Cospedal protege a su 'número dos', salpicado por un caso de corrupción en el Consejo de Europa 

La titular de Defensa y presidenta del PP castellano-manchego, María Dolores de Cospedal, ha defendido la honradez y el criterio de su secretario de Estado, Agustín Conde, al que un informe relaciona con presuntas prácticas de corrupción durante su etapa como observador de las elecciones en Azerbaiyán. 

TOLEDO.- La ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, ha salido a proteger a su secretario de Estado, Agustín Conde, sosteniendo su "honradez, criterio y defensa de los derechos humanos y de la ley", tras haber sido mencionado en un informe de la comisión independiente que ha investigado presuntas prácticas de corrupción en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE). Éstas se habrían producido durante su participación como observador en las elecciones de 2015 en Azerbaiyán. 

Un informe en el que se atribuía al hoy secretario de Estado de Defensa el haber infringido al menos tres artículos del código de conducta de la organización durante esos escasos meses –entre el 25 de junio y el 9 de diciembre de 2015- en los que ejerció como observador. 

En concreto, según lo recogido en este informe, Conde se habría saltado el compromiso de "no buscar ni aceptar instrucciones de gobiernos, organizaciones no gubernamentales, grupos de presión o individuos", así como la obligación de "abstenerse de cualquier acto que pueda generar dudas sobre su neutralidad" en el ejercicio de sus funciones, y el encargo de mantener "discreción o reserva", así como de "no hacer un uso personal de la información adquirida en el desempeño de sus deberes", tal y como publicaba Público el pasado 24 de abril. 

Según esta investigación, cuando ejercía como observador en los comicios de Azerbaiyán, su compañero de misión, Tadeusz Iwinski, recibió instrucciones para elaborar un documento oficial del que ambos eran "conjuntamente responsables" y que llevaba la firma de Conde. En el informe la comisión indica que fue Iwinski quien recibió las indicaciones, preparadas por el también parlamentario Stef Goris -señalado como pieza 'esencial' en la trama de Azerbaiyán-, quien habría obrado en favor del Gobierno de Bakú para intentar blanquear su imagen. 

En ese contexto, a Conde se le habría visto como "partidario" del Gobierno, al rechazar encontrarse con las ONGs que trabajaban en materia de derechos humanos. 

A raíz de las investigaciones, el actual secretario de Estado habría evitado comparecer ante la comisión independiente, limitándose a remitir un "breve texto" con declaraciones sobre sus actividades como observador. 

No obstante, ha sido la titular de Defensa la que ha dado la cara por su 'número dos' durante la sesión de control al Gobierno en el pleno del Congreso celebrada este miércoles, en la que la diputada socialista Zaida Cantera le preguntaba por qué mantiene al toledano como secretario de Estado de Defensa, tras aparecer en dicho informe, en el que se cita expresamente al senador del PP Pedro Agramunt. 

SEGUIRÁ EN EL CARGO 

Cuestión a la que Cospedal respondía señalando que "se mantienen las razones que motivaron su nombramiento", al tiempo que advertía a Cantera que "o no le han informado bien o no ha entendido bien el informe". 

En este sentido precisaba que en dicho informe lo que se atribuye a Conde es pronunciarse jurídicamente sobre la definición de preso político, la cual –subrayaba- es hoy la oficial en el Consejo de Europa, gracias a él, entre otros expertos. 

Asimismo, la también secretaria general del PP y presidenta de los populares de Castilla-La Mancha añadía que se le involucra en un correo electrónico de un "lobista" relacionado con las elecciones que "no era para Conde, sino para otra persona". 

Y es que según Cospedal su secretario de Estado "nunca" habría incurrido en influencias ni "falta de honradez", destacando de él su "criterio y defensa de los derechos humanos y de la ley, siempre", que son "las cualidades que se le pide a un secretario de Estado". 

Una versión que no convencía a la diputada socialista, quien advertía que la intervención de Conde, entonces diputado del PP, "afecta al prestigio de España y su reputación". Y es que si fue nombrado por sus valores e intachable conducta, "ahora resulta que nos encontramos con un secretario de Estado que podría no parecer honrado" según el informe, apostillaba Cantera. 

En este sentido cabe recordar que, aunque la comisión responsable del informe afirma tener "fuertes sospechas" de que el senador Agramunt fue partícipe de "actividades de naturaleza corrupta", la investigación apunta que en el caso de Conde no hay "pruebas específicas" de una conducta irregular. 

No obstante, la diputada socialista confiaba en que Agustín Conde dé las explicaciones "pertinentes, contundentes y veraces" sobre cuál fue su papel en la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, cuyo informe "deja en entredicho su honradez", afirmaba. Para Cantera, "el Ministerio de Defensa y las Fuerzas Armadas no merecen un número dos que no dé explicaciones para despejar cualquier duda". 

Una honradez de la que no duda la ministra de Defensa, quien salía así a defender a su mano derecha en el Ministerio, quien fuera alcalde de Toledo y hace más de 20 años ocupara el cargo que hoy desempeña ella al frente del Partido Popular en Castilla-La Mancha. Una posición que en 1999 le llevaba a disputar la Presidencia regional al socialista José Bono.  

Una derrota en las urnas que sentó a Conde en la bancada de la oposición en las Cortes, pero que a su vez le elevaría a la Cámara Alta, al ser designado como senador autonómico. Como senador seguiría tras los comicios de marzo de 2000, cargo que desempeñó hasta 2011, cuando salió elegido como diputado por Toledo. 

Tras un breve paso –de apenas unos meses- en el sector privado, como consejero independiente de Red Eléctrica Española, el toledano volvía a la actividad pública al ser designado por Cospedal para ponerse al frente de la Secretaría de Estado de Defensa, en noviembre de 2016. 

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