TOLEDO.- La reforma del Estatuto de Autonomía para ampliar la representatividad de las Cortes es uno de los objetivos que se marca para esta legislatura el candidato a la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, quien considera "una vergüenza democrática" la modificación hecha en su día por María Dolores de Cospedal para dejar en 33 el número de parlamentarios, y para ello pide al Partido Popular su apoyo para corregir ese "error". De no haber acuerdo, ha advertido, "va a ser imposible que lo haya en nada más".
Lo ha señalado así en las Cortes regionales, durante su discurso de investidura para ser elegido, por tercera vez consecutiva, presidente de la comunidad autónoma. García-Page se ha dirigido al presidente del PP y diputado regional, Paco Núñez, para advertir que no le va a valer la excusa de que "no quieren más políticos" para no apoyar la reforma, puesto que su partido aprobó primero una ley electoral con 53 diputados, "pero luego apareció el señor Bárcenas y cada milloncito en Suiza" fueron restando, y "terminaron en 33", ha señalado.
Por ello, considera que los populares deberían ser "los más interesados" en abordar esta reforma del Estatuto, al constituir "una mancha en su expediente democrático", al ser el único del país aprobado por un solo partido, algo que ha calificado de "atropello democrático escandaloso".
Una "humillación democrática" que no puede seguir manteniendo Castilla-La Mancha. "Si gana Vox, que gane Vox; si gana Podemos, que gane Podemos, pero lo que no puede ser es ganar por ley", ha remarcado García-Page.
Un contexto en el que el socialista ha reivindicado su victoria electoral del pasado 28 de mayo, y aunque el escaño que dio la mayoría absoluta al PSOE (por la provincia de Ciudad Real) se dirimió por unos miles de votos, ha calificado como "verdaderamente elocuente" el resultado, "el segundo mejor que ha tenido el partido a lo largo de la historia autonómica", únicamente por detrás -ha recordado- del obtenido por José Bono frente a Adolfo Suárez Illana.
Una reivindicación de una "gran mayoría" de apoyos que desde Vox, el presidente del grupo parlamentario, David Moreno, le ha reprochado al término de la primera sesión del debate de investidura, afirmando que "no es cierto" y que "la suma de PP y Vox de más de 15.700 votos" supera los obtenidos por el PSOE, por lo que fue "un juego de aritmética" el que determinó "la continuidad de gobiernos socialistas en Castilla-La Mancha".
Por su parte desde el PP, la portavoz del grupo parlamentario, Carolina Agudo, ha afeado a Page que en lugar de plantear "una mano tendida" a su partido para la reforma del Estatuto, lo que ha hecho el candidato ha sido "levantar el dedo amenazante".
Así, ha advertido Agudo, "va por mal camino", puesto que la reforma se debe abordar "desde el entendimiento y el consenso, no como hemos visto hoy en la tribuna de oradores de las Cortes".
Mientras, desde el Partido Socialista, su secretario regional de Organización, Sergio Gutiérrez, se ha pedido al PP de Castilla-La Mancha que aproveche su discurso de este jueves, que podría ser "el último debate importante de Núñez al frente del PP regional", no solo para "pedir perdón por seis años de mentiras y bulos", sino para "rectificar las anomalías democráticas que la herencia de Cospedal dejó en nuestra tierra".
En este sentido, Gutiérrez considera que Núñez debería "comprometerse" a que en estos "últimos meses" a "rectificar el Estatuto y devolver la normalidad democrática" a la región, de modo que "nos permita llegar a un consenso en la futura ley electoral".
Por su parte, durante su intervención ante el pleno, García-Page se ha mostrado confiado en que los populares apoyen la reforma de un Estatuto que, "en lo esencial", funciona bien, aunque haya que modificar algunas cosas como el "cepo" que se puso desde el punto de vista democrático.
"NO NOS PAGAN PARA SER LACAYOS DE MADRID"
Oposición a la que García-Page también ha recordado durante su intervención que en política "las decisiones no son neutras" y que "se puede decir lo mismo" aquí y fuera de la región, poniendo como ejemplo el doble discurso que en materia de agua plantean algunos.
"A los que estamos aquí no nos pagan para ser los lacayos de los jefes en Madrid -el que los tenga-, ni ser delegaciones", ha insistido el candidato, "aquí se viene a defender esto, que es lo que he jurado" e igualmente, ha precisado, "se lo voy a exigir a los líderes de la oposición".
"Si no quieren" y lo que pretenden es "utilizar el Parlamento para hacer el trabajo sucio a sus jefes de Madrid", ha sseñalado Page, les invita a "tener la honestidad de renunciar al suedo y al cargo".
