García-Page ha realizado estas declaraciones antes de participar en un coloquio en Madrid. -JCCM

TOLEDO.- Un ejemplo más del populismo que vive de la bronca, que busca titulares y no tiene más que ofrecer, y ante lo que habría que preguntar al PP cuánto más está dispuesto a tragar.

Así se ha pronunciado el jefe del Ejecutivo castellanomanchego, Emiliano García-Page, al ser preguntado por las palabras del vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Juan García-Gallardo (Vox), a la diputada socialista Noelia Frutos, cuando formulaba una pregunta relativa al tratamiento de las mujeres con discapacidad en la región, señalando que le iba a contestar "como si fuera una persona como las demás".

Para García-Page estas palabras "hablan por sí mismas" y son una muestra más del "populismo bronquista" de esta formación política, que "vive de la bronca".

En su opinión, la pregunta no debe ser sobre qué dice la gente de Vox, puesto que "van a decir cualquier cosa con tal de aparecer en la televisión y tener protagonismo, ya que no tienen otra cosa que ofrecer", sino "hasta cuánto está dispuesto a aguanatar el partido que lo sustenta en el gobierno".

Y es que para Page, "el problema lo tiene el Partido Popular, que tiene que entender que cuanto más trague, más dura será la digestión".

En este sentido, y preguntado por el hecho de que desde el PP no se hayan querido pronunciar al respecto, el presidente castellanomanchego ha asegurado que "la inmensa mayoría" de la gente del PP que conoce y de la derecha moderada, "no solo no coincide con esas declaraciones, sino que les repugnan". No obstante ha considerado que no son tiempos en los que haya que silenciarlo ni callarse, "hay que decirlo".

Así ha recordado que él mismo dice muchas cosas "que a lo mejor no gustan a los míos", pero cree que "el silencio tiene también un punto de complicidad".

Considera que lo importante es que los niños y jóvenes que lo escuchen "no piensen que eso es algo defendible", por lo que "tiene que haber un punto de rechazo".

Por ello, y aunque no es partidario de un rechazo a las institucioens, puesto que en ellas "todo el mundo tiene que sentirse representado, y si hay una parte de los votantes españoles que piensan así, tiene que estar ahí un diputado que diga esas barbaridades", considera que el resto "tendremos que hacerle frente como se puede desde el punto de vista democrático, diciendo lo contrario". Porque "el que se calla, otorga", ha sentenciado.