GUADALAJARA.- Ana Guarinos se aleja de la política provincial. La que fuera presidenta de la Diputación durante la legislatura de los recortes ha anunciado que no optará a la reelección como presidenta del PP de Guadalajara, que celebrará su XIV Congreso en el mes de julio.
Una despedida que se produce después de nueve años al frente de la dirección del partido a nivel provincial, cuando la formación conservadora se encuentra en horas bajas tras la pérdida de la Diputación y la Alcaldía de la capital alcarreña, que pasaron a manos de los socialistas al sellar un acuerdo con Ciudadanos.
La que fuera mujer fuerte de Cospedal en Guadalajara ha hecho público su adiós durante la reunión de la Junta Directiva Provincial del PP de este miércoles, en la que uno de los puntos del día era la convocatoria del próximo cónclave en el que se renovarán los cargos orgánicos del partido derechista.
"He esperado a esta Junta Directiva para hablar, más que del Congreso, de mi posición y mis intenciones con respecto al mismo", ha explicado Guarinos, para posteriormente comunicar su intención de "no volver" a presentarse a la presidencia provincial. La dirigente de los populares ha comentado que "en cada responsabilidad hay etapas" y cree que ya ha cubierto la suya.
La salida de Guarinos de la dirección del PP en Guadalajara fue adelantada el martes por el otro gran derrotado de las elecciones de 2019, Antonio Román. El exalcalde y senador agradeció el trabajo desempeñado por la todavía presidenta, que ha descrito como "una gran política y excelente trabajadora", asegurando que "se ha echado el partido a la espalda en momentos complicados".
La destacada dirigente de los conservadores comenzó su ascenso en la política de la mano de María Dolores de Cospedal, prestándose como una de las figuras más fieles a la antigua presidenta de Castilla-La Mancha. Llegó a desempeñar el cargo de vicesecretaria general del PP regional (ahora solamente es vocal), y fue designada presidenta de Grupo Popular en las Cortes autonómicas, después de la dimisión de la albaceteña.
Un nombramiento que comenzó con todo un escándalo, al hacerse oficial días después de que el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ratificara una condena contra Guarinos por violación de derechos fundamentales. En su etapa como presidenta de la Diputación, incumplió el artículo 23 de la Constitución al vulnerar el derecho a la participación política del Grupo Socialista de la Diputación, negándose durante año y medio a autorizar una visita de la portavoz del PSOE a una escuela dependiente de la Institución provincial.
En su etapa como cabeza visible del PP en el Parlamento regional, que coincidió con la incómoda coalición de Page con Podemos, acusó a la formación morada de estar "llena de delincuentes", desde "pederastas" hasta "defraudarores".
Dos años después, tuvo que ser expulsada del Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha al hacer caso omiso a las llamadas al orden del presidente de la Cámara, el fallecido Jesús Fernández Vaquero. Guarinos trató de colar la crisis catalana para dinamitar un debate sobre educación.
En esta última legislatura, la popular consiguió ser elegida como vicepresidenta segunda del Parlamento autonómico, donde ha desempeñado un papel más discreto que el de años anteriores.
Ahora, y tras el paso a un lado que ha dado en el PP de Guadalajara, se desconoce el futuro a nivel regional de Ana Guarinos, después de que su principal valedora abandonase la política tras conocerse las conexiones de su marido con el comisario Villarejo.
