TOLEDO.- Sin palabras sobre la operación 'Kitchen'. La ex secretaria general del Partido Popular y antigua presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha evitado responder a las preguntas realizadas por los diputados en la comisión parlamentaria que investiga la presunta trama de espionaje urdida desde el Ministerio del Interior en 2013 contra el extesorero del PP, Luis Bárcenas.
La expresidenta regional ha vuelto al Congreso seis meses después de su primera citación, que fue suspendida por los integrantes de la comisión al darse a conocer ese día su imputación en el procedimiento judicial que investiga la 'Kitchen'.
Casi dos meses después, el juez García Castellón archivó la causa contra ella y su marido, Ignacio López del Hierro, descartando el "liderazgo ideológico" de la dirigente conservadora en la trama al considerar que haberse reunido con el comisario Villarejo no la hacía responsable de ningún delito.
No obstante, la Fiscalía Anticorrupción recurrió la exculpación de los dos en septiembre, al igual que hicieron las acusaciones populares de PSOE y Podemos, circunstancia que ha aprovechado hoy Cospedal para acogerse a su derecho de no declarar ante la Cámara Baja.
La compareciente ha hecho lectura de una declaración previa al interrogatorio en la que justifica su silencio "en respeto a la división de poderes", a las resoluciones judiciales y en garantía de su "derecho a la defensa".
Posteriormente, se ha procedido a iniciar las intervenciones de los diputados. El portavoz socialista, Felipe Sicilia, ha afirmado que el recurso de Anticorrupción "no es excusa" para pasar el "bochorno" de pasar por la comisión sin decir nada, añadiendo que Cospedal "cuando calla, tiene mucho que tapar".
Sicilia ha insistido en que el silencio de la expresidenta autonómica supone "un desprecio absoluto a esta Cámara y a la soberanía nacional que representa", y que el mismo se produce ante el peligro de que sus palabras puedan ser demostradas falsas.
El portavoz del PSOE no ha planteado ninguna cuestión a Cospedal ante su negativa, pero ha aprovechado su tiempo de intervención para señalar las contradicciones de su declaración judicial con la del resto de investigados, como su entonces jefe de Gabinete, José Luis Ortiz.
Por su parte, el representante del Partido Popular, el gallego Luis Santamaría, ha reprochado el tono de la comisión contra su compañera de formación, acusando además a los letrados de la comisión de "contemplar con mirada hierática" a Cospedal "mientras se vulneran derechos constitucionales".
El portavoz de Vox, José María Figaredo, ha evitado formular ninguna pregunta sobre el caso 'Kitchen', limitándose a pedir la retirada de las palabras de Santamaría del diario de sesiones al considerarlo una "valoración absolutamente subjetiva" y a agradecer a Cospedal "su servicio a España" en calidad de abogada del Estado.
El diputado de Unidas Podemos, Ismael Cortés, ha ejercido un papel más fiscalizador, realizando una batería de preguntas que no han obtenido mayor respuesta que la actitud impasible de Cospedal, que ha pasado la mayor parte del tiempo de brazos cruzados y con la mirada firme.
REPROCHES Y AMENAZAS A LA COMISIÓN
La antigua dirigente popular solo ha roto su silencio en tres ocasiones, la primera de ellas para asegurar que sí habría estado dispuesta a comparecer en la cita de junio. "Yo vine aquí, no fue culpa mía no declarar porque ustedes me suspendieron la compareciencia".
"Ahora no declaro porque se ha recurrido el auto", ha proseguido Cospedal, quien ha respondido a Sicilia que "la excusa no es excusa, es un derecho constitucional" y ha culpado a PSOE y Podemos de no poder declarar ahora.
También ha respondido a las afirmaciones "muy graves" de Josep Pagès, diputado del Grupo Plural en la comisión, defendiendo la actuación de las fuerzas policiales durante las cargas del 1 de octubre de 2017 -durante el referéndum ilegal de Cataluña-, pues considera Cospedal que los agentes defendieron "la legalidad" frente a quienes intentaron dar "un golpe de Estado", y más beligerante aún se ha mostrado cuando el diputado le ha espetado que algunas personas ejercen la política para meter la mano en la caja.
"No es mi caso", le ha indicado antes de apuntar que ese tipo de expresiones están amparadas en el Congreso por la inmunidad parlamentaria. "Si lo dice en la calle igual le puedo meter una querella", ha advertido.
Igualmente ha respondido al portavoz de EH Bildu, Oskar Matute, quien ha bromeado sobre la posibilidad de que la exministra tenga "amnesia". "No estoy amnésica ni nada por el estilo", ha respondido Cospedal, que ha señalado que ya ha declarado ante el juez "y con mucho más rigor" sobre todo lo que se ha preguntado a lo largo de las veinticuatro sesiones de la comisión.
SILENCIO SOBRE LA 'KITCHEN'
Igual que hizo en el juicio sobre el pago de parte de la reforma de la sede del PP con dinero de la 'caja B', Cospedal ha evitado referirse al extesorero del partido en todo momento, como tampoco ha nombrado al excomisario José Villarejo, núcleo de la operación 'Kitchen' y con quien mantuvo una serie de reuniones.
De esta forma los diputados se han quedado sin respuesta a las preguntas sobre las anotaciones en las que aparecen en las agendas de Villarejo, las ocasiones en las que reunió con él, por qué accedía a la sede del PP en la calle Génova por el garaje o si jugó algún papel en la captación como confidente del chófer de Bárcenas a través de su exasesor, el policía Andrés Gómez Gordo.
Cospedal ha sido la penúltima de las cuarenta comparecientes que han pasado por la comisión impulsada por el Congreso de los Diputados. El próximo lunes será el turno del expresidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Luego, los grupos tendrán un plazo para presentar sus conclusiones sobre las 25 sesiones celebrabas, la mayoría de testimonios de policías, exaltos cargos del ministerio y políticos, e intentar acordar un dictamen antes de que termine el año. Ya en 2022, se elevará el dictamen al pleno del Congreso para su ratificación.
