Emiliano García-Page, investido por tercera vez presidente de Castilla-La Mancha frente a una oposición desubicada

El socialista es reelegido gracias a la mayoría absoluta de su partido, mientras que Partido PP y Vox han votado en contra, tras dos días de debate en los que no contestaron al programa de gobierno propuesto.

TOLEDO.- El socialista Emiliano García-Page inicia su tercer mandato consecutivo al frente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, después de haber recibido el apoyo mayoritario de las Cortes, con el voto a favor de los diecisiete diputados socialistas y en contra de los doce parlamentarios del grupo popular y los cuatro de Vox.

Una votación que se ha producido después de que este miércoles García-Page abriera el debate de investidura con su discurso, presentándose como el presidente de la "moderación", contrario al frentismo y tendiendo la mano a la oposición para la búsqueda de consensos. Una intervención plagada de iniciativas para la acción de su futuro gobierno, entre ellas como objetivo prioritario la reforma del Estatuto de Autonomía, y con un mensaje claro: en políticas de Igualdad Castilla-La Mancha no retrocederá "ni un milímetro".

Un programa de gobierno al que ni el PP ni Vox han contestado durante su primera intervención en este debate de investidura; "ni un pero" a lo propuesto por García-Page para los próximos cuatro años, algo que el todavía candidato ha agradecido irónico en su respuesta a los grupos, ofreciéndoles la oportunidad de hacerlo en el momento de la réplica.

Tercer mandato que García-Page emprende con su segunda mayoría absoluta, menos holgada que la primera, al haber contar en esta XI Legislatura con dos diputados menos que en la anterior, pero habiendo obtenido el segundo mejor resultado electoral de la historia de la comunidad autónoma el pasado 28 de mayo, con más del 45 por ciento de los votos, únicamente por detrás del cosechado por José Bono frente a Adolfo Suárez Illana -tal y como recordó el candidato socialista durante su discurso en la primera sesión de este debate de investidura- cuando el porcentaje de voto obtenido por el PSOE fue del 58,6 por ciento.

Resultado en las urnas al que, sin embargo, tanto el PP como Vox han querido restar importancia, insistiendo en la idea de que han sido solo "un puñado de votos" -en relación al cerca de millar de sufragios que dieron el último diputado por la provincia de Ciudad Real al PSOE- los que han determinado que los socialistas vayan a seguir gobernando en la región durante los próximos cuatro años.

Unos resultados que, sin embargo, García-Page ha reivindicado, recordando que hoy en España "las mayorías absolutas son una enorme excepción", y que la oposición puede "disimularlos como quieran", pero la realidad es que vienen a avalar la gestión realizada los últimos cuatro años.

Asimismo, el socialista ha recordado también que por menos de medio punto, su partido no sumó otro diputado en Albacete y a punto estuvo también de conseguir uno más por Guadalajara.

Como ya sucediera en el arranque de la anterior legislatura, tampoco en esta ocasión el candidato del PSOE ha contado con el respaldo de los grupos de la oposición en la votación de investidura, que ya durante su primera intervención dejaban claros los motivos de su negativa: Vox por "ser el emisario de Pedro Sánchez en Castilla-La Mancha, por sus políticas nefastas y pactos con partidos para romper España" y el PP "porque carece de proyecto" para la región.

Intervenciones que han estado marcadas por las elecciones generales del próximo 23 de julio y la posibilidad de cambio en el Gobierno de España tras ellas, algo que tanto el presidente del grupo parlamentario Vox, David Moreno, como el líder del PP, Paco Núñez, han dado por hecho desde la tribuna de oradores, llegando incluso el popular a pedir a Page aclarar si "se va a quedar o se va a ir" de Castilla-La Mancha para ser la alternativa en el PSOE a Pedro Sánchez.

Algo a lo que García-Page ha contestado en su intervención, asegurando que estará los cuatro años al frente de Castilla-La Mancha, una tierra que quiere "cambiar a más, con serenidad, sin aspavientos, sin alharacas, a la manchega" -ha precisado-, para lo cual ha invitado a ayudarle a los grupos de la posición y hacerlo "hablando bien" de la región.

Así, ha señalado, está convencido de que dentro de cuatro años, con el programa que ha presentado, el gobierno que pretende formar y la gente a la que pedirá ayuda, "habrá más empresas, más empleo, más sanidad, más educación, más prestaciones sociales y más igualdad".

Se trata, ha reiterado García-Page, de "crecer todo lo que podamos para compartir", un objetivo que resume muchos otros y una ideología de fondo con la que "se puede identificar la inmensa mayoría" de los ciudadanos.

OKUPACIÓN, AGUA Y CARRERA PROFESIONAL

Una declaración de intenciones con la que cerraba los turnos de palabra en este debate de investidura, en el que se ha mantenido un tono bastante moderado -desde Vox se ha precisado que "no hemos venido a las Cortes para buscar bronca"-, en el que se han abierto las puertas a la búsqueda de consensos y al diálogo, aunque tampoco han faltado críticas, reproches y alguna advertencia en este sentido, puesto que tras la "campaña sucia" vivida antes de las elecciones, García-Page ha señalado que tiende la mano, pero "a algunos con un guante de cetrería".

Consenso que se va a buscar para cuestiones como la reforma del Estatuto de Autonomía -y con ella la ampliación de la representatividad de la Cámara autonómica-, algo a lo que García-Page ha puesto fecha: quiere que haya acuerdo antes de que acabe agosto, porque de no alcanzarse, no habrá lugar a plantearlo para otras cosas, tal y como advertía este miércoles en su discurso de investidura.

