Las medidas no impiden que los animales salgan a pastar, pero solo podrán dejar las explotaciones para ir al matadero.

TOLEDO.- Seis mil explotaciones de ovino y caprino de las provincias de Cuenca, Ciudad Real, Toledo y Albacete tienen desde este martes inmovilizada su cabaña, en total alrededor de 3,5 millones de cabezas de ovino y caprino, que no podrán salir más que para ir al matadero. La culpable de esta medida la viruela ovina, una enfermedad altamente contagiosa que desde el pasado mes de septiembre se encuentra activa en Castilla-La Mancha, donde ya se han localizado una docena de focos y ha supuesto el sacrificio de cerca de 35.000 animales desde entonces.

Focos que se habían concentrado hasta la fecha en la provincia de Cuenca, en explotaciones localizadas en Villaescusa de Haro, Tébar y La Alberca de Záncara, hasta que en los últimos días las sospechas respecto a la existencia de un nuevo foco en una explotación de gran tamaño en la provincia de Ciudad Real, concretamente en un cebadero de Alcázar de San Juan, lo que ha llevado a activar el protocolo e inmovilizar todo el ganado ovino y caprino en todas las provincias de la región excepto en Guadalajara, donde la cabaña es muy reducida.

En estos momentos Castilla-La Mancha es la única región europea con viruela ovina, ya que en Andalucía -donde se han registrado doce focos en la provincia de Granada y otro más en Almería- ya han finalizado. Una enfermedad incluida en la categoría A del reglamento de enfermedades de la Unión Europea, por lo que implica la adopción de una serie de medidas al detectarse focos, entre las que se encuentra el sacrificio de todos los animales de las explotaciones positivas.

Desde que se detectaron casos de viruela ovina en la provincia de Cuenca -a la que llegó la enfermedad por contagio desde Granada- se han aplicado una serie de medidas como declarar una zona de restricción hasta 10 kilómetros a la redonda, el sacrificio de todos los animales en las explotaciones afectadas, como fija la normativa europea y española, y la elaboración encuestas epidemiológicas en explotaciones, control de calidad de la leche y toma de muestras (10.000) en explotaciones cercanas a las zonas de restricción.

Una zona de restricción adicional que se mantenía en vigor hasta la próxima semana, concretamente el día 16, como garantía adicional para asegurar la ausencia de circulación viral en la zona, y que sin embargo se deberá ampliar al haberse detectado nuevos focos dentro de este área. Concretamente se encuentran en esta zona de restricción las comarcas de Tarancón, Villares del Saz, Motilla del Palancar, San Clemente, Belmonte, Tomelloso, Villarrobledo y La Roda.

Se considera que el movimiento ganadero es el origen más probable del contagio ante el último foco aparecido en la provincia de Ciudad Real, por lo que se ha decidido inmovilizar todos los cebaderos de la región, a excepción de los alcarreños, autorizando como único movimiento para los animales su traslado al matadero.

Medidas que, tal y como avanzaba este lunes el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, no suponen impedimento para que se siga recogiendo la leche en las explotaciones y que los animales puedan salir a los pastos.

Las restricciones incluyen otras medidas junto a la inmovilización de la cabaña ganadera de ovino y caprino, entre las que se encuentran la limpieza y desinfección correcta de los medios de transporte, así como la ampliación del ámbito de toma de muestras hasta llegar al medio millar de explotaciones en dos meses.

El objetivo principal, actualmente, es que todas las explotaciones de ovino y caprino de la región tengan absoluta prudencia y cumplan de forma rigurosa todas las medidas de seguridad establecidas, como mantener los contenedores para los animales fuera de la explotación, evitando que entren vehículos; que saquen los corderos a la puerta para igualmente impedir entradas; o que se desinfecte todo aquello que tenga que entrar de forma imprescindible en la explotación, tanto a la entrada como a la salida. Asimismo debe restringirse al máximo la entrada y salida de personal en las explotaciones, tanto trabajadores como veterinarios u otros operarios o técnicos.

En el caso de la leche, se ha requerido el mayor de los cuidados con los vehículos y sus conductores, tomando todas las precauciones posibles tanto a la entrada como la salida de la explotación.

Para estas medidas no se establece un plazo concreto, puesto que dependerá de la evolución de la situación y de los resultados de las muestras, aunque "la idea", tal y como ha apuntado en rueda de prensa la directora general de Agricultura y Ganadería, Cruz Ponce, es que los cebaderos terminen de completar su ciclo de cebo -entre uno y dos meses-, envíen los animales al matadero, desinfecten las instalaciones y se pueda reanudar la actividad "con la mayor seguridad".

Y aunque desde el Gobierno regional reconocen lo "gravosas" que estas medidas resultan para el sector, destacan que "lo positivo" es que las explotaciones van a poder seguir cebando para llevar a matadero.

"Esta enfermedad está afectando a un sector muy importante para la ganadería de Castilla-La Mancha, con fuerte vocación exportadora, y debemos conducirnos todos con la mayor prudencia", ha señalado Ponce quien ha afirmado que las medidas son necesarias para "evitar males mayores".

AYUDAS E INDEMNIZACIONES

Una situación ante la que desde las organizaciones agrarias se han reclamado también "medidas sin precedentes" en lo que se refiere a las ayudas para el sector, alertando de la crisis a la que se puede ver abocado.

A este respecto, desde el Gobierno regional señalan que hasta el mes de diciembre se habían abonado ya un total de 4 millones de euros en ayudas para los ganaderos afectados por los casos de viruela ovina detectados en la provincia de Cuenca. Importes que se han pagado "con celeridad" y teniendo en cuenta las cifras que marca la normativa nacional, ha subrayado Cruz Ponce.

La directora general ha avanzado que se están estudiando otras medidas económicas para que "no se pierda ni una sola explotación", como una orden con la que compensar a los ganaderos que vayan a reintroducir ganado en sus explotaciones una vez sacrificado el que tenía, tratando así de compensar la diferencia entre el precio de las cabezas que compre el ganadero y lo que ha recibido de indemnización; y otra orden de ayudas para compensar distintos aspectos relacionados con la viruela ovina.

Y es que, ha subrayado, "el sector del ovino manchego es muy importante", motivo este por el que se ha optado por la inmovilización de los animales en cuatro de las cinco provincias de la región.

Durante este martes tanto la director general de Agricultura y Ganadería como el viceconsejero de Medio Rural, Agapito Portillo, se han reunido con las organizaciones profesionales agrarias, Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha, la DOP Queso Manchego y Agrama, con el objetivo de analizar las nuevas medidas.

Asimismo a los ganaderos se les está informando por carta y a través de las organizaciones con jornadas informativas sobre esta situación, y se ha puesto a su disposición el correo electrónico sanidadanimal@jccm.es para plantear dudas, a partir de las cuales se elaborará desde la Consejería un documento con las cuestiones más frecuentes.