formación".

Una ley de presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha que ha salido adelante con los 19 votos a favor de los diputados socialistas, que han hecho así valer la mayoría absoluta obtenida en las elecciones, y los 14 en contra de los parlamentarios del Partido Popular y Ciudadanos.

Con la votación se ponía punto final a un debate que se ha extendido durante casi trece horas y media, divididas en dos jornadas en las que se ha seguido con el guion previsto, sin cesiones de uno u otro lado, y poniendo de manifiesto que con el horizonte electoral ya más cerca, no hay que desperdiciar ocasión alguna para marcar posiciones.

Salen así adelante unas cuentas "elaboradas con cabeza, pero, fundamentalmente, con el corazón y el alma que caracterizan al presidente Emiliano García-Page y a su Consejo de Gobierno", tal y como ha defendido el consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, en su intervención final en el pleno, antes de la votación del dictamen.

Unos presupuestos que "mira por las familias, por las empresas y los autónomos", ha subrayado, pero que también "refuerzan los servicios públicos fundamentales y son la principal herramienta para la reactivación económica y el empleo".

Cuentas públicas que parten "del diálogo social", ha recalcado el consejero, con las que se financian las más de setecientas medidas recogidas en el último Pacto por la Reactivación Económica y el Empleo, y que van a permitir hacer frente a los principales retos a los que se enfrenta la región: la modernización del sector productivo, el empleo, la innovación, el desarrollo sostenible, la cohesión territorial, la actividad agroalimentaria y el agua, la sociedad del bienestar y la lucha contra la despoblación.

Más de la mitad del presupuesto, en total 6.758 millones, se destinarán a reforzar los servicios públicos fundamentales: la sanidad, educación y los servicios sociales, consolidando así la inversión extraordinaria realizada este año en este ámbito.

Por su parte, las actuaciones de carácter económico superarán los 1.863 millones de euros, lo que supone una variación del 6,1 por ciento respecto a 2021, cinco veces más que el crecimiento medio del presupuesto.

En materia de inversión, se contemplan un total de 1.463 millones que se destinarán a infraestructuras en el ámbito de los servicios públicos fundamentales, la modernización del tejido productivo, la transformación digital y las infraestructuras de carácter general.

Presupuestos contra los que -como era de esperar- ha votado también en contra el Partido Popular, cuya portavoz, Lola Merino, los ha tildado de ser "tan falsos" como los de 2021. Una intervención en la que ha reprochado a los socialistas el haber programado "con alevosía" este pleno haciéndolo coincidir con el sorteo de la Lotería de Navidad para que pase desapercibido.

Asimismo Merino ha reprochado al presidente regional, Emiliano García-Page, no haber asistido al debate de las más de 700 enmiendas presentadas por el PP, lo cual ha señalado como una muestra de "su arrogancia".

No ha hecho referencia eso sí a la ausencia del presidente de su propio grupo y líder de la oposición, Paco Núñez, que tampoco asistía este martes a la primera sesión plenaria, y no ha sido hasta la jornada de hoy cuando se ha incorporado al mismo. Ausencia que sí ha recordado a Merino el presidente del grupo parlamentario socialista, Fernando Mora, quien ha apuntado que su presencia "no sé si habrá llegado a 20 minutos a lo largo de todo el debate".

El socialista ha tenido también unas palabras para Ciudadanos, formación a la que ha criticado su falta de voluntad de acuerdo, porque sí han llegado a pactos con el PSOE "cuando han querido". Sin embargo ahora "no interesaba", ha apuntado, convencido de que lo que interesaba era "descalificar al Gobierno porque las elecciones están más próximas".