Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística, Castilla-La Mancha ha vuelto a registrar un aumento del empleo temporal desde el inicio de la crisis. En total, de los 50.792 contratos que se han registrado el mes de enero, 47.147 no son indefinidos.
Este aumento del empleo precario y de breve duración se ha visto reflejado en el resto de datos aportados por el INE. Prueba de ello ha sido la bajada del número de cotizantes a la Seguridad Social, que ha perdido a 8.210 personas.
Los efectos del trabajo temporal se han hecho notar este mes de enero, después de que hayan finalizado las contrataciones hechas durante la Navidad. Como recoge el informe del INE, el paro ha subido en 5.286 personas, aumentando este un 2,4%. Estos datos han conseguido romper las cifras positivas que estaba consiguiendo el Gobierno de García-Page, que como ha declarado esta mañana, había conseguido reducir el paro en 2 puntos desde su entrada al Gobierno.
La región lleva sufriendo este problema desde el inicio de la crisis en 2008, que desde entonces no ha parado de aumentar. Actualmente, el 80% de los puestos de trabajo que se crean en Castilla-la Mancha duran menos de un mes.
El constante incremento de este tipo de empleo se ha convertido en una máquina de destruir derechos laborales. Los parados consiguen encontrar empleo gracias a estos trabajos, pero al poco tiempo vuelven a las listas de desempleo con una notable pérdida de derechos laborales.
Tanto es así, que los datos recogidos por el Ministerio de Empleo aseguran que más de la mitad de los castellano-manchegos en paro no tienen prestación. Según las últimas cifras conocidas, unas 123.120 personas en la región viven sin ningún tipo de cobertura por desempleo. Los más afectados son las mujeres y los jóvenes provenientes del sector servicios.
