TOLEDO.- La crisis interna que el PP vive desde hace una semana a costa del enfrentamiento entre el hasta ahora presidente nacional de la formación, Pablo Casado, y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; que ha hecho temblar sus cimientos y desenmascarar a muchos, también ha puesto de manifiesto otras cuestiones sobre las expectativas reales sobre unos y otros en las filas populares.
Y es que a pesar de las fotos, los abrazos, los mensajes en redes y en vivo durante los mítines, al final, como se ha podido comprobar en esta crisis, lo que cuenta son los actos y lo que se pueda decir cuando ya todo está perdido, sin compromisos que valgan.
En el caso del presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, quien hasta hace dos días prefería aguardar en silencio, sin mover ficha, a la espera de los acontecimientos para no tener que decantarse públicamente entre su idolatrada Isabel Díaz Ayuso y el no menos loado Pablo Casado, y que sin embargo este martes se encontraba con que quienes hasta ahora han dirigido su partido ni siquiera le tienen en consideración.
Así se ponía de manifiesto durante la entrevista que ayer ofrecía en La Sexta el ya ex secretario general del PP, Teodoro García Egea para dar explicaciones de su dimisión y que, preguntado por su visión sobre Alberto Núñez Feijóo como posible líder del partido y la situación del PP en los distintos territorios, se 'olvidaba' de mencionar a Núñez entre la terna de triunfadores seguros en las próximas elecciones, aunque sí se acordaba de otros populares en la misma posición del albaceteño con los que sí se cuenta.
"Hay candidatos que hoy son presidentes del PP, pero mañana van a ser presidentes regionales", señalaba García Egea, quien ponía como ejemplo a Carlos Mazón, quien "con toda seguridad" -afirmaba- "va a ser el presidente de la Generalitat". Citaba también al presidente del partido en Aragón, Jorge Azcón, a quien también sitúa con seguridad en la Casa Real de la Misericordia tras las autonómicas, o a la balear Marga Prohens, a la que ve en la sede del Consulado del Mar en Palma.
Todos ellos, insistía quien hasta horas antes era el número dos del partido a nivel nacional, "ofrecen un nuevo proyecto para España", algo "apasionante". Algo que no debe considerar que esté en posición de ofrecer Núñez, quien lleva al frente del partido en Castilla-La Mancha desde octubre de 2018 -tras la marcha de su mentora, María Dolores de Cospedal-, mientras que tanto Mazón como Prohens tomaron las riendas del PP en sus respectivos territorios en julio de 2021, y Azcón hacía lo propio el pasado mes de diciembre.
Y mientras en su propio partido parece que no cuentan con él, en Castilla-La Mancha hay quien sí se acuerda de Núñez, pero no para situarle como el próximo inquilino del Palacio de Fuensalida, sino para recordarle el cambio de chaqueta que ha protagonizado en apenas unos meses.
Entre ellos el secretario regional de Organización del PSOE, Sergio Gutiérrez, que recordaba en sus redes sociales cómo hace tan solo cinco meses Núñez inauguraba la nueva sede del partido en Toledo y "todo eran adulaciones a Casado". "Él el más fiel", y sin embargo, "en estos días no ha dicho ni una palabra, por miedo, esperando a ver qué pasa y poner en la fachada el siguiente cartel". Mientras, concluye, "echan a Casado por preguntar sobre corrupción".
En otra publicación, también al hilo de los bandazos y cambios de rumbo de los que numerosos dirigentes y cargos públicos del PP de Castilla-La Mancha han hecho gala en los últimos días, Gutiérrez ha señalado que no sabe qué le preocupa más, si "los oportunistas cuyos principios cambian cutremente"; quienes "callan con cobardía -como Núñez- a la espera de qué pasa, para decir que esa era su posición", o "que ninguno se escandalice que echen a Casado por señalar posible corrupción".
Un mensaje que Gutiérrez acompaña de una imagen en la que muestra cómo mientras que el viernes la diputada popular Carmen Riolobos y el presidente del PP de Toledo, Carlos Velázquez, apelaban a la "unidad" y defendían la "lealtad, honestidad e integridad" de Pablo Casado, tan solo cuatro días después, este martes, la primera colgaba una foto de Feijoo y Díaz Ayuso pidiendo un congreso extraordinario, una candidatura única formada por ambos y trabajar por España; mientras que Velázquez se escudaba en la "responsabilidad de escuchar" a los afiliados para reclamar un congreso "extraordinario y urgente" que sea "garantía de unidad y futuro".
Cargos del partido que aunque ahora hayan cambiado el mensaje, sí se mojaban y se posicionaban -antes en un lado y ahora en otro- al surgir la polémica, no como la cúpula del partido, con su presidente regional al frente, quien el sábado prefería callar y remitirse a la pasión cofrade para evitar el tener que elegir entre Casado y Ayuso.
Y es que, cabe recordar, no era hasta última hora de este martes, una vez que estaba claro que se convocaba un congreso extraordinario, cuando el PP de Castilla-La Mancha ha retirado públicamente su apoyo a Casado.
