TOLEDO.- A la espera, agazapado por lo que pueda ocurrir y optando una vez más por el silencio, así se encuentra el presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, tras la nueva polémica que sacude a su partido, con una supuesta trama de espionaje por medio y con dos de sus ejemplos a seguir en política enfrentados.
Y es que si Núñez no ha escatimado halagos para el presidente nacional del partido, Pablo Casado, tampoco lo ha hecho para la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que en innumerables ocasiones ha puesto como ejemplo de lo que se debía hacer en Castilla-La Mancha.
Una guerra interna sobre la que, incluso antes de saltara este caso de espionaje doméstico y las acusaciones cruzadas, el de Almansa, prefería mantenerse al margen. Así, cabe recordar como hace unos meses en una entrevista, a raíz de las discrepancias sobre el PP madrileño y quién debía estar al frente del mismo, y las voces que señalaban a Díaz Ayuso por ensombrecer el liderazgo de Casado, Núñez aseguraba que "Ayuso es un producto de Casado, una apuesta personal y directa del presidente, y por tanto su éxito electoral se le puede matricular a él".
Un espejo en el que mirarse y no hace tanto, apenas unos días han pasado, desde que el propio Núñez asegurara, momentos antes de presidir la reunión del comité de dirección de su partido celebrada en Albacete, que el modelo que quiere para Castilla-La Mancha se parece al implementado por Díaz Ayuso en Madrid o Moreno en Andalucía, "el modelo de la libertad", apostillaba.
Un modelo y una líder respecto a los que no se ha ahorrado halagos, fotos y abrazos, como los que hace tan solo siete días se dio con la hoy proscrita -para muchos en el PP- Isabel Díaz Ayuso, durante el cierre de campaña del PP en Castilla y León. Un acto con el que los populares intentaron escenificar una supuesta unión, una entente cordial por el bien del partido -en juego estaba uno de los feudos autonómicos-, pero tras el cual, y aún con la duda sobre la fórmula que se empleará para conservar el mando en el Colegio de la Asunción, todo ha saltado por los aires. Un estallido que ha pillado a alguno, como al líder de los populares en Castilla-La Mancha, fuera de juego.
Una elección de Núñez, la de guardar silencio e intentar pasar de puntillas por esta nueva polémica como ha venido haciendo con otros asuntos, como la investigación a Cospedal por la trama de espionaje de la Kitchen, que no ha pasado desapercibida entre los socialistas, más aún cuando le ha costado el tener que cancelar la presentación oficial de su 'plan estrella' para la defensa del sector ganadero.
Así su secretario regional de Organización, Sergio Gutiérrez, desvelaba a través de Twitter la suspensión del acto que los populares habían organizado en Toledo, en la terraza de un local hostelero del casco histórico, para presentar su plan de ganadería, "eso que era tan urgente" y que sin embargo ha decidido aplazar por "el miedo a hablar".
Un temor a tener que pronunciarse por parte del presidente regional del PP que a Gutiérrez le hace "valorar más" el liderazgo de Emiliano García-Page, quien "siempre da la cara y dice lo que piensa sobre cualquier tema", frente a la "cobardía" de Núñez, que considera "decepcionante".
Al igual que Núñez también guardan silencio sobre la guerra interna y la polémica generada en la vecina Comunidad de Madrid los más cercanos en su Ejecutiva, desde la secretaria regional del partido, Carolina Agudo, a la portavoz del grupo parlamentario en las Cortes, Lola Merino, quienes por el momento siguen su ejemplo.
Y mientras el presidente regional del PP sigue sin abrir la boca sobre el caso Ayuso, otros miembros del partido en Castilla-La Mancha sí se han pronunciado al respecto, la mayor parte de ellos cerrando filas en torno al líder, Pablo Casado.
Entre ellos el presidente del PP de Toledo, Carlos Velázquez, quien subraya el trabajo que desde el partido a nivel provincial se realiza "con lealtad, honestidad e integridad" para que Casado "sea presidente de todos los españoles".
Así lo ha hecho la diputada por Toledo y exportavoz del partido en la región, Carmen Riolobos, quien además de compartir en sus redes sociales el mensaje de apoyo a Casado de la vicesecretaria de Política Social del PP, Ana Pastor, en el que recuerda que el partido se debe a sus votantes y militantes, y destaca la "generosidad, responsabilidad generosidad" del líder, ha apelado a la unidad y a poner en el centro a España.
Por su parte el que fuera alcalde de Guadalajara y actual senador del PP, Antonio Román, también se pone del lado de Casado, a cuyos valores se remite para "reconducir la situación", por el bien de España y de los españoles, apostilla.
No obstante, el senador expresa también su "lealtad" al partido y su apoyo a la "lucha por la transparencia, la honestidad, la verdad y el respeto".
Cierra también filas en torno a Casado otra histórica del partido en la región, la que fuera alcaldesa de Ciudad Real y desde hace años diputada en el Congreso, Rosa Romero, quien recuerda los 25 años que lleva con responsabilidades institucionales y orgánicas en el partido, con tres presidentes y poniendo "el interés general sobre los personalismos". Manifiesta así su total apoyo al presidente nacional del PP, que dice tiene toda su confianza.
Un mensaje en redes al que horas después ha seguido otro en el que Romero considera un "ataque" lo que está sucediendo en el partido, lo cual -dice- "solo beneficia a la izquierda y a los que quieren sustituirnos". Insiste la diputada nacional en que los valores del PP "son inquebrantables", con los que representan a millones de españoles, y advierte: "que nadie caiga en la trampa".
Pero también las filas del PP castellanomanchego hay quien pone el foco no ya en los valores del líder del partido, la lealtad que se le deba o la llamada a la unidad, sino en el "espectáculo" que se está dando. Así lo hace el presidente provincial del PP de Guadalajara, Lucas Castillo, quien cree que la historia del partido y el legado de quienes les antecedieron "no se merecen este espectáculo tan triste".
Dicho esto, apunta que la honorabilidad "está por encima de todo" y por ello exige, como afiliado, "que se depuren responsabilidad y que se escuche a las bases".
Considera que España "no se puede permitir que nos desviemos de lo importante ni un solo instante", que en su opinión es "echar a Sánchez".
Una voz algo distinta al cierre de filas sin cuestionar por el que han optado otros dirigentes autonómicos de la formación, aunque en el Partido Popular de Castilla-La Mancha prefieran seguir a la espera de los acontecimientos, en silencio.
