TOLEDO.- Cada voto cuenta, es el mantra que en el ecuador de esta campaña electoral no se cansan de repetir los candidatos y partidos políticos que el próximo 28 de mayo aspiran a conservar, conquistar -aunque sea vía pacto- o ser la llave en el Gobierno de Castilla-La Mancha.
Hasta que se cierren los colegios electorales el próximo domingo son las encuestas y sondeos los que van hablando, y dos son las alternativas que auguran: o un nuevo gobierno en mayoría del Partido Socialista y Emiliano García-Page, o un gobierno de los populares de Paco Núñez con Vox.
Según el estudio elaborado por Key Data para 'Público', el socialista revalidaría mayoría absoluta en Castilla-La Mancha, aunque lo haría con 17 diputados, dos menos de los que consiguió en 2019 cuando cosechó unos resultados "históricos", con el 44,1 por ciento del voto.
Estimaciones que son fruto del análisis de la evolución de las encuestas, publicadas o no, a las que ha tenido acceso la consultora, así como del comportamiento electoral del ámbito en cuestión. Una información a la que se aplican las ponderaciones correspondientes, llegándose a una estimación de voto sobre la que se aplica la ley electoral para la asignación de escaños.
De este modo, el estudio plantea que a pesar del significativo aumento del voto para el Partido Popular y Vox, los 16 escaños que sumarían serían insuficientes para desbancar a García-Page, que seguiría en el Palacio de Fuensalida.
Y es que según estas proyecciones, la suma de votos del Partido Popular y Vox superaría en más de 64.000 a los estimados para el Partido Socialista, aunque su 'traducción' a escaños sería insuficiente para formar gobierno.
Según la estimación de voto, los socialistas obtendrían el próximo 28 de mayo el 41 por ciento del voto, en torno a tres puntos menos que hace cuatro años, con alrededor de 453.000 sufragios.
Por su parte el Partido Popular, con Paco Núñez a la cabeza, experimentaría un significativo aumento del porcentaje de voto, con siete puntos porcentuales más que en 2019, al recibir cerca de 86.900 apoyos más que en la anterior cita con las urnas.
De este modo para los populares se estima un porcentaje de voto del 35,7 por ciento, al obtener alrededor de 394.500 votos, consiguiendo así incrementar su representación en el antiguo Convento de San Gil hasta los 14 parlamentarios.
Resultados todavía lejanos a los cosechados en 2015 cuando los populares fueron la fuerza más votada en las elecciones autonómicas, con 413.349 votos -el 37,49 por ciento del total-, y sin embargo se quedaron sin gobierno, al sumar sus fuerzas PSOE y Podemos para desalojar a María Dolores de Cospedal y sus políticas de recortes del Palacio de Fuensalida. Una legislatura a la que se ponía fin con un acuerdo, firmado ante notario, por el cual desde la formación morada, con los dos escaños conseguidos, se facilitaría la investidura de Emiliano García-Page como presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha a cambio de la puesta en marcha de una serie de medidas.
Pero sin duda el mayor crecimiento en número de votos se estima que sea para Vox, cuya candidatura en Castilla-La Mancha encabeza el talaverano David Moreno, puesto que, según las estimaciones realizadas por Key Data, sumaría 47.000 votos más que hace cuatro años, cuando pese a haber obtenido 75.636 sufragios -el 7 por ciento de los emitidos entonces- se quedaba sin representación en las Cortes.
En esta ocasión, el partido de Santiago Abascal cosecharía en Castilla-La Mancha el 11,1 por ciento de los votos emitidos, alrededor de los 122.700, que se traducirían en la consecución de dos escaños en el Parlamento autonómico.
Reparto de escaños en los que las circunscripciones de Toledo y Guadalajara serían claves, al ser estas precisamente en las que la formación de ultraderecha obtendría representantes, según el estudio.
Así, de los nueve diputados a repartir por la circunscripción de Toledo, uno sería para Vox y los ocho restantes se los repartirían a partes iguales, cuatro para cada uno, socialistas y populares. En esta legislatura que termina, el PSOE había contado con cinco diputados por Toledo, tres eran del PP y uno de Ciudadanos.
En el caso de Guadalajara, junto a Cuenca la circunscripción que menos representantes tiene en las Cortes, socialistas y populares también quedarían empatados a dos escaños, siendo el quinto para la formación de ultraderecha. Un reparto similar al de los últimos cuatro años, aunque el diputado número cinco ha sido en esta legislatura para Ciudadanos.
Y mientras que en Cuenca se mantendría el reparto de escaños como hasta ahora, tres diputados para el PSOE y dos para el PP; en las circunscripciones de Ciudad Real y Albacete los populares sumarían el diputado que en los últimos cuatro años ha tenido Ciudadanos, quedando así con cuatro escaños los socialistas y tres los populares.
Por su parte volvería a quedar fuera del arco parlamentario la coalición de izquierdas Unidas Podemos, cuya candidatura encabezada por José Luis García Gascón seguiría perdiendo votos como ya sucediera en 2019. En esta ocasión se dejarían algo más de 6.500 sufragios en el camino -serían casi 40.000 menos que los obtenidos en 2015- y, al igual que hace cuatro años, no obtendrían ningún representante en la Cámara autonómica.
Sin embargo el peor resultado de todos sería el que el estudio contempla para la formación que lidera Carmen Picazo en la región. Y es que según las estimaciones de Key Data para Público, la formación naranja habría perdido en cuatro años más de 96.400 votos, pasando de ser la tercera fuerza política de la región, con 122.619 sufragios y 4 escaños, a ocupar el quinto lugar, con un exiguo 2,4 por ciento de los votos (algo menos de los 26.200 en total) frente al 11,4 por ciento obtenido en 2019.
El estudio elaborado por Key Data para Público es un análisis desk research de toda la información disponible, tanto del comportamiento electoral del ámbito de la elección y su evolución como de todas las encuestas, publicadas o no, a las que se ha tenido acceso. Con toda esa información y aplicando las ponderaciones correspondientes, se llega a una estimación de voto sobre la que se aplica la ley electoral para asignar escaños.
