La trayectoria de José María Saiz: insultos y machismo de un alcalde frustrado por no convertir su pueblo en cementerio nuclear

A parte del denigrante comentario contra la ministra Irene Montero, la principal diana del regidor de Villar de Cañas en sus ataques ha sido Emiliano García-Page por oponerse al ATC, llegando a acusarle de consumir drogas.
El alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, junto a María Dolores de Cospedal y el entonces ministro  de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. - ARCHIVO
photo_camera El alcalde de Villar de Cañas, José María Saiz, junto a María Dolores de Cospedal y el entonces ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria. - ARCHIVO

CUENCA.- Lleva más de 27 años siendo alcalde de su pueblo, Villar de Cañas (Cuenca), y a punto de terminar la que ha sido su séptima legislatura con el bastón de mando villardecañero, José María Saiz Lozano, ha puesto la 'guinda' a su trayectoria y abierto a la vez la puerta a su adiós al cargo con un repulsivo, machista y rancio comentario realizado sobre la ministra de Igualdad Irene Montero.

De ella aseguraba en una entrevista que tenía "llagas en la boca de chupársela al coletas" y que había llegado al cargo "hincando las rodillas", palabras que le han costado no solo la reprobación pública del presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo, sino la apertura de un expediente informativo que podría terminar con su expulsión y, lo que es más que probable, que no se le dé opción a ser candidato de cara a una octava legislatura.

Una decisión que no debe dilatarse, aunque desde el PP ya han dejado claro que no tienen cabida bajo sus siglas ataques a la dignidad de una mujer como el protagonizado por Saiz, cuya tibia disculpa en las redes una vez desatada la tormenta, no debería ser suficiente para evitar, como mínimo, su dimisión.

Pero esta última salida de tono y formas del alcalde de Villar de Cañas -azuzada y jaleada por el agitador ultra Javier Negre con sus comentarios a los que Saiz entra al trapo sin complejos-, no ha sido la única a lo largo de los últimos años, en los que el proyecto de construcción del almacén temporal centralizado (ATC) de residuos nucleares le ha situado en el foco mediático, especialmente por su abierto enfrentamiento con el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tras la decisión de evitar la instalación del silo nuclear en la provincia de Cuenca.

Jefe del Ejecutivo regional que ha sido la principal diana de sus ataques, políticos y personales, a lo largo de estas dos últimas legislaturas, al ver peligrar el "compromiso" adquirido el 30 de diciembre de 2011 cuando Villar de Cañas fue elegida por el Gobierno de Mariano Rajoy, y de acuerdo con el de Castilla-La Mancha dirigido entonces por la también secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, para albergar durante ochenta años los residuos nucleares del país.

Entre los 'piropos' que este alcalde del PP ha dedicado a García-Page a lo largo de este tiempo, lo más suave ha sido "tonto" e "inútil", aunque también le ha acusado de consumir drogas entre otras lindezas, aunque hasta ahora no había alcanzado -al menos públicamente- el nivel de los soeces comentarios realizados sobre la ministra.

Enfrentamiento que ha mantenido abierto casi desde la llegada al Palacio de Fuensalida del socialista, aunque esta fuera casi acompañada de lo que Saiz entendió como una 'victoria', cuando a finales de julio de 2015 el Consejo de Seguridad Nuclear emitía su informe favorable a la instalación del ATC en la localidad conquense. Saiz entonces se mostraba exultante y aseguraba que sus vecinos -a los que antes no debía de convencer mucho el proyecto- ya habían "cambiado el chip" y solo pensaban "en trabajar, en alquilar sus casas y en que haya inversiones en el pueblo".

Según el alcalde los contrarios al silo nuclear por aquel entonces eran "media docena, pero hacen mucho ruido" y aunque aseguraba respetar a todo el mundo, añadía que a esas alturas quien estaba en contra era "porque no sabe bien lo que es el ATC".

Pero solo unos meses después, esa 'guerra' abierta con el Gobierno regional a costa del proyecto del cementerio nuclear vivía un nuevo capítulo con la decisión de la Junta de declarar nulo el plan de ordenación municipal de Villar de Cañas, aprobado poco antes de las elecciones para "desplazar el pueblo" para que se pudiera cumplir con la preceptiva distancia obligada de dos kilómetros desde la instalación al núcleo urbano.

Una decisión que Saiz no vio bien, puesto que consideraba el suyo como "el mejor" planeamiento urbanístico "de España", y atribuyó únicamente a la "mala leche" de García-Page la nulidad del documento, con la que estaba "cortando el cuello a veinte pueblos" sin importarle, dejando así "morir a los habitantes" de la comarca.

Pero del no entender los motivos de la decisión el alcalde de Villar de Cañas pasaba también entonces fácilmente al insulto, y decía de Page que era "malo como él solo, tonto como él solo e inútil como él solo", al tiempo que le acusaba junto a sus consejeros de "fumarse una alpaca de marihuana" por las mañanas.

Algo más de un año después, cuando desde el Gobierno regional se aprobaba la ampliación de la zona de especial protección (ZEPA) en la Laguna de El Hito, tratando así de forzar que cualquier infraestructura relacionada con el ATC tuviera que contar con evaluación de impacto ambiental favorable por parte de la Junta, Saiz acusaba al Ejecutivo de Page de no atender a "la razón y el diálogo", anunciaba un nuevo contencioso y auguraba que en Villar de Cañas se construiría el cementerio nuclear "haya ZEPA o no haya ZEPA, y eso lo sabe el señor García-Page y su Gobierno".

Decisiones a las que fueron sucediendo recursos, nuevas decisiones y más recursos, hasta que finalmente ha sido el Gobierno de España, a través del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Democrático, el que ha descartado el proyecto del ATC en Villar de Cañas optando en el 7º Plan General de Residuos Radiactivos por la opción de siete almacenes temporales, ubicados en cada central nuclear, en lugar del centralizado proyectado en la provincia de Cuenca.

Así se consagró la frustración de un alcalde, José María Saiz, que ahora ve cómo sus días en política podrían estar contados a consecuencia de su último escándalo.

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