TOLEDO.- El Partido Socialista de Emiliano García-Page se ha impuesto este domingo en las elecciones autonómicas, y lo ha hecho dando un golpe en la mesa, consiguiendo 19 de los 33 escaños del Parlamento castellano-manchego, con el 44,13 por ciento de los votos.
Una mayoría absoluta con la que García-Page revalida la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, sin necesidad de tener que buscar acuerdos.
Elecciones que han dejado fuera del Parlamento autonómico a Unidas Podemos y que ha hecho que el PP pierda seis diputados ‑más de un tercio de su representación‑, parte de los cuales han ido a parar a Ciudadanos, que entra con cuatro en el arco parlamentario.
Junto a Unidas Podemos también se queda sin representación en las Cortes el partido de ultraderecha Vox, al que las encuestas daban por lo menos un escaño, y que al final, como la formación morada a la que ha superado, se ha quedado fuera con el 7,02 por ciento de los votos.
A pesar de ello, el presidente del Ejecutivo regional ha destacado que desde hoy "toca ser el partido de todos"; "se acabaron las elecciones, ahora toca el turno del cien por cien de la región".
Así lo ha señalado Emiliano García-Page en el Cigarral del Ángel Custodio, donde se ha dado un baño de multitudes para celebrar con los suyos la aplastante victoria conseguida este 26 de mayo.
Hasta este punto a orillas del Tajo se desplazaba el presidente castellano-manchego después de una intensa noche en la que seguía el escrutinio junto a su familia y colaboradores desde la sede del Gobierno regional, en el Palacio de Fuensalida.
A su llegada, en torno a las dos menos cuarto de la mañana, sintonía socialista a todo volumen y banderas del PSOE, de Castilla-La Mancha y de España ondeando para recibir al triunfador de la noche.
Así, arropado por varios centenares de militantes y simpatizantes, entre abrazos y felicitaciones le ha costado varios minutos llegar hasta el lugar donde se había preparado su comparecencia.
Una victoria que permitirá a García-Page gobernar sin muletas ni peajes, tal y como había venido reclamando durante la campaña electoral, para poder completar así el proyecto para un horizonte de ocho años que ponía en marcha en 2015, tras echar al PP del Gobierno autonómico.
Un histórico resultado que el socialista ha agradecido, "a los ciudadanos y ciudadanas que han confiado en el PSOE de Castilla-La Mancha", un partido al que pide hoy "ser más que nunca el partido de todos y todas".
Un "gracias de corazón" con el que ha agradecido los cuatro años pasados, donde dice haberse sentido "querido, respetado y apoyado por muchísima gente", y este resultado que "va más allá del PSOE".
Tampoco se ha querido olvidar García-Page de sus predecesores, José Bono, quien le ha acompañado también en esta noche electoral, y José María Barreda, puesto que "solo se puede mirar adelante si se sabe bien de dónde se viene".
Pero también ha hecho partícipe de este "éxito histórico" al Partido Socialista y a los miembros de su Gobierno, siendo este resultado fruto de "una máquina que tiene corazón", su vicepresidente, "el único", ha precisado en referencia a José Luis Martínez Guijarro.
Así, Emiliano García-Page ha subrayado que este resultado es el que más le honra en su vida política, puesto que en la personal "siempre tengo que poner el día en que nacieron mis hijos".
Y aunque siempre que se ha presentado a las elecciones ha conseguido el resultado que buscaba, "no siempre era el que creía que yo buscaba, y ahora sí", ha sentenciado.
Tal y como había comprometido durante la campaña, García-Page ha señalado que la primera medida que adopte tras tomar posesión será convocar a empresarios y sindicatos, a las organizaciones sociales, para buscar acuerdos con todo el mundo, "hayan votado lo que hayan votado", y tratar de conseguir así "el mejor escenario posible para los próximos cuatro años".
Una nueva legislatura en la que espera "pasar de mejor a mucho mejor en Castilla-La Mancha", tal y como comprometía durante la campaña.
Emiliano García-Page ha querido recordar que los suyos han sido "cuatro años limpios, decentes y honestos" de gobierno, "sin una mota de polvo", ha precisado.
Concluía su intervención asegurando que "Castilla-La Mancha va a pintar en España para defender nuestros intereses, para defenderla de aquellos que no la quieren e incluso de los que no la quieren unida".
"NI TIJERAS NI PESADILLAS"
Por su parte, un exultante Sergio Gutiérrez, secretario regional de Organización y coordinador de la campaña, comenzaba su intervención subrayando que el PSOE podrá gobernar en solitario. Un partido que ha demostrado ser el que "más apoyo tiene en toda la región", lo que le llevará a gobernar en las cinco diputaciones y en siete de las poblaciones más importantes.
Resultados de una cita electoral en la que los socialistas han aumentado los votos cosechados en las elecciones generales del pasado 28 de abril, cuando fueron 383.534 castellano-manchegos los que les dieron su apoyo, hasta lograr este domingo superar los 427.000.
Y es que, según Gutiérrez, los ciudadanos de la región han demostrado que "ni querían más tijeras ni más pesadillas, no querían volver atrás", sino seguir "apostando por el progreso con Emiliano García-Page".
Finalmente, el que fuera presidente de las Cortes durante esta legislatura, Jesús Fernández Vaquero, se ha mostrado convencido de que hoy "nos hemos quitado los dolores de una".
