TOLEDO.- Ni auditoría ni comisión de estudio. La gestión de la pandemia de la covid-19 que ha hecho el Gobierno de Castilla-La Mancha desde el estallido de la misma en marzo de 2020 no pasará por la lupa de expertos para determinar cómo y por qué se hicieron o no hicieron determinadas cosas y si las decisiones adoptadas a lo largo de más de dos años por el Ejecutivo autonómico fueron o no acertadas.
Los partidos de la oposición en la región, PP y Ciudadanos, han pedido en innumerables ocasiones que se investigara dicha gestión y en un momento dado pareció que iba a hacerse, con la constitución de la comisión no permanente de estudio sobre la gestión y efectos de la covid que, sin embargo, no se reúne desde el 14 de octubre de 2020 y que quedó paralizada desde esa fecha y sin ánimos de reanudarla por parte del PSOE.
Algo que ha quedado claro este jueves en el pleno del Parlamento autonómico, donde la mayoría socialista de 19 diputados ha rechazado las dos propuestas presentadas por los grupos de la oposición, que se han apoyado mutuamente. El PP ha pedido la puesta en marcha de una auditoría independiente sobre la gestión del Gobierno regional en relación con la pandemia, mientras que la formación naranja ha exigido que se retome la comisión covid.
Tanto uno como otro considera que la gestión del presidente regional, Emiliano García-Page, y de todo el Gobierno en su conjunto tiene que ser objeto de debate y análisis, y que los ciudadanos de la región y, sobre todo, los familiares de las personas fallecidas durante la pandemia, merecen saber lo que ha ocurrido para que esta comunidad autónoma haya ocupado las cotas más altas de mortalidad y letalidad.
De hecho, el PP cree que quienes han sacado el sistema sanitario adelante en un momento tan complicado han sido "solo" los profesionales sanitarios, según ha dicho durante el pleno de las Cortes el diputado del grupo popular Juan Antonio Moreno, y que la gestión de García-Page ha sido "vacua y hueca" además de que "ni siquiera ha sido capaz de poner al servicio de los profesionales los recursos que han necesitado".
De una opinión muy similar es la presidenta de Cs, Carmen Picazo, a la que la pandemia le ha dejado "muchas dudas" y opina que "no todo se justifica por la dificultad de gobernar" en esos momentos tan duros y, es más, considera que la capacidad de gestión del presidente regional ha sido "nula" además de que ha incumplido la palabra que dio a la formación naranja en la firma del pacto entre la Junta, el PSOE y Ciudadanos que incluía la comisión covid.
Pero el grupo socialista tiene una visión muy distinta de la situación y cree que la auditoría de la gestión de la pandemia se hace "día a día" y que no es necesario pagar a una consultora "supuestamente independiente" para que haga un análisis que ya hacen organismos públicos.
En este contexto, el diputado socialista José Antonio Contreras ha ido más allá y ha acusado a la oposición de intentar "jugar con el sentimiento de los familiares de los fallecidos" al apelar a ellos para solicitar una auditoría o la propia comisión, que en el PSOE no ven necesarias porque tanto García-Page como el consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, han subido a la tribuna de oradores muchas veces -una de ellas en un pleno monográfico- para dar explicaciones de la gestión de la pandemia.
Rechazado el análisis profundo de la gestión, el PSOE ha aprobado una resolución con la que el Parlamento castellanomanchego reconoce el esfuerzo de los profesionales sanitarios, pero también valora el del Gobierno regional en materia de inversión para dar respuesta a la alerta sanitaria, así como el proceso de evaluación independiente del Sistema Nacional de Salud.
Lo que pasó en las residencias de mayores de la región, por qué los sanitarios no tenían elementos de protección y tuvieron que valerse de bolsas de basura para protegerse en la primera ola de la pandemia y muchas otras cuestiones sobre las decisiones tomadas por el Gobierno regional, quedarán sin respuesta para la oposición y para la ciudadanía.
