Podemos se queda sin escaños en el Congreso por Castilla-La Mancha y sin autocrítica

  • El secretario regional de la formación, José García Molina, reconoce que los resultados -pérdida de los dos diputados y de casi 44.000 votos- no son los esperados y se escuda en que también ha ocurrido en otras comunidades autónomas "hermanas".
  • Miembros de la dirección aseguran "no conocer todavía" cuál es el análisis oficial que hace el partido del desplome y se muestran "pendientes de que se convoque" al Consejo Ciudadano Autonómico para la valoración colectiva de los resultados.

TOLEDO.- La jornada electoral del 28A se saldaba con un claro vencedor, el Partido Socialista; dos partidos que han confirmado su impulso, Ciudadanos y Vox, y dos grandes derrotados, el Partido Popular, desangrado por la fragmentación de la derecha, y Podemos, que como los populares ha dejado miles de votos, y escaños, en el camino.

Una lectura de lo sucedido a nivel nacional que se traslada fielmente a territorio castellano-manchego, donde PP y Podemos han obtenido, cada uno en su escala, unos malos resultados.

A pesar de que sus líderes regionales prefieran mirar a un lado y echar balones fuera sobre los motivos de esta debacle, la realidad es que los populares han perdido la mitad de los doce diputados conseguidos en 2016 y Podemos se queda sin representación castellano-manchega en el Congreso.

Y es que en esta cita electoral, la formación morada ‑en confluencia con Izquierda Unida y Equo‑, no solo ha perdido los dos escaños en el Congreso que había logrado en Castilla-La Mancha en 2016, sino que también se ha dejado por el camino casi 44.000 votos. Sufragios que no es susceptible de pensar que hayan podido ir a parar al haber de Ciudadanos o Vox, sino que buena parte podría haber vuelto al Partido Socialista.

Unidas Podemos obtenía en Castilla-La Mancha 120.224 votos, un 10,15 por ciento regional, siendo superada no solo por el PSOE y el PP que ya lo hicieron hace tres años, sino también por Ciudadanos y Vox, que al contrario que la formación morada, han crecido en apoyos, cerca de 62.000 los primeros y algo menos de 180.000 los segundos.

Resultados que, según ha reconocido hoy su secretario regional, José García Molina, no son los que quería la formación morada, que confiaba en "seguir creciendo", "mantener y ampliar" los resultados de 2016. Sin embargo, "pese al trabajo que han hecho tanto Teresa Arévalo como Gloria Elizo", aún diputadas por Albacete y Toledo respectivamente, se han perdido esos dos escaños, aunque una de ellas sí seguirá en la Cámara Baja. Arévalo, que en esta ocasión concurría como cabeza de lista por Toledo, se queda sin escaño, pero Elizo que ocupaba el cuarto puesto en la candidatura por Madrid, sí conseguía revalidar la plaza.

A pesar de ese trabajo de las dos diputadas, y sin hacer mención al desarrollado durante la campaña por parte del resto de sus compañeros en Castilla-La Mancha, José García Molina se ha escudado en que la pérdida de escaños no ha sido algo exclusivo de territorio castellano-manchego, sino que "también ha pasado en Castilla y León y en Extremadura".

Regiones "hermanas y vecinas" con las que Castilla-La Mancha guarda parecido "en cuanto a demografía y cultura", ha apuntado, y en las que "la derecha ha seguido hegemonizando el voto a pesar de su división". Algo que no ha sucedido en el norte de España, ha insistido Molina, "donde hay regiones en las que ni PP, ni Ciudadanos ni Vox tienen representación".

Diferencias que cree deben llevar "a pensar y a reflexionar", con el objetivo de sacar conclusiones sobre "por qué en esta campaña no hemos sido capaces de mejorar nuestros resultados en el conjunto del Estado", ha señalado en declaraciones a los medios, escoltado por la secretaria regional de Organización, María Díaz.

En esta línea, fuentes de la dirección del partido morado castellano‑manchego consultadas por PeriódicoCLM han asegurado "no conocer todavía" cuál es el análisis oficial que hace la formación del desplome electoral en la región. Además, han trasladado que están "pendientes de que se convoque" al Consejo Ciudadano Autonómico para realizar una valoración colectiva de los resultados y debatir la estrategia a seguir desde ahora.

Un análisis y búsqueda de soluciones que debería ser inmediato, puesto que, como el propio García Molina ha recordado, queda justo un mes para las elecciones municipales y autonómicas, de cara a las cuales Podemos precisa "dar un giro" con el objetivo de "seguir consolidando posiciones" y de este modo "seguir siendo parte de la gobernabilidad de Castilla-La Mancha y de España".

Una presencia en el Gobierno regional que García Molina considera que "no penalizará" a Podemos, al haber demostrado a qué vinieron y las cosas que han hecho "con solvencia y garantías".

GOBIERNO "COMO EL DE CASTILLA-LA MANCHA"

En clave nacional, José García Molina ha subrayado la alta participación en la jornada electoral, lo cual ha calificado como "una buena noticia", como también lo es el hecho de que España haya dicho "alto y claro" que "no quiere un gobierno de derechas" ni en el que esté la ultraderecha, de modo que "buena parte de esas expectativas creadas por parte del 'trifachito' o 'el trío de Colón' se han venido abajo".

En esta línea ha insistido en la buena noticia que supone que España diga que "es un país que mira hacia el futuro, que se quiere progresista y no un país que mira hacia el pasado".

Sobre esa premisa, el líder de la formación morada en la región analizaba los resultados electorales del 28A sin ápice alguno de autocrítica, centrando su análisis en el "desplome absoluto" del Partido Popular, cuyos votos "recogen" las otras dos fuerzas de derechas, Ciudadanos y Vox, y que al no sumar lo necesario, abren la posibilidad de "construir un gobierno progresista como tenemos en Castilla-La Mancha".

Y es que para García Molina su paso por el Ejecutivo regional -en el que entró a cambio de la aprobación de unos presupuestos, consiguiendo dos sillones en el Consejo de Gobierno- debe servir como modelo para la receta a aplicar a nivel nacional.

Considera García Molina haber demostrado "que se puede gobernar con la gente y para la gente, aportando garantías y estabilidad", al tiempo que se hace "que la vida de la gente sea mejor", de ahí que "esa debe ser la senda que debe seguir el Gobierno de España".

No obstante, el también vicepresidente segundo del Gobierno regional, ha señalado que "parece que Pedro Sánchez titubea y quizá invite a Ciudadanos a ese gobierno", algo que de producirse sería "una mala noticia", "un error", ha criticado, puesto que "un gobierno con Ciudadanos no puede hacer más que llevarle a la derecha".

Algo que en Castilla-La Mancha dice no le extrañaría, puesto que según Molina, "García-Page ya ha dicho por activa y por pasiva que quiere gobernar con Ciudadanos", puesto que "esto de que nosotros le hagamos más socialista de lo que es, parece que no le gusta".

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