La guerra del agua de Pablo Casado pone contra las cuerdas al PP de Castilla-La Mancha

  • Francisco Núñez hace mutis ante la defensa a ultranza del trasvase que está protagonizando su presidente nacional y la disposición de su partido a movilizarse para que el agua del Tajo siga llegando al Levante para el riego.
  • Los ribereños y la Junta apelan al líder autonómico 'popular' para que no siga callado ante la intención de su formación de mantener el "saqueo" del río y le piden que se oponga abiertamente a estas directrices "electoralistas".

TOLEDO.- Contra las cuerdas y sin palabras, así es como se encuentra el presidente del Partido Popular de Castilla‑La Mancha, Francisco Núñez, después del último giro de tuerca que su jefe de filas, Pablo Casado, ha dado respecto a la posición de su formación sobre el trasvase Tajo‑Segura.

Y es que mientras que Núñez abogaba hace poco más de diez días por "legislar, en la forma que sea, y blindar la posición de Castilla-La Mancha frente a terceros", las últimas manifestaciones de Casado asegurando que su partido se movilizará para que el agua del Tajo siga llegando a las explotaciones agrícolas del Levante, le han dejado fuera de juego y en silencio.

Para Casado los trasvases 'cero' de regadío aprobados por el Gobierno de Pedro Sánchez en los últimos dos meses, autorizando únicamente la derivación de agua para abastecimiento urbano debido a la escasez de agua en la cabecera del Tajo como a la contaminación del Mar Menor procedente de regar explotaciones agrícolas del Levante han supuesto el "golpe de gracia" al trasvase.

Manifestaciones que hacía el presidente del PP en tierras alicantinas, donde acusaba de sectarismo al Ministerio para la Transición Ecológica de Teresa Ribera y subrayaba cómo desde el PP no comparten esa concepción de los recursos hídricos.

En este sentido afirmaba que cuando Cristina Narbona fue ministra de Medio Ambiente prometía desaladoras, "que son más contaminantes" y tienen un precio del agua más caro, pero que no llegaron a construirse; mientras que el actual Gobierno trata de "rematar" los trasvases que "llevan operando décadas".

Frente a las actuaciones de los gobiernos socialistas, Casado defendía que el PP "siempre ha conseguido poner de acuerdo a cuencas excedentes y receptoras", puesto que tanto la Comunidad Valenciana como Murcia y Andalucía "necesitan agua a coste accesible".

Así, haciendo referencia únicamente a las necesidades de las cuencas receptoras y sin mencionar la dramática situación hídrica que viven los embalses de cabecera del Tajo, el líder 'popular' aseguraba no entender cómo se recorta "cuando los expertos decían que incluso se podía ampliar".

Un escenario ante el que no solo estarían dispuestos a denunciarlo, sino también a movilizarse, de modo que "el PSOE deje de mercadear con un recurso que es nacional".

Recursos hídricos para los que el presidente regional del PP reclamaba hace unos días una posición "firme y cerrada", una posición "única" para defenderla en el próximo pacto nacional del agua y que ahora bien podría ir precisamente en contra de la bandera enarbolada por Casado.

Palabras ante las que Núñez no ha reaccionado, como tampoco lo ha hecho a las del presidente del Gobierno murciano, Fernando López Miras, quien ve en el cierre del trasvase "una estrategia" de Sánchez para "asfixiar a las comunidades que no tienen presidentes de gobiernos socialistas", al tiempo que aboga por mantener las derivaciones de agua desde la cabecera del Tajo al Segura de modo que den continuidad "al modelo productivo de Murcia".

Un discurso en el que López Miras olvida que la vecina Comunidad Valenciana está gobernada precisamente por un socialista, Ximo Puig, quien días antes anunciaba ya la intención de su Ejecutivo de recurrir el último trasvase en defensa de los regantes alicantinos.

Recurso que también se plantea desde Andalucía -donde el PP de Casado, López Miras y Núñez gobierna-, al considerar el trasvase como "fundamental para una agricultura que quiere ser cada vez más ecológica", a pesar de ya practicar la desalación y reutilización de aguas.

Un contexto en el que este lunes los gobiernos andaluz y murciano han sellado un frente común en cuyo marco solicitarán la acumulación de los contenciosos que se interpongan desde ambas administraciones relativas al trasvase Tajo-Segura, de modo que se obtenga una decisión conjunta por parte de los tribunales.

LOS RIBEREÑOS APRIETAN AL PP REGIONAL

Declaraciones y movimientos ante los que en el PP de Castilla-La Mancha impera el silencio, a pesar de que desde la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía ‑embalses de cabecera del río Tajo‑ se les ha pedido que manifiesten su oposición "frontal" a la defensa del trasvase realizada por Casado y pidan una rectificación.

En un comunicado, los municipios ribereños han reprochado las palabras del presidente nacional del PP, al que recomiendan que "si quiere competir con Vox por el electorado, no lo hagan sacrificando el interés de la nación", sino desmarcándose y abrazando la postura de científicos y ecologistas que "señalan claramente a la agricultura intensiva como un problema y nunca como una solución o algo sostenible, mucho menos un bien común".

Desde la asociación recuerdan a los 'populares' que "el Tajo y el Mar Menor son patrimonio de todos los españoles" y que no pueden perderse "por la codicia del SCRATS (Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo Segura), especuladores del agua, y el beneficio de los cuatro buitres de la agroindustria".

Por ello lamentan que el presidente nacional del PP haya vuelto a dejar clara "su postura y sus prioridades" en lo referente al trasvase, manteniéndose "siempre al lado de la agroindustria; contra el criterio de la ciencia; contra Guadalajara, contra Cuenca, contra Toledo y Aranjuez; contra el turismo en la Región de Murcia; contra quienes se manifestaron en octubre en defensa del Mar Menor; contra quien haga falta", y "siempre en defensa del lobby trasvasista que manda en el Palacio de San Esteban", concluyen.

LA JUNTA URGE A NÚÑEZ A PRONUNCIARSE

Posición la de Casado que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha consideran responde únicamente a una perspectiva "electoralista". Así lo ha subrayado este lunes la portavoz del Ejecutivo autonómico, la socialista Blanca Fernández, quien considera que con sus palabras el líder del PP nacional "ha puesto en un apuro a Núñez", al no estar mirando por los intereses de Castilla-La Mancha, "ni siquiera atendiendo a criterios científicos, técnicos y de sostenibilidad".

En su opinión, únicamente "se está pensando en votos y cómo arrebatarle la hegemonía a Vox que en las últimas elecciones fue la formación política más votada en Murcia", ha recordado Fernández. Algo que "pesa" al PP de Casado, que mira el trasvase desde una perspectiva electoralista, "no desde la perspectiva que lo hay que mirar: el Tajo no da más de sí, es un hecho objetivo", ha sentenciado la portavoz de la Junta.

Una situación ante la que el dirigente del PP castellanomanchego, "el principal partido de la oposición" ‑ha subrayado Fernández‑ "no ha rechistado, no ha dicho nada", desde que Casado anunciara su intención de defender "con uñas y dientes la supervivencia del trasvase" y por ende "el saqueo del Tajo".

La portavoz regional se ha preguntado qué tienen que decir el PP de Castilla-La Mancha y Francisco Núñez a este respecto, ya que "su silencio pesa más que sus palabras", por lo que considera que "no puede estar callado más tiempo".

Además de apelar al líder del PP, Fernández ha pedido "complicidad" a Ciudadanos para que pongan "pie sobre pared" ante la posición que pueda tener su formación a nivel nacional, la cual "desconocemos en estos momentos cuál va a ser".

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