Por su parte desde Vox ni siquiera se mencionaba esta cuestión en ninguno de los dos turnos de palabra que ha tenido su presidente en este debate de investidura, dejando al margen el tema -como si no fuera con ellos- a pesar de que el candidato menos de 24 horas antes había planteado este asunto como un objetivo fundamental en esta legislatura.

Moreno sí utilizaba su turno de contestación al dicurso de investidura de Page para recriminar al candidato el no haber hecho "nada" durante los últimos ocho años para dar respuesta a un problema creciente como es el de la okupación. "Usted lo sabe, pero todavía no ha hecho nada. ¿Va a mirar para otro lado o sacar una ley antiokupación?", le ha preguntado, antes de poner como ejemplo la PNL (proposición no de ley) planteada en Castilla y León (con el gobierno del PP y Vox) en este sentido.

Un intento de arremeter contra Page que ha salido mal al debutante diputado de Vox, puesto que la portavoz del grupo parlamentario socialista, Ana Isabel Abengózar -que ha sido la más dura en sus interpelaciones a los otros dos grupos- ha tenido que recordarle que Castilla-La Mancha ha ido en esta materia un paso por delante, al aprobar una proposición de ley contra la okupación ilegal, aprobada en diciembre de 2020 y que fue elevada al Gobierno central para su tramitación, al no ser competencia de la comunidad autónoma. Supongo, ha dicho que "en estos cuatro años le irá quedando más claro qué competencias tiene Castilla-La Mancha y qué no".

También de okupación ha hablado Núñez, quien preguntaba por su parte al candidato si apoyará la ley antiokupación que ha anunciado Feijóo para cuando llegue al gobierno.

Otra cuestión para la que se ha pedido consenso ha sido el agua, aunque sin mover posiciones de lo que se ha venido defendiendo por unos y otros. Así, mientras que el presidente de Vox ha defendido desde la tribuna un plan hidrológico nacional que "garantice el futuro de nuestros productores y de los pueblos", al tiempo que acusaba al Ejecutivo de Page de "alimentar el enfrentamiento entre los españoles por el agua, mientras con sus leyes climáticas promueven el derribo de presas y se desaprovechan recursos hídricos"; desde el PP Núñez ha asegurado que su posición "está clara", circunscribiéndola al pacto por el agua firmado la pasada legislatura, fruto de un "gran consenso" del que únicamente se quedaron fuera "la ultra izquierda y los ecologistas".

Así, el popular ha pedido a García-Page que al hablar de agua "se olvide de Sánchez y de los ecologistas", y así "defender juntos el agua para Castilla-La Mancha", poniendo en el centro a los agricultores y ganaderos.

Algo a lo que no ha entrado en su contestación el reelegido jefe del Ejecutivo castellanomanchego, quien sí ha pedido "seriedad" a Núñez en otra de sus peticiones: la carrera profesional para toda la Función Pública de Castilla-La Mancha.

Considera García-Page que con su propuesta Núñez ha hecho "un flaquísimo favor a todos los profesionales sanitarios" al plantear la extensión de este reconocimiento para todos los funcionarios y ha advertido que "todas las cosas tienen su límite y proporcionalidad". Y es que, ha explicado, "llevamos años diciendo que los profesionales sanitarios necesitan una iniciativa específica, y ahora, después de haberla quitado [la carrera profesional fue suprimida en la época de Cospedal], ahora plantea que para todos" y además que no se vincule al nuevo sistema de financiación autonómico.

En este sentido, el socialista ha precisado que supondría "entre 1.500 y 2.000 millones de euros" ese planteamiento, por lo que ha pedido al presidente del PP castellanomanchego "respeto a la gente, a los propios profesionales y a los funcionarios", esto es, "no tomar el pelo a la gente". "No vale todo en política", ha sentenciado.

"HAY QUE NOMBRAR LA VIOLENCIA MACHISTA"

Cuestiones que han marcado el debate de investidura, como también lo ha hecho el posicionamiento sobre las políticas de Igualdad de socialistas y populares, defendiendo ambos la necesidad de no dar "ni un paso atrás" en los avances conseguidos, mientras que desde Vox ni se mencionaba el asunto pese al mensaje directo que ayer les mandaba García-Page durante el discurso de investidura.

'Olvido' del representante del partido ultra sobre el que ha llamado la atención la portavoz socialista, quien a su vez ha criticado la "nula credibilidad" del PP en esta defensa de la igualdad al "blanquear a un partido político como Vox".

Frente a ello ha asegurado que el presidente García-Page y el grupo parlamentario socialista van a trabajar para que "las políticas de igualdad sigan siendo reales en Castilla-La Mancha". Y es que, ha dicho, "creemos de corazón que es necesaria la erradicación formal y real de las desigualdades entre hombres y mujeres", de ahí la propuesta de ley 'cero brecha salarial' planteada por Page.

"Estamos en el siglo XXI, señorías, corresponde hablar de igualdad, aunque algunos lo hayan evitado", ha señalado; de igualdad en la educación; "del fin de la violencia machista, que hay que nombrar y trabajar para erradicarla", así como de la supresión de las barreras impuestas por el género.

Y aunque del programa de gobierno para los próximos cuatro años presentado por Page desde la oposición han tenido poco qué decir, sí han encontrado el momento para plantear sus iniciativas en distintas cuestiones, algo que hoy no tocaba, puesto que lo que correspondía era dar respuesta a la propuesta del candidato que les pedía su confianza.

Obtenido ese respaldo mayoritario gracias a los votos socialistas, está previsto que García-Page tome posesión del cargo este sábado, 8 de julio, a las ocho de la tarde en el Palacio de Fuensalida.

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